El Deceso de Nuestro Arranque

*26*

Es una locura.

 

Es más, lo dice quien perdió la cabeza, que ve cómo su única opción de libertad. Pero no es el momento, han pasado tantas semanas y lo único que deseo es saber la verdad atrás de esos besos, ¿Qué le tomo tanto tiempo? De cualquier manera, porqué no vino antes, a esperar que se cumplieran meses.

 

¿Escapar siquiera es una opción? Sin dinero, sin nada que tenga por seguro si saldré de aquí, me destroza ver lo fácil para él regresar después de tanto tiempo y aceptar forzadamente nuestro final, claro, me alegra verle, pero no sólo tengo esa emoción en mente, sino muchas otras.

 

-Hades, sabes lo que siento por ti.-Me sincero sin camuflar nada, cualquier comentario hiriente, podría destruirme por completo.-Pero yo no conozco tus sentimientos,-Tiraría todo a la suerte con tal de tenerlo para mí.-no sería capaz de dejar todo por ti, sino lo harías por mi.

 

Determina distancia, tensando su expresión de pronto.

 

-¿De nuevo eso Dasha?-El desagrado destila su tono.

 

Aprieto mis puños y un sabor amargo recorre mi garganta.

 

-Si, de nuevo,-Mi tono abrupto lo desconcierta.-porque estoy al borde de decidir si quiero verte o ya no, si realmente valdrio la pena haber tirado mis sueños para siquiera sentir que era estar enamorada.-Muevo mi palmas alterada, porque lo estoy, siento que recorro un desierto, sin camino.-Me he dado cuenta que no-Muerdo mi labio inferior, más que cansada de parecer rogada con el mismo tema, no me quiere, no me quiere.-y puedes largarte.

 

Camino por la puerta y giro la perilla levemente, destrozada por dentro y el furor creciente que arrastra el ardor por mis palmas, ese odio de saber que han jugado con mis...

 

Algo insiste en mí que no es así, que Hades jamás haría algo así, pero sus palabras no pudieron ser más claras y su expresión, justamente en el momento donde abrí mi corazón ante él, me derrumbo por completo.

 

De pronto, detiene abruptamente mis pasos y me gira, empujando mi cuerpo con furor, jadeando al impactar mi espalda contra la puerta. Abriendo mis parpados sorprendida, pero aún con eso sabor amargo al tragarme todas sus palabras, furiosa de todos, absolutamente todos, pero ahora, en especial él.

 

-No quiero alejarme de ti,-Mi corazón palpita con furor.-no quiero dejar de besarte y acariciarte...-Aparto la mirada con las mejillas ardientes y gira mi rostro levemente con sus dedos pálidos.-Mis días sin nuestras charlas serían abrumadoramente aburridas, eso es lo que no quiero.

 

No quiero ilusionarme de nuevo, porque en eso Hades es experto, en destruir mis ilusiones y crearlas nuevamente, sin misericordia.

 

-¿A qué le temes? Porque no quiero ser una de tus amigas con derechos,-La sola idea me destroza.-dios, no.-No quiero pelear más por lo mismo, quiero ser madura y terminar si lo tengo que hacer, por mi propio bien, eso siempre me ha enseñado mi padre, sin embargo justo ahora estoy en la fina línea de rogar y ser racional.

 

-Claro que no lo eres,-Niega sin dudar esa comparación.-eres diferente a todas. Pero la sola idea de etiquetarte con esas estupideces,-Empuja su lengua contra su mejilla.-nunca.

 

-¿Qué sientes por mí? 

 

Abre sus parpados levemente ante su latente mirada seria, tensando la mandíbula y transformando su expresión sombría ante la pregunta, mordiendo su labio inferior lentamente y ladea una media sonrisa macabra, congelando mi cuerpo abrumada. De pronto impacta su puño contra la puerta, alterando nuestras respiraciones. 

 

Jadeo asustada y bajo mi cabeza, mirando a un lado mío, notando su expresión dolida y no por el golpe...¿Por algo más?

 

Antes de abrir mis labios, él se adelanta.

 

-Esas palabras son las que usa mamá.-Trago duro y su mirada se oscurece con rencor..-Para hablar con los hombres y conmigo, venenosas, falsas, con un fin para su propio bien.

 

Quiero aclarar que no soy ella, que lo nuestro sería distinto, sin embargo conozco muy poco de su historia y lo que apenas sé, es que su madre es interesada. La verdadera impresión, fue que nunca me lo espere que ella fuera así con él, utilizar esa clase de palabras y más cosas.

 

-Quiero que lo nuestro no se base en palabras vacilantes Dasha.-Mi aliento se traba, nerviosa.-En acciones, en sinceridad, más haya de una etiqueta,-Profundiza su tono, borrando toda expresión que me había dejado perpleja, desconociendo esa parte de él.-nuestro mundo.

 

-En toda etiqueta hay reglas Hades, yo no soy una más de ellas, voy en serio.-Mi voz es firme y él no cambia su forma de pensar. Tratando borrar esa imagen fuera de sí de él, no quiero que salga de sus casillas de nuevo, un punto débil, es el tema de su familia.

 

-Lo sé, nuestras reglas Dasha, eso puedo ofrecerte.-Insiste, suspirando.

 

No cambiará su decisión, ni por mí. Después de demostrarle mis sentimientos, después de mostrarle lo que pienso, acoplarse a lo mío, suena egoísta, pero tampoco quiero que viva toda su vida pensando que esas palabras siempre han sido venenosas, me duele que me compare de esa forma, pero seguramente esa imagen de su madre se ha grabado en su mente.

 

Quiero que se olvide su pasado y marque un nuevo comienzo, no por mí, por él.

 

-Yo puedo ofrecerte dejar de un lado los prejuicios, tu pasado; Marcar un mundo con esas palabras, pero con un propósito distinto, poder salir juntos con un nombre de lo nuestro y presumirte, cómo siempre he querido.

 

Mi novio, Hades y su novia, Dasha.

 

¿Es mucho pedir?

 

La frustración en su rostro lo dice todo y la frialdad al alejarse de mí, al acoplarse el frío nuevamente a mí cuerpo al abandonar su calidez, me hiere. ¿No esta dispuesto? Me ha dicho que soy todo para él, pero no lo arriesgaría por llamarme de esa forma, es la diferencia de todas sus parejas.




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