El club friend zone

Capitulo 2

Club Friend Zone

Capítulo 2

Cada cinco segundos miraba la pantalla de mi móvil esperando cualquier notificación de mensaje sobre “El club Friend zone”. Ayer pasé casi toda la noche platicando con los usuarios del grupo, me parecieron personas muy divertidas. Tenían mucho en común conmigo y al parecer han tenido peores experiencias en el amor que yo. Excepto por el usuario FallDarkness120. Hoy averiguaría quién era. Albert estaba sentado junto a mí comiendo sus papas fritas con carne. De vez en cuando prestaba atención a lo que estaba diciendo. En realidad, solo veía sus labios moviéndose mientras hablaba, pero me perdía en la conversación.

—¿Te has dado cuenta que, hoy las papas tienen un sabor extraño? — él pregunta alzando un trozo de ellas mientras estas se balancean en forma chistosa.

Asiento a lo que dice. Pero seguía mirando mi cel.

—¿Danielle? —Albert da un golpe en la mesa dos veces para que pudiera reaccionar.

—¿Si? —Guio mi vista a la papa entre sus dedos.

—Te pregunté si has notado un sabor extraño en las papas. Pero ni eso has escuchado. —Agarro una de las que están en mi plato y asiento. Sin despegar mi atención en la pantalla de mi móvil.

—Danielle, ¿estas esperando una llamada importante? —Él pregunta esta vez tirando la papa frita a su plato volteando su pecho a mi dirección.

Decirle a mi mejor amigo que me he metido a un grupo llamado “Club Friend zone”, no sería apropiado para mí, ni para él. Mentí diciéndole que era una llamada de un sobrino lejano que llegaría a la casa hoy en la tarde.

Su expresión fue de extrañeza no creyéndolo del todo. Sin embargo, vuelve a su posición introduciendo el tenedor en una de las papas. No sé por qué las sigue comiendo si hace poco me ha dicho que tienen un sabor extraño.

Mi móvil vibra en mi mano, Albert dirige su mirada al cel. Esperando a que respondiera.

—¿No responderás?

—Si claro. —Siempre me he sentido a gusto con la presencia de él a todo lado donde vayamos. Pero era la primera vez que quería tenerlo lejos para poder sentirme libre una vez, donde “El club Friend zone”, sea el único espacio en el que pueda ser yo.

“¿Chicos están listos?”, “los espero en nuestra sala”. “El salón G”, todos contestaban con un sí, o un allá nos vemos. Debía buscar la excusa perfecta para decirle a Albert que no estaré con él en nuestras prácticas de piano.

—¿A dónde vas? —Pregunta Albert frunciendo el ceño mientras observaba que colocaba mi bolso en mi hombro con mi carpeta de estudios en el brazo.

—Eh. —Rasco mi nuca buscando que decir. Miraba al techo buscando inspiración. Al piso preocupación y a los lados respuestas. Ah no, eso es cuando no estudio para un examen y utilizo movimientos para copiarle a mi compañero.

—Voy al baño a retocarme. Aliso mi cabello para darle credibilidad.

El encoge sus hombros. —Ok pero no te demores.

No respondo porque ni yo misma sabía a lo que me iba a enfrentar, nunca imaginé que el administrador y los 5 integrantes que hablaban por el chat eran de la escuela. Es raro, pero no tanto al pensar que podrían ser otros a los cuales no conozco para nada.

El salón G, estaba saliendo de la escuela. Era una especie de estudio dentro de un bloque pequeño donde solo los estudiantes de preferencia iban a la biblioteca. A la sala de química. Y otro que se utilizaba para ciertos ensayos del grupo de animadoras, y el grupo de baile.

Para llegar al bloque H debía cruzar el campo de Lacrosse. Donde se encontraban los chicos más detestables de la preparatoria, las estudiantes odiaban encontrarse con sus miradas obscenas y de morbo cada vez que veían pasar a una adolescente. Busqué la manera de camuflarme para evitar ese tipo de comentarios despectivos que salían de su boca. Hoy opté por ponerme un vestido que dejaba al descubierto mis piernas exageradamente pálidas. Y odie tenerlo puesto. Voy de paso rápido casi corriendo lentamente.

Aunque mi físico no era como el de las populares, o las chicas adineradas. Yo me sentía hermosa cada vez que veía mi reflejo en el espejo o de cualquier retrovisor de un auto. Nadie podía decirme lo contrario porque provocarme era el peor error que puede cometer cualquier persona.

El bloque H era un edificio solo de tres pisos. El salón G estaba en el primero dentro de un pasillo largo donde se encontraban situados varias oficinas de la escuela.



#44807 en Novela romántica

En el texto hay: romance, primer amor, friendzone

Editado: 23.03.2019

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