Recuerdo que soñabas con un bosque, que caminabas en él y eso te hacia reír.
Recuerdo que pensabas que así sería el cielo y que algún día lo comprobarías por ti misma.
Recuerdo que yo te decía algo distinto, imaginaba el cielo como un universo, algo grande, algo lleno de misterios y algo que nunca dejaría de sorprender.
Entonces me miraste, dijiste que seguramente en ese universo se encontraría el bosque y por eso sería seguro que nos reencontraríamos.
Prometiste que siempre habría una amistad.
Salte tan alto que me caí.