El Chico Menos Probable

Ella no me quiere

MASON:

Hace unos meses pasaba mis noches en casa, viendo algo con Erick y mis hermanas o en su habitación mientras hablábamos de nada importante y comíamos una pizza.

Ahora estoy en la casa de un desconocido, en una fiesta llena de personas que apenas conozco y preparándome para ser testigo del momento en que la chica que me gusta, bese a otro chico.

Desde el comienzo supe que no tenía oportunidad con Karlie. Ella no oculta su interés por Adam, todo este tiempo ha hecho tantas cosas para poder obtenerlo y yo he estado ahí, viéndolo todo en silencio.

Pensé que podría con esto, pensé que ser su amigo era suficiente para mí pero, ¿lo es? ¿Cómo va a ser suficiente limitarme a estar cerca? ¿A no poder decirle lo que siento? ¿Todo lo que me gusta sobre ella?

Es tan triste que casi es gracioso.

En el partido le pedí a Erick que fueramos a caminar un rato para estar lejos de ese momento que tendría que afrontar.

—Mason, ¿quieres irte? —preguntó Erick.

Casi nunca le oculto mis sentimientos a mi mejor amigo pero ahora me siento tonto por todo esto. —No, estoy bien, solo quería perder un poco de tiempo. No me gustan los deportes.

Erick se recostó en una pared. —Eso lo sé, eres terrible con el ejercicio.

Me muevo a su lado y recuesto mi espalda en la pared. —Eso no es cierto, soy muy bueno, mejor que tú incluso.

—Ja, Ja —responde burlándose—, eres el peor de todos.

Le golpeo el estómago con mi mano. —Oye tonto, debiste invitar a Lila hoy, tal vez también era tu día de suerte y finalmente comenzaban a salir.

Erick suspira. —Deja de presionarme Mason, o yo comenzaré a presionarte.

Levanto mi mirada al cielo, el atardecer está en sus últimos momentos. Es una bella escena, hago mi mejor esfuerzo para tomar una fotografía mental de cada color y la manera en que se mezclan para pintar algo similar después.

—Me gustaría ser un pájaro —le digo a Erick—, ¿Cómo se sentirá volar entre todas esas nubes amarillas y anaranjadas?

Erick soltó una risita. —No lo sé, ¿los pájaros pueden ver colores?

Me encogí de hombros. —Ojala puedan, sería triste estar ahí y no ver toda esa belleza —tomé una larga respiración—, lo peor que puede pasarte es no ver algo maravilloso que está justo frente a ti.

Erick volteó su rostro y me vio con los ojos entrecerrados. — ¿Lo dices por alguien en específico?

Lo miré a los ojos. —Sí, por ti, te amo Erick —levanto mi mano—, ¿puedo besarte?

Él puso los ojos en blanco. —Eres un tonto, sigues fingiendo que no dijiste eso por Karlie, ¿verdad?

—Es por ti —sigo bromeando—, ¿Cuándo aceptarás mi amor?

—lo haré cuando vayas con Karlie, detengas el partido y declares tu amor por ella, como en las películas que le gustan a Annabelle.

Sonrío. —Sí, eso sería genial, si me grabaras me haría muy famoso.

—Entonces hazlo —sugirió—, ve por la chica.

—La chica no me quiere —solté, con una presión en el pecho—. Y yo ya no quiero continuar con esta conversación.

Erick me miró unos segundos y luego se encogió de hombros. Cambiamos de tema y después de un rato, regresamos con los demás.

Karlie se veía hermosa, para mí siempre se ha visto bien pero hoy brillaba por la manera en que sonreía.

No pensé que Karlie llegaría a gustarme tanto, cuando la vi por primera vez afuera del restaurante de sus padres pensé que era linda y me gustaba la manera en que se comportaba cuando pensaba que nadie la estaba viendo.

Quizás si las circunstancias fueran diferentes, lo intentaría realmente. Le hice creer que lo que siento es casual y nada relevante, pero no es así. Además, ella ha conocido a Adam por años, nosotros solo unas semanas. Es probable que si alguien estuviera como siguiente en su lista, no sería yo.

Luego, cuando vi que Adam la miraba como si no hubiera otra chica para él, intenté no mostrar lo mal que me sentía. Erick estaba feliz por Karlie pero cuando me volteó a ver, notó algo que solo los mejores amigos pueden y me dio un empujón con su hombro.

Y ahora, estamos en la fiesta, esperando el gran momento de Karlie y Adam.

El beso.

Erick sonríe, habla con algunos de los chicos que ya llegaron y se la está pasando bien. No puedo quejarme, él es así, es por eso que siempre ha tenido más amigos que yo. Erick vive el momento, en su cerebro solo hay neuronas que le dicen que ahora mismo está en una fiesta y debería pasársela bien.

Por supuesto que él lo sabe, él me ha ayudado con todo esto pero sé que genuinamente le agrada Karlie y sé que también quiere ayudarla. Quizás si yo fuera un poco más honesto con mis sentimientos y él se enterara que lo que siento por ella ha crecido y que ya no es solo una simple atracción, dejaría de facilitarle el camino con Adam.

Todo el día me la he pasado de mal humor y aunque intento mejorar mi actitud, no puedo. Estoy dándole vueltas a todos los escenarios imaginarios en donde Adam y Karlie finalmente se besan. No quiero estar ahí cuando eso suceda.

Es mi culpa, ella y yo solo debemos ser amigos. Es mi culpa por seguir acercándome a la chica que ya tenía a alguien en su corazón. Es mi culpa por creer que podía ser solo su buen amigo y ayudarla con esto.

Henry me mira y junta sus cejas. — ¿Estás bien? —pregunta por encima de la música.

Asiento, aunque no lo estoy.

Henry mira hacia atrás y luego a mí. —Ven conmigo —pide—, vamos a tomar aire, hay muchas personas aquí.

Erick está riéndose con Guido y Jason, no nota cuando me alejo junto con Henry a la parte de atrás de la casa. Es un lugar enorme, aquí hay una piscina que ya han ocupado varios chicos y chicas.

Henry exhala, sacando todo el aire de su cuerpo. —Allá adentro huele a muchas cosas.

Sonrío un poco por su comentario. —Fiestas de adolescentes —me encojo de hombros—, sin duda habrán muchos olores.




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