Ashly Pov.
Estoy esperando la maleta, quede en venir por ella hoy y James que es Cosa 2 me está acompañando. Su mamá me dijo cómo diferenciarlos y es por un lunar que tienen en la mejilla y el otro en la barbilla, a simple vista no se distinguen, pero al menos ya sabré con quién estoy hablando.
—Niña para mí que te estafaron y ni tienen tu maleta —habla mirando su teléfono.
—No creo eso, aunque ya me cansé.
Desde que llegamos estamos formados en atención al cliente, no pensé que hubiera tantos problemas pues hay demasiada gente, siento como me duelen los pies, pero al menos ya estamos a 3 personas de ser atendidos.
Observo los aviones despegar y también los que van llegando, las familias y parejas que se reúnen y también las que se despiden, están los que viajan solos y los que viajan con amigos pero también están las despedidas dolorosas de esas personas que van solos o están despidiéndose de sus amigos o familiares con lágrimas en los ojos que significa que no volverán a verse en un buen rato eso solo me hace pensar en mi mamá, en lo triste que estábamos las dos, el cómo me abrazo que demostraba que no quería soltarme y quería que me quedara con ella.
Siento como me tocan el hombro distrayéndome de mis pensamientos y de las imágenes de las familias.
— ¿Qué número tiene tu maleta? —pregunta, ni siquiera me di cuenta de que ya habíamos llegado al mostrador. Le extendí mi boleto y dejé que se hiciera cargo.
Pasó el tiempo donde ni supe que estaban hablando, mi nivel de inglés no da para tanto, solo entendí algo sobre tiempo, pero no entendí lo demás.
Agradecido con el de arriba por traer a James conmigo.
Llegamos a la casa, mejor dicho, llegue a la casa porque el señorito tenía que ver a alguien por lo que me mandó en un taxi. Subí a mi habitación pues no había nadie en la casa los señores están trabajando y Rayan tenía que ver algo en su trabajo por lo que puedo decir, tengo casa sola. Dejé la maleta a un lado del armario y tomé uno de los libros que tengo hasta arriba en esta me recosté en la cama sin estar muy centrada en el libro y cuando menos me di cuenta me quedé dormida.
(...)
Estar en la escuela mientras tienes clases y con mi humor que no es el mejor, me siento agotada y muy sola realmente te afecta para poder prestar atención, aunque después puedo repasar las notas.
Efectos Pre-Andrés.
Estos días soy una persona capaz de demostrar mucho mis emociones y soy mucho más sensible de lo normal por lo que siempre estoy comiendo cosas dulces, las cuales nunca faltan, pero me falta el poder demostrar mis emociones porque quisiera estar abrazada a alguien tal cual garrapata, pero eso sería muy difícil.
Podemos abrazar a Simón.
¿Y causarle problemas con su novia? Paso. Las únicas personas a las que soy capaz de pedirles un abrazo son a Darcy y por milagro a Dylan, pero uno no vino y el otro es raro conmigo.
Termino mi clase de matemáticas de la cual después tengo que pedir los apuntes porque siendo sinceros no preste mucha atención además de que siento que no están muy completos, soy la última en salir y me encuentro a Simón y Dylan hablando recargados en uno de los postes que hay por lo que me acerco a ellos haciendo que se callen.
—Hola latina —saluda Simón apenas me acerco a donde están.
—Hola —mi voz sale casi como un susurro y eso no está bien.
— ¿Todo bien? —cuestiona lo que me da a entender que no luzco como todos los días.
—Supongo, ¿Qué cuentan?
—Dylan necesita una modelo para su clase y estábamos pensando en ti —dice Simón dejándome un tanto sorprendida pero la mirada de te quiero matar de Dylan no dice lo mismo.
— ¿Estás seguro de eso?
Todo lo relacionado a Dylan me hace dudar demasiado.
— ¿Estas dudando de mis palabras? —pregunta Dylan dando una mirada de ¿Molestia? No estoy segura.
—No, solo que... —dejo las palabras en el aire por la mirada que me dedica Simón.
— ¿Aceptas? —interroga dándome una mirada de comprensión.
Asiento con la cabeza, como tengo clase con Simón voy caminando con ellos, aunque no estoy para nada segura de lo que van hablando solo que de momentos escucho risas y para no parecer fuera de lugar sonrió por momentos. Nos detenemos frente a las puertas de los salones, los chicos están en silencio por lo que decido irme, pero unos brazos me detienen los cuales me rodean por la espalda, asombrada por la acción me giró despacio para quedar mucho más asombrada pues quien me abrazaba es Dylan.
Quedé en silencio, pero aun así lo abracé sintiendo como se tensaba, pero al mismo tiempo se relajaba recuesto mi cabeza en su pecho, siento como mantiene sus manos a la mitad de mi espalda pasan unos segundos y Simón se despide lo único que hago es asentir no me doy cuenta, pero en un momento cierro los ojos, aunque no pasamos mucho tiempo abrazados pues se separada de mí.
—Después te aviso cómo van a ser las fotos.