El Cuarzo Del Tiempo

VIAJANDO EN EL TIEMPO

VIAJE INTERDIMENSIONAL

Nota: imagínense cada detalle descrito en la Historia, Usen su mente y tranten de ver más allá de su realidad. 
- La familia se había acomodado en su nueva casa, cada uno poseía de su alcoba y más comodos no podrían estar. 
- La noche oscureció el cielo azul de Nueva York y las constelaciones de estrellas adornaron lo más alto del planeta.
- Walker se encontraba en su cuarto. Viendo el techo pero a la vez no lo veía, estaba en un tipo de trance. Lo ocurrido anteriormente había sido muy extraordinario. Su cabeza la taladraban miles y miles de preguntas, ¿pero como no hacerlo?... Que las dimensiones altas, anchas y profundas hayan sido alteradas en vivo y directo es el espectáculo más fuerte que un ser humano podría ver. 
- Los avances de la ciencia jamás habían hablado de algo parecido. Solo tenían teorías de lo que podrían ser. 
- Los seres humanos solo hemos llegado a la luna, tenemos millones y millones de kilometros espaciales por recorrer, y cada vez son más y más, ya que algo llamado, "energía oscura" expande el espacio constantemente. 
- Walker pensaba en que sí alguien ajeno a sus conocidos quizá tuvo alguna experiencia parecida, pero sería dificil emprender una búsqueda, cuando no tienes indicios, los resultados son menos que relativos. 
- Dentro de su mesita de noche una luz verdeazulosa brillo de nuevo, tanto que rompió su trance... 
- Abrió el pequeño cajón dentro de esta misma y sacó el cuarzo, que como siempre, en su centro la energía luminosa estaba viva. 
     —. ¡Activaste la dimensión espejo...!
- El chico se exaltó y comenzó a mirar a todas direcciones....
- Una voz se hizo escuchar, una voz de mujer, de mujer sabía, poderosa, experimentada. Le hacía sentir alguna sensación parecida a la tranquilidad que actuaba en simultáneo con el asombro y desconcierto. 
    —.¡¿QUIEN ANDA AHÍ?!...—. ¡¿QUIEN LE DIO PERMISO DE ENTRAR A MI HABITACIÓN?!... - intentó hacerse irrespetado, pero el miedo le ganaba. No era un miedo excelso, pero cierta inquietud lo intimidaba. 
     — . ¿Cómo fue posible?... 
- La misma voz se hizo presente nuevamente... 
- Al cabo de unos segundos, Walker noto que la voz no venía de ninguna parte de su alcoba... 
- Venia de... de... 
- De su mente... 
    

      —.  Has utilizado una habilidad más poderosa de lo que te imaginas... 
- De nuevo aquella voz hizo vibrar la conciencia de Walker, quien sin explicación volvió a preguntar; 
     —.  ¡¿Quien eres?!... ¡¿por que estás dentro de mi?!... - veía a todos lados, entro en miradas perdidas. 
     —. No estoy dentro de ti... - respondió la voz. 
     —. ¿Entonces por qué te escucho dentro de mi mente? - preguntó mientras mordió su labio, sus manos temblorosas se tornaron, y un caloron enpezo a evaporizar el cuerpo el adolescente. 
     —. Es un poder que el cuarzo te otorga... el te ha elegido... - Abrió sus ojos de par en par y clavo sus orbes en la piedra, quien ahora emanaba rayos como de luz intermitente a medida que esa "extraña voz" decía alguna palabra. 

