—¿Cómo dices?—Preguntó Blake poniendo los ojos como platos al notar la gravedad del asunto.
—Sí, la acabo de ver.
—¿Qué te dijo?
—Su objetivo es destruir a los Tampsis
Él se quedó pasmado mientras que pensaba lo que diría a continuación.
—Eso es algo prácticamente imposible, ella debería saberlo.
— Supongo que tendrá algún truco bajo la manga. Al principio me negué, pero es bien ruda. Hasta me amenazó. Tendré que aceptar de todas formas, no tengo opción.
— Ya veremos que hacer, ¿Que más te dijo?
— Solo eso.— Adele no planeaba contarle lo que le había dicho Relevancia con lujo de detalles, ellos la ayudarían, pero ella solo les haría saber lo necesario. Quiso cambiar de tema, así que empezó a buscar en su mente algo que tuviese que decirle.
—Tengo una mala noticia, Bueno... No tan mala.
—Adelante.—Respondió este frunciendo el ceño.
—Lucas invito a Ramsés.
Blake no estaba comiendo ni bebiendo nada en el momento, pero al escuchar esa simple frase sintió que se atragantaba con su propia saliva y enseguida hablo diciendo.
—¿Y a eso le llamas una noticia no tan mala?
—Es que veras, él no quiere hacerme daño. Solo nos quiere ayudar.—Dijo esto pensando en lo que le había dicho hace poco.
—No entiendo, ¿Como que ayudarnos?
—Él no ayudará.— Hablo Matthew desde las escaleras entrando a la conversación. Al escuchar su voz Adele volteo rápidamente su mirada a donde este se encontraba y lo vio bajando con el pantalón a medio poner y sin camiseta. Al parecer su increíble sentido auditivo le había dañado la fiesta.
Esta rio por lo bajo con el simple hecho de pensar en que le había arruinado su velada de celebración, si es que así se le podía llamar. Ahora lo tendría aquí bastante ocupado con sus problemas. Prefería eso a que estuviera en su habitación revolcándose con aquella chica. Luego de pensar en esto se reprendió mentalmente y recupero la compostura, viendo a Matthew que ahora estaba a su lado.
—¿Y tu conquista, casanova?—Preguntó Blake dirigiéndose a Matthew.
—Le dije que se fuera. Digamos que no me motiva escuchar que en cualquier momento podrían matar a Adele dentro de su casa.—Habló y esta vez se sentó junto a Adele
—¿Qué tal la garantía? ¿Tengo oportunidad?—Preguntó él mientras que tocaba el muslo de Adele.
Entre cerro los ojos e hizo un gesto de repugnancia al recordar aquella cabeza en sus manos. Se preguntaba donde habría caído.
—Sí Matthew. ¿Por qué dices que Ramsés no ayudará?
—Es nuestro enemigo Adele.—Respondió este al instante.
—Solo tenemos que confiar en él, si no confiamos no sabremos en realidad que traman.
—No se confía en el enemigo.—Volvió a hablar en un tono cercano a reproche.
—Estoy totalmente de acuerdo.— Habló Blake apoyando a Matthew.
—Tengo mis razones y quieran o no confiare en él.— Habló decidida.
—¿Lo viste en la fuente verdad?—Preguntó Blake ya sabiendo la respuesta.
—¿Que fuente, de que hablan?—Preguntó Matthew confundido, lo mas probable es que en esos momentos se encontrara cortándole la cabeza a Paul.
—El muy imbécil rompió nuestra ventana con una piedra envuelta en una nota citando a Adele a la fuente de Sampoul.
—¿Fuiste?—Preguntó Matthew horrorizado.
—Sí.— Dijo sin temor a lo que ellos pudiesen decir o reprochar.
— ¿La dejaste ir?
—¡Joder te he dicho que no fueras!
—Vale lo siento, pero de igual forma no ha pasado nada de lo que tengamos que arrepentirnos.
—Pudo haber pasado Adele.—Dijo Blake
—Pero no pasó.
—No vuelvas a hacer cosas así sin nuestro consentimiento, por favor Adele, luego los problemas son para nosotros.—dijo Matthew exasperado.
—No, claro que no, mis problemas son míos y ya. Ni siquiera sé por qué se empeñan tanto en ayudarme, eso a ustedes no les beneficia en absolutamente nada. Estoy harta de todo esto, es algo que ni siquiera pedí.
—Lo hacemos por placer.—Habló Blake refiriéndose a él y Matthew
—¡No! Lo hacen por pura lastima. No necesito más de su ayuda, déjenme en paz, ya veré cómo me las arreglo yo sola. Me daría igual si me mataran, total... Ya no tengo nada que perder.
Dicho esto se puso en pie y empezó a caminar hacia la puerta principal, en esto momentos la rabia podía más que ella.
—¡Espera!
Escucho la voz de Matthew a sus espaldas, no dijo nada y sin inmutarse a mirar hacia atrás camino a casa.
—Te he dicho que esperes.—Volvió a hablar esta vez apareciendo frente a ella.
—Déjame en paz, por favor.
—¡No puedo!
—¿Por qué?
—No sé qué razones tendrá Blake para ayudarte en todo esto, pera las mías si las tengo bien claras y es que de alguna u otra forma siento que debo protegerte.
—No necesito un chupa sangre guardián.
—Si lo necesitas, que acaso no vez la gravedad del asunto, estas en medio de brujas y Nosferatu, seres que en menos de 1 minuto podrían matarte, todo lo que intentamos es protegerte. No quiero que te pase nada.
—No quieres que me pase nada. —Hablo esta con ironía.— Si claro, primero querías matarme y ahora no quieres que me pase nada.— dio unas cuantas vueltas en su mismo eje para luego mirarlo a la cara y decir.— Deberías de organizar bien tus pensamientos y emociones antes de decidir qué quieres para una persona.