Capitulo 15 Un poco de realidad
Luego de esa noche mágica me dedicaba a esperarla a los pies de la escalera de la biblioteca de Folkcop desde ahí partíamos a algún sitio, no teníamos un lugar específico, día tras día durante varias semanas esa se volvió nuestra rutina, ella me contaba cosas sobre ella y ella preguntaba cosas sobre mi, fuimos conectando de a poco; cada vez quedaba más en claro que esto iba en serio
Así paso el tiempo hasta que la nieve comenzó a caer en Fokcops, las calles se cubrían por esta capa blanca y adornos por las tiendas, las primeras canciones de navidad se escuchaban por las calle, esta fiesta tiene el poder de hacer que la gente olvide las cosas malas aparentemente todos olvidaron que hay un asesino serial entre ellos aunque posiblemente no sepamos otra vez de él yo simplemente no puedo fingir que no paso, aunque mi mente estuviere más relajada aún recordaba al teniente
Despertando una mañana de sábado estábamos los dos boca arriba viendo el techo, llovía muy fuerte aunque la ignorabas por otro motivo. Hoy es el día que me quitan el yeso. Era una sensación extraña había pasado mucho tiempo con el y ella me conoció sin este
-¿Emocionado?- me dice tomándome por los dedos que sobre salen del yeso
-no me preocupa que me quiten el yeso, me preocupa lo que pasara después-digo muy serio
-vamos no digas eso
-ya no puedo ayudar a nadie
-claro que si- me besa la mano- no es necesario que andes por ahí atrapando maleantes, pero hay otras formas de ayudar
-esa era la única que yo conocía- me siento en la cama
-Klaus- dice muy triste- mírame por favor
-no, debo irme
-¿hay algo que pueda hacer por ti?
-no, esta bien ya has hecho suficiente por mi- se queda pensativa y yo voy a la cocina a preparar café
-una pregunta- ella aparece amarrándose la bata- ¿cuándo es tu cumpleaños?- me le quede viendo por unos segundos, era una pregunta extraña para mí
-bueno, sabes que no es tan fácil de decir, uso de referencia el 25 de diciembre pero solo eso, en teoría tengo 36
-¿pero ni una pista?
-pues no
-bueno, podría ser hoy- eso me hace reír
-pues sí, podría ser perfectamente hoy, como saberlo
-tienes razón como saberlo
En el medico me quitaron el yeso con mucho cuidado el brazo apenas fue libre de su prisión comenzó a temblar, era una sacudida bastante fuerte use mi otro brazo para detenerlo pero fue fútil era como si no tuviera ningún tipo de control sobre mi cuerpo
-no debe asustarse- me dice el doctor
-¿y ahora qué doc?- el doctor se me queda viendo
-¿a qué se refieres?- dice intrigado
-nada, déjelo así
Caminaba por las calles con la cabeza abajo la lluvia y el viento no ayudaban a mi estado de animo, una vez en el orfanato la madre superiora dijo que Dios trabaja de formas misteriosas pero no entendía que clase de misión me había mandado, me siento nuevamente perdido, el brazo me duele mucho; sin embargo no puedo sólo rendirme
Fui a un campo de tiro, estoy decidido a no rendirme y a tratar de seguir siendo útil no puedo dejar que esto me gane aún no estoy acabado. Me coloco en mi puesto, veo la diana con forma de persona, me pongo los lentes y los audífonos, esta a unos escasos metros pero veo mi objetivo como si estuviese a kilómetros de distancia, también frente a mi veía la silueta de Dither, estaba justo ahí con su sonrisa, esa maldita sonrisa que me arruino la vida
Subo la pistola con mi mano derecha pero con esa mano no hago las cosas, esa no es la principal mi mano dominante es la izquierda y no pienso dejar que esa sonrisa endemoniada me gane. Trato de encarar valor lanzándome a tomar el arma con mi mano izquierda pero cuando llego a cierta altura como si fuese un trueno siento un terrible calambre en el antebrazo; el dolor es tal que el arma de me cae - No lo dejes Klaus- digo para tratar de darme ánimos
Se me acalambra el brazo pero logro cerrar el puño, afortunadamente tengo control de la mano y con ella la tomo, me pongo de pie otra vez, el brazo izquierdo esta en diagonal aplico toda la fuerza que tengo en mi mano para lentamente empezar a alzarlo, puedo hacerlo, claro que puedo pero cuando llego a cierta altura otra vez un dolor muy agudo estalla en mi brazo; del dolor halo el gatillo disparando el arma , sin darme cuenta termino sentado en el suelo
El tiro pego del techo haciéndole un hueco- maldita sea- grito en la soledad, siento como me desmorono , como si fuese un niño que lo han regañado, de cierto modo es puedo escuchar la risa de Dither, burlándose de mí , no soy mas que un recuerdo de lo que solía ser
Cuando era niño quería ser un superhéroe y de cierto modo lo logre, cuando era adolescente quería ser una estrella de rock ; también lo logre. Ahora de adulto no sé quien soy, ni a donde debo ir, me he quedado sin norte, sin visión atrapado en una prisión de cuatro paredes a la que llamo hogar
Cuando llego a esta encuentro todas las luces apagadas, cosa extraña porque ella dijo que iría a mí casa hoy, de seguro no ha llegado empiezo a oír una dulce en la oscuridad que recita
-cumpleaños feliz, te deseo a ti, feliz cumpleaños Klaus, cumpleaños feliz