TROY COLLINS.
"El problema de las personas sinceras es que creen que los demás también lo son."
— ¡Eres un imbécil Troy! —Me grito la odiosa pero irresistible de Bela.
— ¡No más que tú noviecito! —Le devuelvo el grito.
— ¡No entiendo que te hizo Shelton como para que lo golpearas!
— ¡Besarte, eso hizo!
— ¡Y a vos por qué te molesta eso!
— ¡Por que me gustas!
— ¡Pero vos a mi no!
— ¡Por que no me das una maldita oportunidad!
La gente que pasa nos mira raro por como estamos gritando a plena luz del día en medio de la calle.
— ¡Porque no, Entendelo jamás me vas a gustar!
Cada vez que hablo con Bela, es cada vez que otro pedazo de mi corazón se rompe.
— Más te vale que te Alejes de mi y de mi novio si no querés que te ponga una orden de restricción.
Mierda.
Sin más se alejo de mi dejándome solo en esa calle con la mirada de todos en mi.
— ¡Al que me siga mirando le voy a arrancar los ojos con tenaza! —Enseguida todos voltearon la mirada hacia otro lado.
Imbéciles.
Salí de ahí directo a encontrarme con los chicos.
(...)
— ¿Entonces? —Nos pregunto Cooper.
— Vamos a tener que escaparnos, yo no me pienso perder esa fiesta. —Contesto Rylan.
— No creo que este bien, porque no mejor nos quedamos jugando a las damas. —Hablo Paxton.
Eso me causo gracia, pero evite reírme.
— Las únicas damas con las que quiero jugar están en esa fiesta. —Troy. — Y deja de ser tan marica.
Paxton le teme a lo que sea creo que hasta a su propia sombra.
— ¿Ustedes qué dicen? —Pregunto Rylan a mi y a Cooper.
— Por mi esta bien. —Conteste indiferente.
— Está bien, pero nos van a descubrir. —Hablo el pesimista de Cooper.
— De acuerdo, cambiensen y bajamos por la ventana. —Ordeno Rylan.
Terminamos de vestirnos y bajamos uno a uno por la ventana.
Subimos al auto de Rylan y fuimos directo a la fiesta.
Otra noche y una amenaza sobre ponerme una orden de restricción.
Digo amenaza por qué ya me han puesto un par.
Si no solo fueron amenazas.