El clan de las hechiceras místicas, noche de brujas

Capitulo 16. Desastres naturales

Jueves, 26 de julio del 2021. Faltaba un día para la noche de las brujas.

—¿Alguien sabe algo de Meiga?— Preguntó Tizen entrando en la tienda, el único que estaba era Ramón que le contestó con la cabeza una respuesta negativa. —Pues vaya…

En casa de Meiga, estaba tumbada en una cama mientras seguía dormida, Ginara le llevaba toallas mojadas cada media hora para que le bajara la fiebre. Con una expresión triste empezó a recordar.

FLASHBACK:

Cuando Yuna desapareció en la tormenta, ésta también desapareció y apareció el sol de nuevo. Las grietas del suelo no volvieron a unirse pero ya no llovía y aunque el suelo seguía mojado, Ginara pudo llegar hasta donde estaba Meiga.

—¡Meiga, Meiga!—Puso su cabeza en su pecho y la abrazó. El tiempo refrescaba aun con el sol. —Nos iremos a casa—La cogió y se levantó, llevándola en brazos hasta llegar a su casa.

Fin del FLASHBACK.

Mientras cambiaba la toalla vio que en la parte inferior de su muñeca empezaba a verse raíces negras, como las que tenía ella.

—Has utilizado mucho poder de la magia negra, no debiste utilizarla— Meiga empezaba a despertar, moviéndose por la cama. —Buenos días—Sonrió.

—¿Qué hora es?—Preguntó poniéndose los brazos en cruz delante de la cara. No dio tiempo a que le respondiese. —¡Yuna!— Gritó levantándose de un golpe.

—Tranquila, se fue. No hemos vuelto a tener noticias de ella desde ayer.

—¿Cuánto tiempo he dormido?

—Teniendo en cuenta que ahora son las 12:45 de la mañana. Casi un día.

—¿Casi un día?—Dijo preocupada.

—Sí pero no te preocupes, me he encargado de tu familia, no sabía que cuidar de unos niños fuera tan agotador.

—Mis primos y mi hermano, ¿dónde están?

—Tranquila, están en un parque.

—¿En un parque? Les puede pasar cualquier cosa.

—No te alteres, todavía no te ha bajado la fiebre.

—¿Y a quien le importa? Mi familia está fuera, los adultos están convertidos en piedra y mis primos corren el riesgo de pasarles algo, si Yuna se entera de que son mi familia…

—Meiga, en primer lugar, Yuna no lo sabe y en segundo lugar, ayer casi la matas con la magia negra, seguro que ahora ira con cuidado. Por cierto, ¿cómo pudiste hacer ese hechizo de ese nivel?

—Con esto— En la mesita de noche del otro lado de la cama, estaba el diario del brujo. El libro que tenía para practicar.

—Este libro…—Meiga empezaba a toser y Ginara lo dejo sobre la mesita más cercana mientras dijo su nombre.

—Estoy bien— Cerro los ojos por un momento y Ginara volvió a ver las pequeñas venas negras. —Debería vestirme ya— Hizo el movimiento de salir de la cama pero Ginara la paro.

—No te levantes, estas enferma, te tendrás que quedar aquí.

—Pero mi familia…

—Meiga, escucha, son grandes, preocúpate más por ti, antes vas tú que los demás— Ginara se puso frente con frente. —Parece que todavía tienes algo de fiebre— Se levantó. —Te traeré hielo— Ginara se fue pero la cara de Meiga mostraba una sonrisa entre sabanas.

—Noticias desde Hedelvir. Un fuerte viento está envolviendo todo el norte, grietas y fuegos están apareciendo por la zona. Por ahora los expertos no tienen una respuesta clara, pero se cree que el clima del planeta ha cambiado drásticamente en estas últimas 24h.

—El tiempo no acompaña—Dijo Meiga tapada y levantada. El timbre sonó y Ginara abrió la puerta.

—¿Quienes sois?

—¿Quién soy? ¿Quién eres tú? ésta es la casa de Meiga.

—¿De que la conoces?

—¿Quien es?—Preguntó Meiga yendo hacia la puerta.— Hola— Se alegró.

—¿Los conoces?

—Son mis amigos. Dalton, Elvia, Mirela y Álvaro. Chicos ella es Ginara, es una hechicera mística, es de mi clan— Sonrió.

—¿¿Cómo??— Todos se quedaron boquiabiertos.

—Al final la has encontrado—Dijo Elvia. Meiga y Ginara se cogieron de la mano mientras sonreían. Al poco se escuchó un sonido muy fuerte, algo había pasado cerca de donde estaban.

—¡Mi familia!

Aunque Ginara no quería, entendía que era su familia y quería que estuvieran bien, los seis se fueron donde se produjo el ruido, pero cuando llegaron, un árbol había caído justo encima de una persona.

—¡Emma! ¡No!— Su prima de 16 años había sido aplastada por uno de los muchos árboles que cayeron por la zona.

—¿Que ha pasado aquí?— Preguntó Dalton.

—Emma está atrapada, ¡ayuda-la por favor Meiga!—Gritó Marc, el hermano mayor de Emma.

—Emma—Se acercó y se agachó. —¿Puedes respirar?

—Creo que sí, pero me cuesta.



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En el texto hay: magia y misterio, secretos de un clan

Editado: 24.01.2020

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