—. Por eso puedes escucharme mentalmente... Estás dentro de una ilusión totalmente real. 
—. Osea, ¿estas viva? - preguntó al ras de acercar la roca a su ojos izquierdo e intentar ver algo en esa mitad luminosa. 
—. Digamos que soy una fuerza divina que no es de este planeta, ni de este universo, ni de esta dimensión... - Walker se levantó de la cama y se arremetió dentro de el closet que daba al frente de su cama, cerro la puerta, y solo la luz verdeazulosa titilante fue su compañera. 
—. Soy todo lo que menos crees, soy vida pero también destrucción, soy una estrella pero también una constelación galáctica, soy todo y a la vez nada. 
- El adolescente se quedó pasmado con aquella confesión. Sensaciones ambiguas los contrajeron y sin poder dejar de mirar la piedra, por fin le hablo; 
—. ¿Por qué hablas?... - Le dio unas cuantas vueltas al cuarzo para divisar mejor. 
—.  Soy el alma unido a la divinidad. Soy capaz hacerte entrar a la dimensión espiritual y traerte de nuevo sin que lo sientas pero si podrías notarlo. 
—. ¿Solo eso puedes hacer? - cuestionó mientras de llevaba la mano a la barbilla y se la tocába​ suavemente. 
—. Mi poder es relativo... - brilló de un azul eléctrico. —. Es un poder infinito, puedo llegar a cosas que ni siquiera yo sé aún... Pero sería peligroso. Manipular a la naturaleza es irreverente. 
—. Si no manejas mi poder como se debe, puede que ocasiones un desequilibrio del tiempo. Tan grave sería que por nuestra culpa el Big Bang jamás hubiese sucedido... Poco a poco todo lo que existe empezaría a Desintegrarse, hasta ya no haber... NADA. - La luz se convirtio en morado eléctrico. 
—. Pero, si eres tan poderosa, podrias tu prevenir o detener que eso aconteciese... ¿o no? - preguntó el chico con un tono preocupado y  peinaba con las yemas de sus dedos el lizo cabello que poseía. 
—. NO, no sabría decirte si pudiera yo o no... - la luz se degradó a un verde manzana. —. Lo hecho, hecho está... No puedes llegar de la nada y prevenir algo que de por si debió suceder. El comienzo de una existencia masiva no se puede corromper y luego de un solo chasquido remediarlo y todo resuelto.. NO. - recalcó. —. En el universo se encuentran fuerzas, energías, masas y particulas muy poderosas. Una colisión que creo una cantidad imaginaria de energía y calor, debe ser correspondida con la igual y exacta cantidad de la misma. 
- Walker se quedó sin palabras para replicar. Toda aquella explicación lo había noqueado. 
—. ¿Puedes viajar en el tiempo?... - indagó el joven. 
—. En efecto si... Tanto hacía adelante como hacía atrás... - Walker olvidó de momento que no estaba hablando si no pensando. 
—. ¿entonces esto es el futuro, el presente o el pasado? 
—. No existe el pasado, el presente o el futuro...Todo es una realidad constante. - hubo un instante de silencio. Walker se enredo está vez más de lo pensado. 
     —. ¿Ah?. - se rascó el cuero cabelludo. 
  
