Capitulo 8; Raziel

Bella POV

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Los Cullen miraron a Raz con tranquilidad en sus perfectos rostros, eso nos confirmó que Zack ya se había “presentado” antes. Pero, a pesar que eran seres que tenían poca relación con los humanos, sin mencionar a Carlisle, debíamos ser cuidadosos con la información que les otorgábamos.

El silenció nos envolvió por unos instantes, me supongo que esperaban que alguno que atreviera a mencionar algo.  

—¿Tú eres el otro hijo de Esme? —con voz tímida, Alice le preguntó a Raz.

—No —negó mientras me miraba por el rabillo del ojo. Al parecer mi madre había decidido mantenerles oculta mi identidad. Suspiré agradecida por esa pequeña acción, no necesitaba que supieran quién soy en realidad.

—Soy algo así como—pensó un momento cual era la palabra correcta —su sobrino.

A pesar de que Raz era hijo de Rafael y obviamente no era nuestro hermano, Zack y yo llegamos a formar un vínculo muy estrecho con él.  Lo conocemos desde muy pequeños, y los tres hemos pasado muchos momentos a lo largo de nuestra vida.

A pesar de crecer juntos, Raz y yo llevamos un entrenamiento diferente a mi hermano.  Desde pequeño, Zack pasaba horas al lado de mi padre, entrenando junto a los mejores guerreros, pero Raz y yo fuimos entrenados por Rafael y Esme, era más divertido estar con ellos.

—Esme nos contó un poco sobre ella —habló Emmett sacándome de mi mente. A mi lado, Raz asintió. —Puedes contarnos un poco sobre ti.

El cuerpo del ángel a mi lado se tensó. Raz odiaba a los Cullen, por muchísimas razones; me habían lastimado, me abandonaron, cambie quien soy por ellos. Pero la principal razón era que, según sus palabras, le querían arrebatar a la única persona que de verdad amaba.

 Le tomé la mano y le di un ligero apretón para que hablara.

—No hay mucho por contar —Raz meditó un poco antes de hablar.

—Soy hijo de un arcángel, mi madre murió cuando nací —habló con calma— Soy un principado.

—¿Les hablaste sobre las jerarquías de los ángeles? —le pregunte a mi madre. Los vampiros tenían una cara de confusión por las palabras de Raz, supongo que si les explicábamos los rangos que nos gobernaban, no les haría daño.

—Solo lo estrictamente básico —me respondió. Asentí comprensiva, ahora que ya no formaba parte de nuestras filas, debía tener cuidado a quien le contaba cosas sobre su anterior vida.

—No pasa nada si les cuentas —Jasper me miró moviendo las cejas de arriba abajo. Lo miré cómo si le hubieran salido otras dos cabezas. —Si les cuentas toda la verdad estaría mucho mejor.

—Soldadito de tercera —bufé. Él me regaló una sonrisa socarrona. Mi hermano lo ignoró mientras se aclaraba la garganta y después miró a los presentes. 

—En el Caelum  nos regimos por una jerarquía —Zack comenzó a explicar— Temos 3 niveles —hizo una ademan con sus manos poniendo una sobre la otra—Los gobernantes, los consejeros y los servidores. 

»Cada nivel se divide en tres rangos — los Cullen asintieron para que siguiera explicándoles. —Les voy a explicar los 3 que más relación tienen con nosotros.

—Los gobernantes se dividen en Arcángeles, que son la máxima autoridad, son los arquitectos del universo, los constructores del orden,  son los militares más fuertes y dirigen el Caelum. Son los encargados de la paz y de la estabilidad de los tres reinos —casi me largo a reír con la definición que mi hermano tenía sobre los arcángeles, se notaba su ideología hacia ellos. Lástima que no comparta su pensamiento.

—Los Principados —Raz robó la palabra— Somos los guardianes, —se apuntó — Digamos que nos encargamos de atender los asuntos más importantes con los demonios y otras creaturas, además resolvemos todos los eventos que puedan afectar la paz de los reinos, eso incluye tener controlados a  otros seres mitológicos. —apuntó a los Cullen— Y por supuesto, somos los segundos más fuertes del Caelum.

Los tres sonreímos con orgullo. No todos los ángeles pueden presumir eso.

—Y las Virtudes —miré de reojo a Esme — Son los seres más puros, los de sentimientos más nobles. Inspiran a que hagas el bien, son los pilares de nuestro reino, básicamente. —mi madre bajó la mirada— Nos cuidan, nos curan, nos ayudan.

Debemos admitir que cuando ella decidió dejar su cargo, todo se había comenzado a desmoronar. No sólo en nuestras vidas personales, si no que Esme era uno de los elementos más importantes en el Caelum, y perderla se había significado perder el equilibrio en todo una raza.

Terminamos de hablar y nos sumimos en un tranquilo silencio. Cada uno de ellos tenía una emoción diferente en el rostro, desde asombro hasta miedo, pero después de unos momentos asintieron con comprensión.

Creo que sentía empatía por los vampiros. Un día están seguros del mundo que conocen, y al día siguiente resulta que dudan sobre el pasado de varios miembros de su familia, y a la vez tienen que estar lidiando con ángeles, demonios.

—¿Qué edad tienes? —le preguntó Rosalie al ángel en cuestión. Los tres nos quedamos pensando en silencio tratando de adivinar nuestras edades reales.

—No lo sé— hablo frunciendo el ceño—Menos que Zack, eso es seguro —le respondió Raz con un tono casual. Mi hermano lo miró con enfado, no le gustaba que dijéramos que era el mayor de los tres.

—¿Cuántos? —Jasper lo miró interesado a la espera de una respuesta.

—Es difícil decirlo —dijo Raz pensativo. —En casa, el tiempo no pasa de la misma manera que aquí.