Rubí se despertó muy tarde ese día, ya que la noche anterior había llegado bastante tarde de la fiesta, espero que su doncella le subiera algo para poder comer ya que la hora del desayuno ya se había pasado.
Rubí
Termine de comer, me di un baño y me puse un atuendo sencillo y más abrigador ya que el invierno se acercaba, cuando estuve lista baje a la biblioteca a buscar un buen libro hoy solo me apetecía leer tranquila, pero como siempre mis planes eran frustrados por alguno de mis progenitores.
- Rubí que bueno encontrarte hija tenía que hablarte de algo muy importante.
- Padre ¿no podría ser en otro momento? Solo quiero leer un libro de manera tranquila ya que madre no se encuentra en casa
El padre de Rubí ante el comentario de su hija soltó una carcajada, ya que nadie mejor que ella para describir a esa mujer tan desesperante en la que se había convertido su esposa.
- No hija temo decirte que es por esa misma razón es que quiero hablarte, ya que esto quiero que quede solo entre nosotros, y siendo franco si tu madre lo escucha se enterara todo York y sus alrededores.
Rubí ante ese comentario no pudo evitar sonreír, ya que su padre estaba en lo correcto con respecto a su madre.
Juntos caminaron hacia el estudio de su padre, Rubí va delante de él, pero había algo que no le cuadraba, su padre se encontraba bastante nervioso algo poco usual en él ya que era un hombre imponente de mucho respeto, su sola presencia intimidaba a muchos hombres.
Su padre le empezó a comentar que desde años atrás varias familias habían hecho un acuerdo el cual consistía en que entre ellos casarían a sus primogénitos, para que así las familias más poderosas no fueran rotando y se mantuvieran en la poder , lo cual se ha llevado a cabo hasta hoy en día, Rubí escuchaba muy atenta lo que su padre le contaba ya que eso era más que obvio que la involucraba a ella como hija única del matrimonio, su padre termino de relatarle el acuerdo y se quedó callado escuchando la reacción de su hija la cual estaba muy callada y eso no traía nada bueno, el conocía mejor que nadie el carácter de su niña.