El Contingente

El Monstruo

Me despierta el sonido de los pájaros y el de los típicos sonidos de las estaciones. Hemos llegado a Washington D. C. con una brisa helada para ser la primera semana de junio. Al despertar corro al baño para cambiarme. Según lo que dijo Hannah, me debo de vestir como un día común, y que solo debo ir con el traje elegante en esa cena. Me pongo los primeros jeans de mezclilla en mi maleta, junto con una playera roja y unos tenis negros. Cuando salgo y cierro mi maleta, Hannah ya me está esperando. Hoy lleva una playera blanca, tenis igualmente blancos y un overol de mezclilla que le llegan a las rodillas.

— Oh, qué bueno que estás listo. Por cierto, espero que hayas dormido muy bien.

— Gracias, igualmente, ¿Cuál es el horario del día?

— Según mis padres, nos apartaron una habitación en un hotel —saca un mapa y me señala un lugar con una x—. El lugar se llama hotel Magnico 45.

— Ese hotel es muy costoso ¿Cómo tus papas pueden pagar todo eso?

— No lo hicieron, todo lo pago RedCell, por lo de la cena.

Por atrás llega un chico rubio y algo alto que tiene un pequeño parecido con Hannah, de ahí a más no son nada similares. Cuando toca el hombro de ella se voltea y se emociona mucho. Lo más seguro es que sea un familiar.

— ¡Noah! Hola, ¿Cómo llegaste tan rápido? —se voltea hacia mí y lo más seguro es que me presentara—. Axel, él es Noah, mi hermano— justo como pensaba. Es su hermano—. Noah, él es Axel y vendrá a la cena.

— Es un gusto conocerte Axel —dice con un tono muy elegante mientras me estrecha la mano—. Sé que nos llevaremos bien. Tuve la suerte de ir este año, después de todo estoy de vacaciones y pensé en ir a visitar a mi hermanita desde Italia.

— ¿Estudias en Italia? Eso es genial, he escuchado que en Italia tienen grandes escuelas ahí, pero son casi inaccesibles por la enorme demanda.

— De hecho, son geniales, y creo que tu podrías entrar en una fácilmente. Seguiría con la charla, pero tenemos un hotel al cual ir.

Llevamos nuestro equipaje a su carro deportivo de color azul metálico, y el resto del camino Hannah y Noah se la pasan hablando, seguramente, los meses o años que no pasaron juntos. Llegamos a un gran hotel blanco al estilo de la casa blanca combinado con cualquier hotel temático de Las Vegas, con sus decoraciones doradas y sus paredes blancas y los pilares grandes. Después de registrarnos nos dan la habitación y guardamos nuestras cosas. Justo cuando estamos por relajarnos totalmente alguien toca la puerta y Hannah es la que abre.

— Oh, Dorothea has llegado, que gusto es volver a verte —dice Hannah con una emoción algo fingida

— Sí, lo que tú digas ¿Quién será tu acompañante este año?

— Está con Noah.

Él y yo estamos guardando el equipaje en nuestra habitación cuando entra Dorothea y la veo finalmente. Es muy alta y con el cabello rojo oscuro con mucho maquillaje y un vestido que parece a punto de romperse.

— Así que debes ser tú el famoso Axel, el que acompañara a mi pequeña hermanita.

— Ese soy yo —digo con el tono más amable para evitar que me odie tremendamente.

— Al fin Hannah trae a un buen chico —me ofrece la mano y agrega—. Soy Dorothea, soy la hermana mayor. Espero que nuestros padres te acepten, enserio si traerás algo bueno en la vida.

Me sorprende mucho que les agrade e incluso que me hagan cumplidos. Tal vez sea la cuestión de que este Noah, ya que en los otros años que no está y todo sale un desastre. Dorothea le susurra algo a Hannah y ella se voltea

— Chicos, tenemos 5 horas antes de la cena, así que Dorothea y yo iremos a pasear por las calles. Adiós y recuerden estar aquí para las 6:45.

Ambas salen y nos dejan a Noah y a mi toda la habitación. En estos momentos me siento más confiado, más seguro. Después de un rato de discutir a donde iremos, nos decidimos por una sala de videojuegos, algo en donde ambos somos expertos. Washington es un lugar muy grande e interesante. Y como cualquier turista normal vamos a todos los sitios turísticos que podemos. Vamos a la casa blanca, aunque solo nos tomamos una foto afuera por obvias razones. Vamos al monumento de Abraham Lincoln que es más gigante de lo que pensaba. Vamos a todos los lugares posibles mientras tenemos tiempo, pues ambos no podemos darnos la oportunidad de ir tan seguido a Washington al vivir lejos de aquí. En ningún momento me siento agobiado y creo que lo más raro es mi actitud de un típico turista, tomar fotos y comprar cualquier cosa en una tienda de regalos como si fueran juguetes, antes me parecía algo tonto que varios turistas en Racyn City tomaran foto incluso al bote de basura y ahora me comporto igual a ellos.

Paramos en un centro comercial a 1 hora antes de irnos al hotel. Increíblemente ha sido un gran día y ha sido tan emocionante que necesito descansar, el día no ha sido tan malo como pensaba, o bueno, no todavía, Noah ha resultado muy agradable. Llegamos a un restaurante de comida rápida y me compro una hamburguesa con papas, hace mucho que no como una de estas y no es por el tiempo que estuve en coma, no tenía tanto dinero para ir a franquicias de comida rápida. Siendo opuesto a mí, Noah pide una botella de agua fría una ensalada sin aderezo, pues para él es importante no consumir tantos carbohidratos y evitar la mayor cantidad de sodio posible, suena razonable porque piensa en su salud, pero ahora no puedo disfrutar mi primera hamburguesa en meses como lo hacía antes. Mientras hablamos de la cena, Noah me pasa la botella de agua muy fría.



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En el texto hay: armas biologicas, poderes, héroe

Editado: 22.10.2022

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