10 años después
Hoy por primera vez llevamos a nuestra pequeña Stella a ver las Leónidas. Stella, nuestra pequeña estrella con el cabello indomable de su padre y mis ojos, qué como el día de nuestra boda Leo dijo, ocultaban un universo.
La sentamos entre Leo y yo y entre gorgoritos de alegría se fue quedando hechizada por la lluvia de estrellas. Alzaba los brazos y apretaba los puños como si pudiera atraparlas.
¿Quién sabe si algún día ella comenzará su propia tradición con su propio chico hecho de estrellas?
Espero que sí.
Fin