     —. Todas esas determinaciones coexisten entre sí. El tiempo es, como te mencioné con anterioridad, relativo. La única diferencia son las dimensiones o espacios tridimensionales. - el chico más confuso aún se tocó el mentón. 
     —. No entiendo nada. - expresó. 
     —. A ver, te lo pondré así... 
Tú estás al igual que yo, en una dimensión paralela, aquí se vive un tiempo equipolente. 
Todas las personas viven en dimensiones equipolentes. 
     —. ¿como es eso posible? - interrogó nuevamente. Se salió del clóset y se sentó en el centro de su cama. 
     —. El vivir de una persona no se basa en lo que vino, en lo que viene o que lo que está... 
     —. Aún sigo sin entender... —. Walker no había notado que eran las 2 de la mañana hasta que su madre entró...
     - La madre lo notó sentado en el centro de su cama con aquella piedra misteriosa entre sus manos. 
     —. Hijo, ya es tarde, mañana recuerda que empiezas el colegio. ¿qué haces viendo esa piedra antiquísima?...
     —. Solo estoy viendo su extrema belleza. - respondió si quitar sus ojos de esta. 
     —. Duerme hijo... - replicó la madre. 
     —. De acuerdo mamá. - Se acostó y la cobija se la tendió  encima. Aún así tenía la piedra entre sus manos. 
     —. Apagare la luz. Buenas noches. - Christin se acercó y depositó un beso maternal en la frente de Walker. 
     Salió y la habitación quedó a oscuras. 
     —. Hey. - agitó la piedra. - está se encendió de un azul muy hermoso. 
     —. Hola. - Dijo la reliquia. 
    —. Aún no entiendo nada de lo que mencionaste... - dijo mientras debajo de su cobija la luz chocaba con la materia física de la misma e iluminaba más el rostro del joven. El chico vio por fuera de su cobija y notó que la energía irradiada por la piedra no sobrepasaba la linea de la cobija. El cuarto permanecía a oscuras exceptuando a él dentro de lo que lo cubría.  
     —. De acuerdo... Como decía... 
Tú no vives en el presente ni en el pasado ni el futuro porque simplemente no hay un libro que tenga escrito que esto va a pasar de esta forma, o que pasó o que está pasando.  
     —. Solo vives en una instancia del tiempo unido a el espacio dimensional al que tú "yo" del momento está pasmado... 
      —. Dime algo Walker, ¿alguna vez en tu vida has experimentado esa sensación de que has vivido algo y a el poco tiempo te sucede?
     - Walker con la respuesta ya en su boca decidio responder. 
     —.  Por supuesto que sí... siempre me quedo impactado por unos segundos. ¿por que sucede eso?... - preguntó fascinando. 
     —. Es porque el "tú" de una dimensión más avanzada ya lo vivió, y respectivamente por eso, el "tú" de esta dimensión lo percibe. Sus mentes están unidas, son las mismas personas, mismo cuerpo, cerebro, y hasta podría decir "Mundo", lo único que cambia es la perspectiva dimension-tiempo. 
     —. Wow... ME HAS DEJADO SIN PALABRAS. - admitió Walker, quien ahora miraba con encanto y deslumbro a el cristal precioso. 
     —. Te llevaré a conocer algo que jamás verás si no es por mi poder...  
     - La piedra tomo un verde eléctrico rechinante y brillante. 
     —. ¿que cosa?... - interrogó luego de entrecerrar un poco los ojos.
     —.  ¡¡¡ABRE TU MENTE...!!!
     - La piedra sentencio aquellas últimas palabras antes de lanzar sin ningún aviso a algo que sin duda se apreciaba como una ilusion óptica mental. 
     
     - El mundo se distorsiono una vez más, un efecto de caleidoscopio se reflejó en los orbes del Walker. Este mismo anonadado emitía pequeños gritos asombro y fascinación
     - Entró en una dimensión alterna donde todo cambiaba constantemente de colores. 
  
