Capítulo 10.
Los 14.
Adrián.
- ¿Alguna vez has escuchado hablar de las piedras de cuarzo? – Preguntó Alexandra en un susurro, fruncí el ceño, todo el mundo conoce esos minerales, son sagrados en algunas culturas del mundo, y hay personas que consideran que tienen propiedades curativas, incluso milagrosas, además el curso pasado las vimos en las clases de química justamente cuando veíamos minerales.
- Sí, claro que he escuchado de ellas. – Contesté hecho un lio dentro de mi cabeza, porque eso que me decían no tenía ninguna relación con lo que dijeron antes de que Alexandra soltara esa pregunta. – Pero no entiendo que tiene que ver esto en el hecho de que tu madre no es tu madre.
- ¿Qué has escuchado de ellas? – Me preguntó con curiosidad, ignorando por completo mi petición por una explicación que aclarará mis dudas. Giré a verla para contestar, su mirada era tan gélida como siempre, me intimidaba y me ponía incomodo que no despegará sus ojos de mí.
- Bueno lo que todos conocen, que son minerales que algunas personas utilizan para la fortuna, la buena salud y la paz interior, que en algunas culturas del mundo son sagradas y también acerca de su estructura. – Ella asintió con la cabeza, soltó un suspiro, la habitación se quedó en silencio unos segundos hasta que Gema se levantó, tomando como rumbo el apagador, apagó la luz e inmediatamente Paula encendió la lámpara que estaba en el buro junto a la cama de Alexandra.
- Eso son precisamente, pero hay algo más, algo que nadie conoce respecto a estas piedras, y quiero que quede claro, esto no es una broma de mi parte, ni mucho menos una broma de las que hace Alexandra. – La expresión que tenía Gema plasmada en sus facciones era más seria que la de costumbre, no era como la de todos los días, esta se veía más sombría, más misteriosa. Aspiró aire por la boca y lo soltó por ahí con pesadez.
- En la antigüedad como es bien sabido el hombre paso por momentos llenos de oscuridad, fueron los mismos hombres los que empezaron a pelear contra los de su misma raza, el miedo esparcido por los inocentes rostros de las personas que presenciaban los temibles actos que eran capaces de hacer en contra de otro de su misma especie. Era horroroso. La sangre derramada a manos de un ser que arrebato la vida sin piedad alguna a otro ser que familia debía tener. El terror de ser los siguientes en morir, abrumaba al mundo entero. La envidia, la búsqueda de poder y la obtención de territorios dominaba los ambiciosos corazones de los humanos, pocos eran los que ignoraban cualquier tipo de riqueza y combatían por un bien, defender a los desgraciados inocentes. – Todo eso ya lo sabía, no encontraba ninguna relación con lo que acababa de presenciar, ni tampoco la respuesta que buscaba. La deje continuar, algo me decía que había más detrás de esta lección de historia – Todo era un maldito caos, no obstante, siempre hay una luz por diminuta que sea y en esta historia eran o mejor dicho fueron 14 luces las que se levantaron en contra de la oscuridad por la que pasaba el mundo. Ellos fueron los portadores de 14 piedras, catorce personas se reunieron para combatir contra la crueldad del mundo, sin embargo, al combatirla se dieron cuenta que no solo eran los oscuros corazones a los que se enfrentaban, había entes malignos, algunos sin forma alguna, otros con forma, algunos más poderos que otros, entonces el poder de esas 14 piedras no fue suficiente para combatir contra tanta oscuridad y nació una quinceava piedra y un quinceavo guardián.
- ¿Por qué solo catorce piedras? En ese tiempo había muchas más de las que hay ahora. – interrumpí, sin poder evitarlo. Gema detuvo la explicación y me observó con cautela y resentimiento, a ella no le gusta que la interrumpan.
- Espera a eso voy. – Ella examinó mi rostro, no sé qué es lo que veía en él. Soltó un suspiro. – Mira sé que en este momento puedes tener miles de dudas en esa cabeza, pero te prometo que todo este gran show tiene una explicación. – Asentí, giré a ver a Alexandra, estaba ensimismada en sus pensamientos, sus ojos denotaban una tristeza que me desarmó en ese momento, su rostro tan vulnerable, sus defensas y sus barreras derrumbadas por un ataque de lo que parecía eran recuerdos que la abrumaban, controlé los impulsos que tenía por levantarme e ir a estrecharla entre mis brazos, mostrándole mi apoyo. Diciéndole que no estaba sola, como se veía que se sentía.
- Estas personas aparecieron de la nada, nadie sabe cuál fue el origen de los cuarzos, ni cómo fue que llegaron a manos de estas personas, precisamente como dijiste en esa época había cuarzo por donde quiera que voltearas, pero estos cuarzos son únicos, solo el guardián protector de la piedra puede manipular toda la energía que esta desprende. Los cuarzos legendarios que manipulan los guardianes son los más conocidos. El primero es el cristal de cuarzo, la clanita, ágata, ámbar, amatista, Aguamarina, citrino, lapislázuli, cuarzo rosa, malaquita, granate, jade, pirita y finalmente serafinita. – Gema tomo aire y siguió hablando – Cada guardián fiel a su cuarzo, único e irremplazable el cuarzo pasaba de generación en generación a algún miembro de la familia del guardián, o eso es lo que nuestra memoria sellada nos ha permitido intuir.