Antes de empezar a revisar nada de mi trabajo, fui donde mi jefe y le pedí las vacaciones que no me había tomado, y me dijo que con el feriado y todo, podía regresar tranquilamente el 2 de enero. Era un problema menos y trabajé con más ánimo que nunca. Parecía que incluso al señor Paretti, se le ablandaba el corazón en Navidad... o tal vez, saber que era amiga de Fabiola Bernoulli había influido. Me daba igual.
Al acabar mi jornada fui al banco y revisé mis ahorros, tenía cerca de 12000€, había estado ahorrando para poder comprarme un departamento pequeño, pero al parecer, mi destino me tenía otros planes... retiré 1500€ con el dolor de mi alma y me dispuse a hacer la maleta. Sabía que tenía que ir a Chianti, y de ahí preguntar por el castillo, parecía un plan muy fácil y simple.
Antes de llegar a mi ático, pasé por la tienda e hice una recarga para comprar megas y poder ubicarme con el gps y el traductor. Si todo iba bien, el lunes estaría de vuelta para las 3 últimas clases antes del feriado y un aborto seguro, recuperando mi vida...
Matando a otro...
Me di una palmada en la cara y me puse a hacer la maleta, ropa para 5 días debía ser más que suficiente para un fin de semana. Toda la ropa cabía en una mochila pequeña, sólo llevaría un abrigo y las únicas botas sin tacones que tenía, seguramente tendría que caminar y los tacones de Fabi no serían útiles ahora mismo...
¿Qué le pasaría? La llamé, pero el mensaje de contestadora me pidió dejar un mensaje. Colgué y me dispuse a dormir, saldría mañana temprano y tenía que estar fresca para el viaje...
Me desperté a media noche con hambre. Quería comer algo salado, tal vez patatas fritas... Y ponerles un poco de mayonesa... O mucha.
Se me hacía la boca agua, cociné y me las comí con un ansia mortal. No me importó la temperatura hirviente, sólo quería comer... Al acabar con todo, me tomé casi un litro de yogur de un solo trago.
Iba a engordar como una vaca si seguía comiendo así... Pero prácticamente, todo me daba asco y estaba perdiendo peso a pesar de estar hinchada.
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Me quedé dormida sin manta, y me resfrié... Me dolía la cabeza una barbaridad y sentía la congestión aplastando mi cerebro, no era buena idea, pero iba a viajar de cualquier manera. Nada me lo iba a impedir.
Fui por una manzana pero al tercer bocado tuve que correr al baño... Era asqueroso ver los restos de patata y manzana.
Tiré de la cadena y me lavé la cara. Me recogí el cabello en un moño y salí a vestirme, comer me era imposible...
Llegué a la estación con una mochila en la espalda, un bolso y mis ganas de viajar. Siempre me emocionaba viajar... Aunque esta no era la mejor razón.
Eran cerca de las 7 y fui a embarcar, me bajé en la parada de Florencia confiada de que habíamos aterrizado allí, y empecé a preguntar... Pero Chianti no era un pueblo o ciudad, era una región llena de pueblitos... Y castillos... ¡Por qué no lo averigüé antes!
Intenté llamar a Fabi, pero una y otra vez saltaba el contestador. A la quinta vez, le dije que estaba en Florencia e iba a buscar a Arnoldo personalmente.
¿Dónde estaba y por qué no me contestaba el móvil?
Me enojé y busqué en internet, aparecían nombres como Galo Nero o Impruneta, pero en ningún sitio aparecía una guía con castillos, únicamente los que eran hoteles...
Hablé con una señorita de información y me ayudó hablando en inglés y dándome la mejor ruta para recorrer todo el valle de Chianti con su respectivo mapa... En un mes, si quería verlos todos...
Compré un agua y me puse a analizar mis posibilidades... No podía perder un mes, apenas tenía 3 días y volvería a clases.
Decidí que seleccionaría una zona pequeña y si no tenía suerte volvería a realizarme el aborto, intentaría encontrarlo, pero si no lo hacía al menos no me sentiría culpable por no haberlo intentado...
Busqué en mi red social, Fabi siempre subía fotos de todo... Pero estaba bloqueada. ¿Qué le había hecho yo para que se enojara conmigo? No me respondía y ahora me bloqueaba...
Intenté con otra red, por suerte no me había bloqueado en Instagram.
Busqué y busqué, esa mujer loca ahora tenía nuevas amigas al parecer...
Aparecía con cócteles en muchas fiestas... No, no eran fiestas. Eso era mucho más tranquilo y de gala. Y los fondos me sonaban familiares...
¡Estaba en el castillo al que habíamos ido en Halloween!
La muy perra ya sabía quién era Arnoldo. Y aparecía con ella sonriendo incómodo...
《Il mio amore...》
Hija de P...
¿Qué sucedía con ella? ¿Por qué de todos los hombres de la tierra tenía que ser él con el que se encaprichara?
En el fondo sabía que era caprichosa y no tan confiable, ¿pero esto? Sólo le pedí el nombre del padre de mi... Cosa... Y ahora lo perseguía y lo intentaba conquistar. Perra sucia y rastrera, ¿En qué pensaba? Nunca la había tratado mal, incluso le acompañaba en sus fiestas y le ayudaba a estudiar. Charlotte y Luca tenían razón... Y yo los había ignorado tanto que ya ni me hablaban, y todo por mi vergüenza de contarles que estaba embarazada de un rollo de una noche... Ahora me parecía la cosa más estúpida del mundo, viajar estando embarazada y sin haberle dicho a nadie, ¿y si me secuestraban? o me podían robar, o simplemente matar... Era una completa estúpida. Si le hubiese dicho a Luca o Charlotte, ellos hubiesen venido conmigo, me hubieran ragañado, pero apoyado hasta el final... ¿y ahora? Era tan estúpida que no tenía a nadie, por confiar en la persona que menos debía...
Editado: 10.02.2019