Olivia estaba devastada, Henry había salido por la puerta de la habitación desconfiando totalmente de ella, la sensación era horrible, el no confiaba en ella ni un poco, ¿Cómo podría decirle la verdad si no cree en ella? por primera vez sentia que su relacion, todo su amor estaba totalmente en peligro, y esto la atemorizaba, ella siempre fue independiente, jamas, no sentia depender de ninguna forma de Henry incluso era muy criticada por esto pero para ella era aun mas honesto que nunca porque no estaba con el por necesidad o dependencia, lo amaba por lo que era por su valor y su honestidad, aveces ella deseaba que el viera lo mismo en ella, y en ese momento ella entendió que quizá no era asi, las lagrimas bajaban por sus mejillas, tan fuerte era el pensamiento que abrumó su consciencia al grado de no notar los ojos siniestros de color fuego que la observaban, asi como tampoco notó aquellos brazos atravesar su pared como si fuera papel, o una gelatina viviente, brazos que se transformaron en torrentes de luz y se desplazaron hasta los pies de Olivia halandolos fuerte haciendola caer contra el piso, Olivia al estar en el suelo y notar que un torrente de luz la estaba arrastrando, sintio panico y empezó a gritar, ¿ que estaba pasando? la pared se movía como olas en el mar y los torrentes de luz la estaban atravesando, ella no dejaba de gritar, sintió aún más pánico cuando la punta de sus pies atravesaron las olas de la pared, rápidamente se sujetó de la base de su cama, y empezó a forcejear, aun así era demasiado fuerte aquello que la halaba con fuerza hacia el muro, en ese instante Henry irrumpe en la habitación como respuesta en llamado a sus gritos.
-¡Ayúdame!- gritó ella fuertemente, Henry reaccionó rápidamente, se abalanzó sobre ella y la sujetó fuertemente de la cintura
-Cielo ¿qué está pasando?- preguntó él mientras luchaba contra el muro halandola con todas sus fuerzas.
- Ayudame, no me sueltes - Gritó Olivia llorando, la presión en sus tobillos era aún mayor, estaba lastimada, podía sentir como sus tobillos se doblaban con fuerza, pero aun así el dolor era mínimo a comparación del pánico que estaba sintiendo, y solo podía aferrarse a Henry con todas su fuerzas
-Escuchame mi amor, no te voy a soltar nunca,¿Lo entiendes? nunca, resiste.- las palabras de Henry eran un bálsamo en ese instante sin embargo las fuerzas de ambos no fueron suficientes, ya que fueron arrastrados por aquella fuerza luminiscente y llevados por esa pared de olas de mar.
Olivia y Henry cayeron unos pocos metros de golpe al piso, Olivia rodó un poco por el golpe, Henry se mantuvo en su posición, y apenas pudo ponerse en pie busco a Olivia para ayudarla.
-Cielo, ¿Estás bien?- le preguntó tomándola en sus brazos.
-Eso creo, pero no logro entender qué sucede.- Ninguno de los sabía qué había pasado incluso, cuando cayeron en su actual realidad, vieron que se encontraban en un enorme salón, todo estaba hecho de piedras, tapetes y cortinas de terciopelo y todo estaba alumbrado con antorchas, ¿ era acaso un castillo?Olivia veía a su alrededor hasta ver en el área principal del salón allí vio sentado en un trono un rostro ya conocido y unos ojos que alumbraban como el fuego en la oscuridad.
-¿Conde de Danmerk?- preguntó Olivia atónita ante lo que veía, al salir estas palabras de su boca Henry rápidamente giró su cabeza y se encontró con el conde, el mismo hombre que hace unas horas estaba con Olivia en el restaurante, ¿Que diablos estaba pasando?
-Señorita Hotch que alegría verla de nuevo, señor Dots es un placer al fin conocerlo.
- No entiendo qué sucede.- Respondió Olivia ante el saludo, Henry sintió un escalofrío en su espalda, ¿cómo sabía este hombre su nombre? sentía miedo y apretó a Olivia con todas sus fuerzas, algo estaba muy mal.
- Oh, no deben preocuparse, nada malo va a pasarles, ustedes dos son mi invitados, ya que la señorita Hotch fue contratada para entrevistarme para que el señor Peter Mellow escribiera un libro sobre mi, pensé que sería buena idea traerla aqui, queria tambien traer al señor Mellow pero como se me fue imposible contactar con él decidí traerlo a usted señor Dots, después de todo una dama no debe estar por ahí sola, se puede prestar para horribles malentendidos y comentarios fuera de lugar que puedan perjudicar una dama de la altura de la señorita Hotch, sobre todo si se es un hombre desconfiado.
-¿Dónde estamos?- Preguntó Olivia.
-Oh, bueno no es mi ciudad natal pero si mi reino, como le dije, quería que conocieran mi mundo, ya que el restaurante fue un poco incómodo para la entrevista, así que esa fue la mejor manera que se me ocurrió para ilustrar un poco más quién soy yo, porfavor siganme.
Olivia tomó a Henry del brazo y se lo llevó consigo casi a regañadientes, Henry no emite ningún sonido, Olivia sabía que estaba molesto, a decir verdad lo entendía ni ella en ese instante entendía lo que realmente estaba sucediendo, ambos siguieron al conde hacia el balcón, no podían creer lo que veían, era una tierra llena de luces, montañas de cristales, árboles por todas partes con una tonalidad naranja, calabazas, parecía el otoño y el cielo era oscuro, iluminado por algunas estrellas, cabañas se veían a lo lejos al igual que diferentes cultivos, todo parecía sacado de un cuento.
-Bienvenidos a Danmerk, espero que disfruten su estancia mientras están aquí.
Todo parecía sacado de un sueño, ¿eso estaba pasando? cómo es posible como un mundo así puede existir, una vez más se repitió que nadie en el mundo podría inventar algo así, incluso se sintió algo mediocre al pensarlo, todo en aquel mundo era igual que el Conde de Danmerk, algo imposible de imaginar, pero que estaba ahí, ante sus ojos, no podía contener el aliento, la calidez en su pecho y el aire que sentía a su alrededor.
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Editado: 05.10.2021