Capítulo 3

Capítulo 3

Antho miró a todo el mundo reunido y sintió como el ambiente se volvía tenso con cada uno de los relatos de los hechos ocurridos en los últimos meses, era algo que se les estaba saliendo de las manos y que les podía exponer nuevamente, lo cual no era algo aceptable en aquella época. Las relaciones tensas entre los mortales era suficientes para el anuncio de una futura guerra, como para más encima generar miedo ante nuevo conocimiento.

Atacarían.

No lo pensarían dos veces, el miedo sería más grande que ellos y harían una nueva caza de brujas, donde justo pagarían por pecadores, sin tener medidas y aquello era un derramamiento de sangre que no se permitirían a generar.

—… Antho —El mayor salió de sus pensamientos cuando su nombre fue pronunciado— Tú tomaste la responsabilidad por Hayden hace tres siglos, siendo liberado hace tan solo uno ¿Crees que tenga el criterio para enfrentar lo que está sucediendo?

—Él estuvo muy perdido, como cualquiera en su posición, vino a mí por consejo y yo me encargue de entregar toda la información adecuada, ahora como cualquiera de nosotros fue libre de escoger su camino a seguir —Explicó mientras era observado por al menos cien atentos pares de ojos— Le conocí y apoye su independencia porque es un joven que aprenden las lecciones y es justo en la vida, si se le explica adecuadamente estoy seguro que hará lo correcto

—¿Y si lo correcto es eliminar aquello que tanto ama? —Preguntó Siu mientras le miraba de forma severa— ¿Crees que hará lo correcto?

—Creo sin importar lo que deba hacer, no permitirá el daño a inocentes si el poder está en sus manos —Contestó con seguridad, aunque un temor se instaló en su muerto corazón

—¿Aun siendo impuro? —Preguntó uno de los miembros de la nueva tierra

—Eso nunca ha detenido a Hayden —Confirmó Antho

Un murmullo general comenzó a generarse y Antho sintió la misma sensación de cuando el primer Impuro fue aceptado en el Clan, habían pasado tantos siglos pero cada decisión siempre traía una consecuencia que pagaban por la eternidad.

Los vampiros eran unos de los seres más antiguos en la Tierra junto a otras criaturas como los licántropos y los reptilianos, incluso habían sido capaces de ver la evolución de otros seres, entre ellos los que  después llamarían humanos. Al inicio todos vivían en una misma comunidad -aunque siempre los Humanos habían sido una especie muy voluble y violenta generando que su interacción con estas fuera evitada- todo fue bello y hermoso, el mundo era su paraíso personal hasta que la envidia de los humanos los hizo cometer el peor delito: asesinato.

Los Humanos ya se habían matado entre ellos, incluso entre sus variantes, pero cuando atacaron a los otros clanes fue la gota que llenó el vaso, los clanes les abandonaron y siguieron sus vidas sin ellos, entonces fue la primera vez que hicieron la cacería de los inmortales, fue una situación horrible, casi se extinguieron los humanos y los pocos que quedaron tuvieron la inteligencia de retirarse. Con miedo a que fueran incapaces de sobrevivir algunos brujos y reptilianos fueron con ellos, los demás acordaron retirarse y alejarse de aquellos seres que solo traían desgracia.

Aquella fue una hermosa época, los Vampiros solo son capaces de reproducirse cada doscientos años por lo que su Clan fue creciendo lentamente, su tatarabuelo nació en esa época y siempre le contó lo hermoso que era, como entre todos se conocían, aprendían unos de otros y tenían una hermosa relación con los demás seres y la naturaleza. Fue entonces cuando la expansión de los seres humanos inicio y antes de poder evitarlo ya vivían entre ellos.

Luego de eso todo fue un caos, guerra tras guerra, siempre había un grupo de humanos que se sentía superior a otros y se sentían con la autoridad de estar al mando, logrando solo un gran derramamiento de sangre.

—¿Y si debe pagar por los crímenes cometidos? —Preguntó Siu, para ella la ley debía cumplirse sobre todo— ¿Hará lo correcto?

—Si —Nuevamente el dolor se instaló en su corazón ¿Pagar una condena por amar? Estaba seguro que su joven pupilo ya lo estaba haciendo

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Hayden subió el pañuelo que tenía en el cuello hasta cubrir su boca, algo dentro de él le decía que algo andaba mal pero intentó quitar aquella idea de su cabeza, Scarlett iba con un largo vestido blanco y un pañuelo azul con detalles dorados cubría su rostro, se veía molesta, su ceño estaba fruncido y estaba seguro que estaba mordiendo su labio.

Tenía hambre.

Habían viajado por un par de días y en todos estos la chica no había podido alimentarse como se había acostumbrado, solo pedía que soportara y que no perdiera el control, llegando al templo de Nefertiti serían capaz de descansar y beber hasta saciar su sed.