Lily se echó a reír a carcajadas—Pareces un pavo real con esas plumas, Becky—Esta se miró al espejo y se dirigió al cuarto de baño refunfuñando.
Lucy, Lily y otras meseras-exprostitutas-se encontraban en la habitación de Becky. Marsias le había traído un ajuar de vestidos de novia y esta no sabía cuál escoger.
—Este es el último Becky—le informó Lucy mientras se lo pasaba.
—Tiene que cambiar su peinado—comentó Lily
—Estoy segura que es eso—admitió Lucy—Aunque se cómo peinarla, la de los peinados espectaculares es Lilian
—La cual ahora mismo, está fregando pisos por ser una perra traicionera—amonestó Vivian
—Yo nunca me he podido llevar bien con ella—confesó Lucy
—Nadie cariño—le dijo Lily—y eso no es lo peor, siempre se llevaba los mejores clientes
En ese momento se oyeron los toques de la puerta—adelante—dijo Lucy y apareció Lilian, ésta cerró la puerta tras sí.
—¿Qué haces aquí? —le pregunto Lily con desdén
—Marsias me dijo que podía subir—respondió
—¿Escucharon eso? —Preguntó Lily riéndose—"Marsias" es Lord Marsias no seas tan irrespetuosa
—¿Y desde cuando una puta como tú me enseña a ser "respetuosa"? —le amonestó Lilian
—Chicas basta por favor—se interpuso Lucy—no es el momento ni el lugar para empezar una...
—¿Cómo se me ve? No me importa ya me cansé—dijo Becky al salir. Todas quedaron en silencio. Becky llevaba puesto un vestido color hueso mangas cortas, el cual poseía un bordado de flores en la parte superior del nacimiento de los senos, la gran falda que caía como velos, desprendía una larga cola. Su cabello le caía rebelde a los hombros.
—Divina...—susurraron todas a la vez
Becky sonrió y miró a Lilian—vas a tener que hacer algo con este cabello, se niega a ser domado
Esta le devolvió la sonrisa —Asumiré el reto
***
Marsias se encontraba junto a Josh en la iglesia bien vestidos. Había comprado trajes formales para todos los empleados puesto que de antemano supo que nadie-al igual que él en estos momentos-tendría uno. Enseguida se le pasó por la cabeza que pensaría su hermano Wolfram al ver que en su matrimonio los empleados eran sus invitados de honor. Sin duda le daría una apoplejía <<o quizás dos>> pensó mientras sonreía. En ese momento recordó a sus hermanos y el hecho de estar desaparecido y que muy probable lo dieran por muerto, le ocasionaba un nudo en la garganta.
—Marsias—lo llamó Josh
Este lo miró—¿Sí?
—¿Estás bien?
Marsias asintió—sólo pensaba en mis hermanos, me gustaría que estuviesen aquí conmigo
—Bueno, tu mente quedará en blanco a partir de este momento
—¿Por qué lo dices?
—Mira
Una diosa había entrado a la iglesia. Marsias nunca había estado con diosas, siempre había estados con mujeres de carne y hueso. Su cabello estaba recogido en un moño, pero varios rizos de su hermoso y rebelde cabello rojizo se habían salido del tocado, su vestido era digno de una marquesa. Pero Marsias solo observaba el bello rostro sonrosado de su esposa, las pecas esparcidas por sus mejillas le daban un toque espléndido.
Había mandado a decorar la iglesia de peonías blancas, las flores favoritas de Becky.
**—Me gusta como hueles—le había confesado él una noche en la cual unos minutos antes habían hecho el amor—¿Qué perfume usas?
—Peonías. Son mis flores favoritas**
La iba a entregar Billy, ya que Becky lo consideraba un padre por ser uno de los empleados más antiguos.
Marsias jamás había pensado que su vida que su vida hubiese dado un giro tan drástico como este, el matrimonio no estaba en su lista a su edad de treinta años y solo lo hubiese considerado si la candidata en cuestión estuviese muy por encima de su nivel y le gustara.
A medida que su mujer se acercaba sintió que sólo estaban ellos dos en la iglesia. Al llegar ella, tomó su mano—Estás hermosa
—Siempre lo estoy—le dijo ésta sonriendo pícaramente
—Hoy lo estás más
—Aún estas a tiempo de arrepentirte, Marsias
Este le sonrió—Si dices algo como "No acepto" así sea en broma, juro que te secuestraré mujer
Becky le sacó la lengua y Marsias sintió que su corazón se derretía.
La ceremonia transcurrió con tranquilidad, Marsias colocó un hermoso anillo de esmeraldas en el dedo de Becky y selló la unión con un beso.
—¡Que viva Lady Marsias Westhampton! —exclamó Josh
—¡Que viva! —exclamaron todos
—Es increíble que aparte de cambiar su apellido también le cambien el nombre—comentó Lilian a Lucy mientras ambas sostenían la cola de Becky.