     - Aquel lugar se podía incluso  comparar a lo que se denota como la parte del cerebro que se encuentran las neuronas, todo se tornanaba azul, rojo y después verde, amarillo, naranja, todo se encogía y estiraba... 
     - De repente Walker llegó a un lugar extraño.. un lugar que jamás había visto y era más que obvio. Empezó a caer entre lo que creía el era un túnel, sus tonalidades se combinaban entre negro y amarillo, aquel lugar no parecía tener fin, su final era incierto, puesto que aquello era de un anaranjado brillante, como el centro del planeta, como si al final se encontrase el mismísimo sol.  
     - Su cuerpo se desintegró en pequeñas partículas de masas y al cabo de milisegundos se volvió a unir cada partícula, cada átomo... Mientras más se acercaba a aquella bola amarilla, brillante y llena de energía, su cuerpo se fragmentaba en particulas y se volvía a unir. 
     - Todo se convirtió en un agujero de gusano, walker daba y daba vueltas dentro de este en una trayectoria recta y variada, aceleraba y frenaba bruscamente. 
     - Empezó a caer y caer y caer por el agujero de gusano, este tenía una mezcla de colores azules, negros, rojo, negro, púrpura, negro... Walker no entendía por qué el negro se hacía tan presente. 
     - Mientras caía, su cuerpo se multiplicó en 5, un cuerpo detrás de otro. 
     - salió del agujero de gusano y cayó en lo que se asemejaba a un sistema solar. Nubes de polvo de infinitos colores se encontraban cerca de el chico. 
     - Su cuerpo se unió y creo uno solo. 
     - Una estrella fugaz paso muy pero muy cerca del mismo, provocando un dolor agudo en los ojos de walker quien por inercia los cerró. La estrella era blanca en su corona y al cabo se iba desplazando su cuerpo hacia atrás, está se volvía, hasta llegar a su cola, un azul rey eléctrico, como el que vemos salir de el fuego de las estufas cuando cocinamos. 
     - Todo pareció estar tranquilo y calmado, Walker flotaba por aquel sistema solar por la ausencia de gravedad, solo se dejaba hacer y observaba todo a su alrededor. 
     - Infinitas estrellas adornaban el cielo de aquel lugar, parecía de noche, era extremamente grande. No había fronteras, solo gigantes rojas y enanas blancas con planetas en órbitas que las rodeaban. 
     
     - El chico creyó haber visto el planeta tierra junto con el todo el sistema solar más conocido hasta ahora por la humanidad. 
     - De un momento inédito, el cuerpo de Walker inició a descender a una velocidad inmedible, pero el estaba seguro de que no sobrepasaba los trescientos mil kilómetros por hora (velocidad de la luz) ya que de por si hubiese empezado a experimentar cambios físicos en si. 
     - Un agujero negro se abrió frente a él y se sumergió en extrema oscuridad, no se escuchaba ni se sentía nada en lo absoluto. Su cuerpo se volvió a desintegrar. Los agujeros negros poseen una gravedad tan absoluta que ni siquiera la luz, que es lo más rápido medido hasta ahora podría escapar. 
