El club de los fracasados malditos

Neutro y La reflexión.

Neutro y La reflexión.

Primero unas palabras, sino no podríamos arrancar una de esas historias que me gustan narrar en mi computador.

Tal vez una de las paradojas, más increíble que exista en éste mundo y posiblemente en el universo sea esa que tiene que ver con las relaciones humanas, y su nexo casual, o causal que se presenta con una palabra típica y tan compleja que lleva como título el nombre amor. Toda relación precisa de vínculos, afectos, socialización. Lo vemos en el trabajo, en la amistad, por doquier. Pero la más particular y extraña de esas figuras es la que se une por medio del amor.

Algunos, o algunas van como muertos vivientes en busca de ese tipo de vínculo. Por atracción, deseo, cariño, aunque siempre en aquel camino repleto de piedras y barbaridades se descubren verdades. Claro que no conozco mucho ese aspecto, por la escasa socialización que me ha dado la vida, sin embargo he visto por causa del amor caer a las legiones más poderosas de un hombre, o una dama a los pies de sus contrincantes. Se vuelven tontos, inútiles, y ceden a todos los mundanos caprichos. Están los correspondidos, los no correspondidos. Están los que odian la soledad, y los que la aman, y sin embargo todo ser humano necesita de alguien que les regale un motivo para enamorarse. El amor es uno de las pocas mentiras que existan esparcidas en el aire, cuyo fin es evitar que la sociedad se suicide en masa. Infelizmente ese paraíso de las maravillas viene dibujado de primaveras que vienen cansadas de fatiga, o por lo menos lo he visto con todos los sentidos. Verlas a ellas y ellos, las solteras y solteros; perdedoras y perdedores., que intentan iniciar el camino, pero no saben cómo, que se pierden en la mitad sin llegar a destino, y quienes llegan y se arrepienten.

Siempre he visto sufrir el dolor de la derrota como un tercero espectador ocular, y no lo toleré. Por eso desde que las conocí a ellas, me interpuse como maestro en lograr romper la maldición que las acecha, y que acecha a todos.

Quizás Anton Chejov tenía razón cuando manifestó que… cuando se ama y se reflexiona sobre ese amor se debe comenzar por lo que es más alto, por lo que es más importante que la felicidad o la desdicha, que el pecado o la virtud en su sentido habitual, o bien no reflexionar en absoluto”.....

Me prometí que haría de ellas el final perfecto, y así comencé esta historia…Ahora copiar y guardar Word.

Archivo guardado. Luego continuare con mi historia.

Gaspar Leandro….




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