El procedimiento tuvo éxito en el primer ciclo y Cara descubrió que estaba embarazada. Logan quería celebrarlo y la invitó a cenar fuera.
No era la primera vez que se dejaban ver juntos en público. Durante las dos semanas anteriores, la había llevado a exposiciones, obras de teatro y al cine. Siempre se comportaban de forma discreta y acudían a lugares apartados, porque Logan prefería pasar desapercibido. Además, Cara entendía que no quisiera hacer oficial su relación. Había firmado un acuerdo de confidencialidad para que nadie supiera quién era su vientre de alquiler. Ahora que estaba embarazada y pronto comenzaría a notársele, ¿permanecerían sus interacciones bajo llave?
Cara no había planeado convertirse en el secreto inconfesable de Logan. Aunque la trataba con el mayor de los respetos, sabía que estaba fuera de su alcance y que sólo podía haber sexo entre ellos. Y una vez que naciera el bebé, cada uno se iría por su lado. Logan había dejado claro que lo único que quería era un descendiente, no una relación romántica. Si así fuera, hubiera podido embarazar a una novia o casarse y formar una familia.
¿Qué importaba que las cosas entre ellos fueran sólo físicas? Incluso aquello tenía sus ventajas. Desde que había llegado a la conclusión de que, al igual que Logan, a ella también le iba el bondage, lo habían incorporado en sus juegos de alcoba. También disfrutaban de juegos de rol, y hasta de juguetes sexuales.
Cara pudo abandonar su zona de confort y sentirse más cómoda en su propia piel. Se dio cuenta de que no necesitaba hacer cosas de forma constante, y que podía dejar atrás la ansiedad sobre sí misma - y Logan tenía el control que tanto deseaba.
No podían decir que no había nada entre ellos, aunque ninguno de los dos había definido claramente lo que compartían.
Una cosa es irrefutable - Logan estaba encantado con la noticia del bebé. Estaba loco de alegría.
El único inconveniente era que se había vuelto mucho más protector, hasta el punto en que prácticamente vigilaba cada movimiento de Cara. Si estaba alimentándose bien, tomando sus medicamentos y suplementos, relajándose y descansando.
Cara estaba un poco harta. Tenía que hacerle entender que no necesitaba controlarlo todo siempre, por lo que iba en contra de sus deseos a cada oportunidad que tenía, siempre que no se tratara de algo peligroso para el bebé. Era interesante que en su vida normal, Cara no aguantaría a alguien tan controlador... pero por la noche, a puerta cerrada, estaba dispuesta a someterse a su amante.
Era consciente de la suerte que tenía de tener la oportunidad de satisfacer el deseo de otra persona de ser padre, y de averiguar que lo tenía todo. Logan era respetuoso, cariñoso, atento, y sí, dominante - pero de una forma muy distinta a su rencoroso y cruel ex, Jude.
Había días en los que Cara dejaba vagar su mente y pensaba en Jude, y se preguntaba si la seguiría buscando y si la echaría de menos. Pero su vida era demasiado buena para estar preocupándose, se dijo a sí misma, y sonrió a Logan mientras desayunaban en el patio con vistas a los preciosos jardines.
-Parece que estás de buen humor esta mañana- le dijo en tono juguetón, sirviendo té a ambos. Logan le devolvió la sonrisa, que hizo que Cara pensara en lo apuesto que era y lo afortunada que era de tenerlo como amante. No había ni un momento en el que no reflexionara sobre las muchas facetas de su personalidad. Era el multimillonario urbanita, el amante dominante y a veces brusco y exigente entre las sábanas, y el hombre misterioso que escondía sus emociones. Sin embargo, se sentía cómoda con cualquier parte de él que eligiera mostrarle en un momento dado.
-Es extraño, pero me siento cómo si el bebé ya fuera mi amuleto de la suerte. Acaban de decirme que mi último videojuego ha sido aprobado y entrará en producción en una semana- anunció Logan, con un brillo en sus ojos verdes. -Ha sido mi proyecto favorito durante más de un año, y he invertido mucho tiempo y dinero en su diseño y ejecución. Enterarme de que hay inversores dispuestos a ponerlo en marcha en tan poco tiempo, es una excelente noticia.
-Haces que me entren ganas de celebrarlo- dijo Cara, sacudiendo los hombros en un pequeño baile. -¿Y si celebramos una fiesta?
El buen humor de Cara desapareció, y miró fijamente a Logan. -¿Qué?
-Aquí, en la mansión. Siempre he querido hacerlo. Nada demasiado grande, pero sí festivo. Nunca he tenido una buena razón. Creo que el bebé y el nuevo videojuego son motivo más que suficiente, ¿no crees?
-Suena genial. Quiero decir, dará un magnífico ambiente al lugar, pero, Logan …- se mordió el labio inferior y desvió la mirada, no muy segura de lo que quería decir. O cómo expresarlo.
-No hay nada de qué preocuparse, Cara- dijo Logan con una mirada perspicaz. -Siempre he sido una persona muy privada. Mi patrimonio me coloca en un montón de listas top ten de millonarios, pero la gente apenas me reconoce. Y quiero que continúe así, por lo que la fiesta no va a ser ningún extravagante evento social, sino una reunión muy exclusiva de amigos, socios y familia. Supuestamente, celebro el próximo lanzamiento de mi nuevo gran proyecto, pero tú y yo sabemos que es sobre todo por el bebé.
-Oh- exclamó Cara más tranquila, untando de mantequilla una tostada. -Eso es más como el Logan Shane que conozco. Seguro que Meg estará encantada de organizar una maravillosa fiesta con todos tus invitados especiales. Yo me limitaré a permanecer en segundo plano.
-No será necesario- dijo Logan, colocando una mano en su muñeca mientras ella añadía una tercera capa de mantequilla a la ya saturada tostada.
-¿Por qué dice eso?- preguntó, dejando caer el arruinado trozo de pan. -Soy básicamente tu empleada. No es bueno que la gente se haga una idea distinta cuando me vean. Es decir, si es que voy a asistir a la fiesta. Máxima discreción y privacidad, ¿recuerdas?
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Editado: 30.09.2021