Capítulo IV: Bailando En La Oscuridad

Allyson y su hermana: la rivalidad era más sutil que digamos, un Caín y Abel, pero no por el hecho de haber menos tripas y muertes la hacía mucho más aceptable (quizás legal, pero en definitiva no aceptable)

—Este programa es tan tonto... —Jake comentó mientras veía la televisión junto a Allyson, ambos en la sala de la familia de la joven.

— ¿A qué te refieres? —ella le preguntó

—Entiendo que el humor absurdo es bueno a veces, pero este show de plano se pasa de ridículo ¿Qué clase de idiota escribe estas mensadas?

—Salvador Dalí en drogas después de una lobotomía frontal.

—Eso es poco probable Allye.

—Está bien: cualquier persona en drogas...

Jake trataba de animar a su amiga, pues él sabía muy bien que dentro de poco debía de afrontar a cierta persona la cual no es precisamente su favorita.

— ¿Y...donde esta Sarah? —Jake preguntó tratando de hacer conversación y evitar el silencio digno de un encuentro con los futuros suegros.

—Le di calmantes en su bebida; se la pasara el resto del día armando un rompecabezas que le falta una pieza; no estoy de humor hoy para sus cosas.

— ¡Por Dios Allye! —Jake dijo sorprendido

— ¿Qué?

— ¿Por qué no se nos ocurrió eso antes? Nos hubiera ahorrado varias apariciones en la corte de lo familiar y carteles de "se busca"

—Creo que la lección es que las drogas si son la respuesta.

—Eso es un poco duro ¿no crees?

— No tanto como el profesor de educación física

— ¡Eso es aparte...! Pero solo por precaución: si ese monstruo llega por aquí, recuerda: no me conoces, no sabes dónde estoy, y si lo demás falla, di que hallaron mi cuerpo alrededor de una rivera.

—Jake, ¿qué hiciste?

—Bueno, dado que competir en el terreno físico contra ese Golem es prácticamente imposible hice lo siguiente más honorable—Jake le contó a Allye mientras le enseño de su bolsillo una cartera.

— ¿Qué es esto?

—La cartera de Weinbach, con sus tarjetas de crédito incluidas: el siguiente mes estará esperando mil dólares en pornografía furry.

— ¿Qué es "furry"?

—Créeme: no quieres saberlo...

Tras aquel comentario, Allye revisó la hora marcada en el reloj de su pared: el momento de la cita había llegado; ambos subieron a la habitación de la joven mientras Sarah, que se había quedado ahí, continuaba balbuceando y tratando de formar una figura imposible; Allyson encendió su computadora, entró a su cuenta de mensajería instantánea y esperó a que su hermana hiciera lo mismo, pero tras varios minutos, Jessica no hacía lo propio.

— ¿Segura que era a esta hora? —preguntó Jake

—Sí, bueno, ella me dijo que así sería, mas no sería la primera vez que miente: "si Allye, te llevare a tu club de cine europeo", "si Allye, te devolveré los cincuenta dólares que me prestaste", "si mamá, todavía soy virgen"...

—Si me vas a imitar, al menos podrías hacer un intento. ¿No hermanita? —Alguien, una persona bien conocida por ella, comentó desde la ventana.

Después de asustar a Allyson, se percató que se trataba de Jessica, y se calmó, solo para darse cuenta que, bueno, se trataba de Jessica y se asustó aun más.

— ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en la Universidad? —Allyson preguntó mientras se levantaba del suelo tras la sorpresa de ver a su hermana en vivo y a todo horror.

—Bueno, mis amigos me invitaron a un concierto en la ciudad, y pasaba por aquí y bueno, decidí darte la sorpresa —Jessica dijo tras acomodarse en la cama de Allye y limpiarse las hojas de la ropa tras escalar en las enredaderas.

—¿Por qué no entraste por la puerta?

—No quería llamar la atención de mamá.

— ¿Estás borracha otra vez no?

— ¡No...mucho! —Jessica contestó y después hecho un vistazo al cuarto de su hermana, a un chico burlándose de las fotos de una cartera que no es suya y a una chica embobada por los calmantes de su madre, y solo pudo decir una cosa—. ¿Sabes Allye? Me gusta ver que sigues juntando con gente decente y bien adaptada...

Las palabras de Jessica todavía tenían esa cualidad de guardar insultos y desdén oculto en simples comentarios que se escuchaban inofensivos, y Allyson lo notó al instante.

—Como sea, gracias por venir, es que no se con quien más hablar de esto—

— ¿Por qué lo dices? Tienes a tus amigos...—Jessica volvió a ver a Jake y a Sarah—...eh, creo que ahora entiendo tu punto...

—Sí, bueno...Jake ¿Nos pueden dejar solas?

—Como quieras Allye: vamos Sarah, te ayudo con tu rompecabezas...

Tras la salida de Jake y Sarah, Allyson se sintió más confiada, y al mismo tiempo, más temerosa.

— ¿Quién es el chico? —Jessica tomó la iniciativa en la plática y preguntó