     - Comenzó a descender otra vez, esta vez más rápido, un túnel se extendió frente a el, parecía de cristal y de su reflejo mismo podía verlo. 
     
     - Se abrió un portal de características muy extrañas y pasó a través de el. 
     - Cayó en una cama, una muy conocida, muy familiar. 
     - Miró a su entorno y se percató que este también era muy familiar. 
     - Era su nueva casa...
     —. ¿Que demonios fue eso?... - preguntó Walker con el cabello despelucado, algo mareado y descertado. 
     —. Hemos viajado en el tiempo... - respondió la voz femenina en su mente.. 
     —.  ¿el tiempo?..  - comenzó a contemplar la piedra. —. Esto parece mi habitación... 
     —. Si es tu habitación, tú misma casa, mismo país, mismo mundo. Solo diferente fecha... 
     - Walker empezó a darse cuenta que todo no estaba igual a la última vez que estuvo sentado sobre su cama, todo era más moderno. 
      - El piso, que antes era de mármol, ahora estaba cubierto de una especie de alfombra y al lado de su cama había una clase de piso movible, como aquella cosa que usan en los aeropuertos para entregar las maletas cuando los pasajeros llegan a su destino.  
     - En la misma cama había un control... Pero no un control cualquiera...
      - Un control en hologramas... 
     - ¿Que día es?... - preguntó el chico. Y antes de lo esperado una voz compurarizada pero muy humana le respondió. 
     —. 23 de junio de 2027. - Walker empezó a rotar la mirada por toda la estancia y notó que justo en frente de el estaba un reloj, en hologramas también, y este decía hasta la hora. 
     —. Cómo veras, viajamos a una dimensión  más avanzada, 10 años en el futuro... 
     - Al cabo de unos minutos entró un joven, de al menos unos veintiséis años. 
     —. Esperen... Ese s... - no alcanzó a culminar la oración. 
     —. SI, ERES TÚ. Así eres tú en esta dimensión. 
     —. No lo puedo creer... - Walker se llevó a la Boca ambas manos... Era alucinante verse a si mismo... —. QUE BELLO SOY... - y en su rostro se dibujó un gesto de enamoramiento a si mismo.
     - Se paró de la cama y se aproximó a su "yo" de aquella dimensión alterna.
     —. No te puede oír ni ver. - confesó la voz mental del cuarzo al ver en el chico la intención de hablarse a si mismo. 
     - Como reacción, Walker se distanció en retroceso y se sentó en la orilla de su cama. 
     - Donde mismo veía a su otro "yo" manejando una computadora, muy avanzada que era. Pudo notar que no existía ya el teclado, todo era táctil y en imágenes holográficas, todo era a dictador por voz. 
     - A walker Le dieron ganas de ver a sus padres de la época y su hermana que de su seguro ya estaba también más grande. 
     - Se levantó de la cama y se dirigió, encima del piso rondante, pero este no se movió. 
     —. ¿Por qué no se mueve?..  - preguntó mientras daba pequeños saltos encima de aquel aparato con la idea que pudiese estar descompuesto. 
     —. Estás en la dimensión​ espiritual. Por eso ningún gesto tuyo es percibido dentro de este espacio-tiempo.  
     
