Días después del entierro, Evan fue solicitado junto a Daryl, Finnick, Sam y Kean, para ayudar a construir el invernadero en las nuevas parcelas de cultivo ubicadas en la hondonada sur. Fue algo verdaderamente útil, y por primera vez en un largo tiempo se sintió como si estuviera en casa, tenía en su pecho algo de alegría, la misma que una vez sintió cuando formó parte del clan Ice Daggers.
Al terminar, los cinco retrocedieron para mirar el trabajo hecho, la enorme capa de plástico estaba firmemente ceñida a los postes de hierro que se curvaban en un medio círculo de diez metros de largo por cinco de ancho.
—Buen trabajo —dijo.
Los hombres y el cachorro sonrieron.
Y luego Evan recordó lo que había estado planificando, esta era una ocasión ideal, tenía a cuatro fuertes leopardos que le eran muy cercanos, y también lo veían como un amigo, podía ver la lealtad en ellos. Eran los sujetos indicados, pero no estaba seguro cómo tomarían su propuesta.
—Tengo que hablar con ustedes —dijo en voz baja, luego echó una mirada alrededor para cerciorarse que no hubieran guardias vigilando—. Adentro.
Ninguno puso resistencia. En el interior del gran invernadero, la tierra estaba removida y preparada para la siembra, el olor a humedad ya se estaba acentuando. Evan los condujo hasta el centro, lo más alejado de la entrada que Kean cerró después. Un escalofrío le recorrió el cuerpo cuando las sombras de los árboles se proyectaron sobre el plástico aislante.
Tomó aire. Ya estaba decidido.
—Sé que esto les parecerá muy contradictorio... —Se detuvo, era difícil admitir que en todo momento estuvo equivocado por obstinación, y que esto... Era lo que debería haber hecho desde el momento en que Roxy le contó sobre lo mal que estuvo manejando Richard al clan—. Voy a hacer lo posible por destituir al alfa.
Hubo una interesante paleta de reacciones, alegría, orgullo, determinación, y escepticismo.
— ¡Oh sí! —Exclamó Kean.
Finnick palmeó su hombro, como era habitual, con fuerza.
—Ya era hora —agregó.
Evan miró a Daryl, sus ojos felinos lo aprobaron.
—Creo que es una excelente idea.
—Yo pienso que es un suicidio —replicó Sam, todas los ojos fueron puestos en el hombre. Sam frunció el ceño—. ¿Qué? Es lógico, Evan es solo un alfa pequeño y delgado —se detuvo y le hizo una reverencia sutil—. Sin ofender. Richard tiene tigres y leones escoltándolo todo el día, ¿qué se puede hacer contra eso?
Evan debía admitir que el leopardo tenía un punto razonable.
—Estoy trazando un plan factible, está en proceso porque pretendo seguir con vida el tiempo suficiente para no dejar cabos sueltos. —Evan se cruzó de brazos y miró fijo a Sam—. Y por ahora, es la única opción de que sean libres de nuevo.
Colocando las manos en la cintura, Sam suspiró.
—Bien, te apoyaremos.
Evan por poco sonríe de alivio.
— ¿Ahora qué? —Preguntó Daryl.
Se quitó la chaqueta de mezclilla con aislante interno, luego de enviar a Kean a vigilar el movimiento cerca de la entrada, Evan se subió la manga de la camisa, sacando una garra se hizo un corte lo suficientemente profundo como para sacar sangre sin comprometer las venas y arterias importantes.
Daryl abrió sus ojos, en una expresión de sorpresa y pánico.
— ¿Qué es lo que pretendes?
Evan giró, viéndolo de frente extendió su brazo, renovando el corte para evitar que sane.
—Llevarme al clan de Richard, desde adentro.
El silencio se hizo duro, incluso Finnick ya no sonreía.
— ¿Sabes que con esto, le darás a Richard una razón válida para matarte?
—Veo una rendija donde infiltrarme y destruirlo. —Se encogió de hombros—. Sería un idiota si no la aprovecho.
—Aún con los vínculos de sangre —intervino Sam—, no entiendo cuál es tu punto.
Evan volvió a herirse, el olor metálico de la sangre hizo a su animal inquietarse.
—Cuando un alfa realiza los vínculos de sangre, puede curar heridas y restablecer la salud de aquellos a los que se une, yo puedo sanarlos desde adentro hasta que cada uno vuelva a ser fuerte como para pelear, conmigo.
Volvió a extender su brazo, con el hilo de sangre trazando un sendero descendente. Daryl dudó por un momento que le pareció demasiado largo, pero al final, se hizo un corte en la palma, antes de tomar el brazo se detuvo y miró fijo a Evan. Del marrón al amarillo, su felino se hizo presente, un segundo, hasta que inclinó su cabeza en señal de respeto, y cerró la mano alrededor de la herida.
El dolor punzó su cerebro de una sola vez, Evan se tensó, cerrando la mandíbula hasta que sus dientes chocaron en un crujido apenas audible, Daryl se encorvó hacia abajo con los ojos fuertemente cerrados, segundos después, había otro pulso vibrante en la mente de Evan. Y solo en ese instante se dio cuenta del verdadero estado del leopardo.
—Tú sigues —le dijo a Finnick minutos después de recuperar sus facultades.
El hombre de cabello anaranjado no dudó, haciendo el vínculo rápido.
Evan notó que cada lazo que se creaba era diferente, y no podía comprender la lógica de su existencia, cómo eso era biológicamente posible. También entendió que las energías eran distintas, y eso le dio un indicio para saber a quién atender primero, Daryl estaba al borde de un colapso físico, mientras que Finnick tenía un profundo dolor emocional, y Samuel estaba bajo de peso.
—Bien, me han dado acceso a curar cualquier herida física o emocional, por lo poco que entiendo sobre esto, mi energía los ayuda a ustedes a mejorar. —Evan pasó su mirada por los tres, hasta que encontró a Kean en la entrada y lo llamó con un gesto—. Tú eres un cachorro alfa joven —Evan sonrió ante el aparente enfado del joven—, años atrás leí un apartado del código del alfa, que sugiere que si se pretende añadir a otro cambiante con la misma naturaleza a un clan, el agregado debe someterse ante el Alfa para evitar que te reconozca como una amenaza potencial. Pero, todavía eres un cachorro, y de donde yo vengo los cachorros se protegen.
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Editado: 12.06.2019