Eran las cinco de la mañana, no habíamos dormido casi nada y ya teníamos ir a trabajar, despierto a Andrew que duerme a mi lado y me sonríe dándome un beso de buenos días, nos bañamos, nos cambiamos y bajamos a desayunar, Emma seguía durmiendo, Salome se había tomado el día para llevarla al jardín y poder hablar bien con Augusto para que el vaya a vivir con ellas.
Después de desayunar, nos subimos a su coche, aunque me subí a la parte de atras ya que el lado del acompañante seguía mojado.
Llegamos al hospital ambos teníamos asuntos pendientes que arreglar con cierta persona, subimos al ascensor hasta mi piso el entro directamente a mi despacho y yo seguí hasta la cocina donde estaban las demás enfermeras, le di a cada una de ellas las tareas que tenían que realizar. Fueron saliendo una tras otra, Oviedo era la última en salir.
-Oviedo, por favor la espero en mi despacho en 10 minutos.
-Si jefa, gracias por ponerme en el piso de mi amor, volvimos con Andrew justamente anoche, le agradezco que me haya puesto en su piso. Me dice sonriente.
-Claro, me alegro por ustedes, te espero en 10 minutos. Le digo haciéndome la dolida.
Fui directo a mi despacho, quería matarla por mentirosa, pero no me iba a rebajar. Le conté lo que había sucedido con Oviedo a Andrew. El se reía mientras yo hervía. Tocan la puerta.
- Pase. Digo
Entra ella viendo su celular.
-Perdon jefa, es que el doctor está mandándome mensajes de porque no llegue a su piso. Dice y levanta la cabeza a mi dirección, se pone pálida al instante.
-¿A si y que doctor si se puede saber, señorita Oviedo?, dice Andrew colocándose a mi lado.
-Usted doctor o diría mi amor con todo lo que hicimos anoche, pero se ve que se le olvidó. Dice mirándome soberbia.
-¿Claro, como esto no? Da vuelta mi computadora y le muestra el video.
Ella se queda perpleja, no dice nada.
El me abraza y me da un beso adelante de ella.
-Oviedo está vez la voy a dejar pasar a partir de ahora va a estar en el piso de maternidad. Si le gusta bien y si no puede renunciar y buscar otro hospital, pero si decide seguir molestando nos veremos en un juicio y no creo que le convenga teniendo este video en mis manos. Dice Andrew. Ella solo asiente y se va llorando.
Pasamos toda la mañana trabajando después de eso, el haciendo cirugías y yo llenando los papeles, visitando a los pacientes y los pisos.
Eran las cuatro de la tarde faltaban dos horas para irnos.
Estábamos tomando café en la cafetería del hospital cuando empieza a sonar mi teléfono, mensaje tras mensaje.
"Hola amor, estoy afuera del hospital"
Le muestro el mensaje a Andrew y el le avisa a los de seguridad para que no lo dejen pasar, me pide el nombre completo para dárselo a ellos.
Me llegan más mensajes
"Zorra, ya vas a salir no te vas a salvar solo con los de seguridad "
"Vos sos mi esposa, sos mia"
"Respóndeme si no queres que te mate"
" Perdón mi amor, me alteras cuando no respondes, atendeme el teléfono por lo menos"
Andrew está hecho una furia, me arrebata el celular de las manos y justo comienza a llamar Fernando, el atiende y lo pone en altavoz.
-Hola mi amor, deciles que soy tu esposo así puedo pasar bebé. El habla por el teléfono.
-Hola Fernando ¿como te va?, soy el prometido de Ameli. Te agradecería que dejes de molestarla ya que ella está conmigo. Le contesta Andrew.
- ¿Y vos quien sos?, ella es mía esta casada conmigo. Empieza a reírse.
-Te equivocas, ella ya no es tu esposa si no que va hacer la mía. No vuelvas a llamar. Y Andrew corta la llamada.
A los 10 minutos me llega otro mensaje.
"No perdiste el tiempo Zorra, pero ya te dije *Hasta que la muerte nos separe y si no sos mía, no sos de nadie*. Ahora tengo que volver a Buenos Aires, pero nos vemos en unos meses. "
Decidí bloquearlo, esa misma noche nos fuimos a su casa para que yo esté segura.