     - Su trayectoria se hizo manual y cuando fue a apeturar la puerta, notó que su mano no la tocaba. Esta tenía un lector de huellas. 
     - Intentó tocar el lector de huella pero su mano traspasó la pared.
      
     —. Otra característica... - agregó la voz mítica. 
     - Todo el cuerpo de Walker atravesó cada micro particula de aquella pared futurística. 
  
     - Empezó a bajar por lo que eran aquellas escaleras que deban a la planta baja de su casa, donde la última vez que la vio, estaba repleta de basura. Está ahora era completamente blanca, el piso era ahora una alfombra roja bien peinada, parecía la mejor tela del mundo, como era de esperarse, aquel piso rondante daba a todos los lugares de la casa, Walker llegó a pensar en que la humanidad se había vuelto muy floja al no querer caminar, pensó que habrían Robots pero no fue así, aún los humanos hacían sus propias actividades por ellos mismos. 
     - La casa, al igual que arriba en la habitación de Walker, llevaba en cada pared controles de mando en pantallas, los mismos eran usados por mandos de voz. 
     - Si querías encender la cocina, solo decías "encender estufa" y en menos de dos milisegundos, los átomos del gas al ser quemados por las micro chispas de eléctricidad, creaban una combustión haciendo que los mismo átomos se empezasen a moverse más rápido entre sí, creando una fuerza de rozamiento, generando así el fuego azul por al rededor de la estufa. 
     - También podían utilizar la cocina con paneles de acero y vidrio templado que se calentaban. 
     - La cocina era desplegable, los focos de luz eran también automáticos, con solo decir que prendieran, estos lo hacian. 
     - Incluso hasta el baño había cambiado notablemente. 
     - El indoro había evolucionado, era autolimpiante, tenía focos pequeños de luz de colores a los lados (lo que pensó Walker era muy curioso)  y el mismo inodoro te limpiaba, claro si tú querías, también podías hacerlo manualmente. Todo en ese tiempo era automático, muy pocas cosas eran a mano. 
     - Después de ver su casa a lo moderno, Vio a su familia.
     - Su hermana, quien la última vez que la vio tenía quince años y era hermosa y más bajita, ahora era más alta, al parecer tenía unos veinticinco años, el cabello negro y radiante como también largo y abundante lo poseía, se vestía como una ejecutiva profesional, tacones blancos y de plataforma, vestido (era de un color Blanco, pegado al cuerpo de, un solo corté y de mangas largas), aretes elegantes, venía llegando de la calle, de lo que pensó Walker era su trabajo. 
     - Sacó su celular, Walker noto que ese teléfono no era como los del dos mil diecisiete, ahora era como una especie de panel transparente (como un trozo de cristal de mismas proporciones de los celulares de antes), en esa pantalla se graficaban todas aquellas funciones de un celular normal pero todo tipo llamadas, mensajes tanto de voz como de vídeo eran emitidos fuera de esta misma en forma de holograma, Walker horas después confírmaria que las llamadas también habían evolucionado y ya no se usaba la modalidad de llamadas de voz. Tenían un asistente que también en forma holográfica salía de aquella pantalla de una apariencia humana, podiendolo ajustar o crear a tu gusto, y este te asistia y hablaba contigo cada vez que lo solicitaras. 
     - Más tarde, quizo buscar a sus padres pero no los consiguió, así que decidió salir a las calles. 
     - Al salir se quedó impresionado al ver como los automóviles de la época ya no eran por tierra si no aéreos, (claro, en aquello tiempos se podían volar y transitar por tierra), lo mismo sucedía con los trenes y tranvías. Lo que le pareció extraño fue que en una súper pantalla alojada en una pared de un súper edificio más que moderno, decía que las aerolíneas estabas quedando en quiebra por algo llamada el "Futer" y su supuesta creación  y  confección, pero Walker no alcanzó a ver qué era cuando la piedra en su bolsillo brilló de verde y capturó su atención.
     —. ¿Que te parece este nuevo mundo?... - preguntó la reliquia después de ser puesta la vista. 
     —. Espectacularmente avanzado. Esto solo lo había visto en películas. - afirmó el jóven... 
     —. Algún día lo viviras por tu mismo desde un primer plano.
     - Walker decidió quedarse explorando aquel nuevo perfomance del mundo, sin duda alguna está sería una gran experiencia, que algún día tendría que ser guardada en tercer plano. 
     (...)
     —. Debemos volver a tu dimensión Walker. - dijo la voz femenina ancestral. 
     —. ¿Por que? - preguntó el jóven algo nostálgico. 
     —. Estarías desafiando a la naturaleza si se te ocurriera la errante idea de quedarte. - respondió con un tono desafiante y preocupado pero también sabio la reliquia. 
     —. ¿Pero no se supone que el tiempo está congelado en mi "dimensión"?... - cuestionó ignorante el jóven. 
     —. No, el tiempo sigue andando, si sigues aquí, puesto que es tu alma la que yace aquí, en tu dimensión empezarás a descomponerte, allá estás en una clase de sueño pero tú alma  está empezando a desprenderse. Vámonos AHORA... - la piedra se puso del color de un rojo sangre, parecía enfada sin siquiera mostrar algún gesto. 
     —. De acuerdo... - agregó el chico. —. Pero por favor, que no sea el regreso tan brusco como lo fue al venir. - dijo mientras apuntaba su mirada al centro brillante de la piedra, Walker creía que esa era su rostro. 
     —. Tranquilo, eso solo fue para entrenarte. - dijo la piedra en un tono burlón. 
  
     - el chico río y de repente desaparecieron de todo plano. 
     - Walker Empezó a caer de nuevo en un agujero de gusano, este parecía un tobogán azul brillante, pero el tobogán eran quien jalaba el cuerpo de Walker, el no caía.
     - Este viaje fue más tranquilo, Walker disfrutó un vez más de aquella galaxia por la cual pasaba. Lo más impresionante para el fue ver a su propio planeta girar a los mil y tantos kilómetros por hora sobre su propio eje. Incluso, este se hacía ver que giraba lento pero en realidad, girar a mil kilómetros por hora puede mariar e incluso matar a alguien, pero la naturaleza es sabia y segura. 
     
     - Vio como un sol de más de seiscientos sesenta mil kilómetros de radio alumbraba a los gigantescos ocho planetas de la vía láctea. A pesar de estar a aproximadamente ciento cincuenta millones de kilómetros de la tierra, este se veía gigantesco y se sentía muy caliente. 
     - Walker vio de nuevo aquella Estrella fugas que avizoró cuando viajaba aquella dimensión avanzada, igual de hermosa y radiante estaba.  Noto también que iba en línea recta hacia la tierra. El planeta se hacía cada vez más y más grande. A Walker le dio un poco de miedo. 
     - Su cuerpo se empezó a desintegrar desde los pies hasta la última hebra del cabello, Walker veía como era desvanecido y eso lo impactó. 
     - De un momento a otro cayó en su cama, rebotó encima de ella y sin querer sintió como una punta de la piedra se clavaba en su espalda, pego un grito de dolor, arqueó su columna y metió la mano en donde se había golpeado pero noto que en realidad no había sido su cuerpo si no su alma. 
     - La piedra creó esa ilusión de dolor para despertarlo del sueño que su materia estaba sumergida y así fue.
     - Abrió los ojos pesados y un poco mareado. 
     - Sentó su cuerpo y de inmediato vio que su cuarto volvía a ser el mismo de siempre, algo antiguo a como lo había visto hace un rato. 
     - Un rayo de luz le enfocó en la cara e hizo que su brazo lo tapara en cuestiones de segundos. 
     —. Oh no. - dijo con flojera. —. Son las 7 am, debo ir al colegio y no he dormido nada. - puso los pies en el piso de su cuarto pero un profundo sueño empezó a invadirlo. 
     - Su madre entró y lo vio parándose. 
     —. Walker, mirate esas ojeras. No dormiste nada. ESTAS MUY DESO... 
     —. Tranquilo... Se cómo arreglarlo. - retumbó aquella voz en su mente. 
     - Todo empezó a reproducirse en reversa. La madre empezó a caminar hacia atrás pero sin girar su cuerpo. Esto era completamente parecido a cuando no entendemos algún pedazo de una película y le damos en en botón de "«" y todo empieza a marchar hacia atrás. 
     
     - El sol empezó a dejar de brillar, la noche empezaba a caer de nuevo y desde la ventana Walker veia a todas las personas y automóviles moverse en reversa. 
     - De pronto una fuerza lo jaló hacia detrás e hizo que cayera en su cama completamente tendido. 
     - El reloj giraba sus agujas hacia el lado contrario y la hora cada vez se hacía menor. 
     (...)
      —. Hijo, ya es tarde, mañana recuerda que empiezas en colegio. ¿qué haces viendo esa piedra antiquísima?...
     —. Solo estoy viendo su extrema belleza. - respondió si quitar sus ojos de esta. 
     —. Duerme hijo... - replicó la madre. 
     —. De acuerdo mamá. - Se acostó y la cobija se la tendió encima. Aún así tenía la piedra entre sus manos. 
     —. Apagare la luz. Buenas noches. - Christin se acercó y depositó un beso maternal en la frente de Walker. 
     Salió y la habitación quedó a oscuras. 
     —. Hey. - agitó la piedra. - está se encendió de un azul muy hermoso. 
     —. Hola. - Dijo la reliquia.
     - Walker estaba impactado nuevamente, su corazón se paró por milisegundos y su boca se abrió en gesto de desconcierto. 
     —. Esto ya lo viví... - dijo.
   
     —. Lo sé. - replicó la piedra. 
     —. ¿Como lo hiciste?... - interrogó. 
  
     —. Un poder más. - respondió. 
     
     —. O sea, ¿estoy viviendo el pasado?...
      —. Ya te mencioné que eso no existe. Solo rebobine el tiempo para que puedas dormir e ir a tu colegio con fuerzas... Ahora duerme que no lo puedo hacer dos veces. 
     —. Grácias. Me dejas impresionado. 
     —. De nada. Buenas noches. 
     - Walker observo como la piedra dejaba de brillar y solo se reducía a emitir una pequeña luz en su centro. La depósito dentro de su mesita de noche y se acostó a dormir. 
     —. Wow... 
     - cayó dormido...




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