Capitulo 2: Asuntos Zanjados ll

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¿Que ocurrió después de mi partida? Francamente no tengo idea, no me quede lo suficiente para averiguarlo.

Han pasado tres días desde que abandonamos el pueblo, y desde entonces no he sabido nada.

Justo ahora me encuentro en mi castillo, posado en mi balcón mientras observaba la amplia y bella vista del paisaje. Podia ver una buena parte del inmenso bosque desde lo alto, las grandes y lejanas montañas junto con el extenso y rojizo cielo del atardecer.

Por lo visto oscurecerá dentro poco, lo que me indica que decenas de mis temibles guardianes pronto se levantaran para custodiar mis terrenos. Algo que sucedía siempre en mis dominios, y que para este punto ya estaba acostumbrado.

Seria una molestia que los no-muertos traten de atacarme cada noche, pero afortunadamente ese no era el caso, ya que todos ellos me obedecían completamente gracias al artefacto que encontré la primera vez que vine a este castillo.

Ciertamente considero este lugar como un hallazgo bastante interesante. Ademas de las exageradas cantidades de dinero que descubrimos, también habían herramientas, armas y objetos muy extraños, pero sorprendentemente poderosos escondidos en algunas habitaciones.

Realmente fue una buena decisión venir aquí... Espera, ¿que es eso?

Mientras divagaba en mis pensamientos, mis ojos se fijaron en una pequeña criatura voladora que apareció en las lejanías. Una pequeña sombra que aleteaba sus alas hacia mi direccion, reconocí a ese animal al instante. 

Vaya, parece que ya llegó.

El animal planeo por el viento hasta posar sus pequeñas patas sobre el barandal, luego avisó con orgullo tras sacudir sus plumas.

"¡Arrg! ¡Llegue como usted me ordeno, joven Rem! He cumplido con mi misión, ¡arrg!".

Su nombre es Black, y es un cuervo de las sombras.

Si, se que tiene un nombre raro, pero Black es una de mis primeras y mas queridas criaturas mágicas que pude invocar desde que era un niño. Y aunque es una criatura que no le haría daño a nadie, tiene una de las mejores habilidades que he visto.

[Habilidad única: Camuflaje]

Mientras haya oscuridad o sombra alrededor, la criatura que disponga de esta habilidad será capaz de fundir su cuerpo, como si fuera parte de ella. Gracias a esto, puede pasar desapercibido ante cualquier mirada exterior, escapar de cualquier situación, volverse indetectable ante cualquier presencia y evadir muy fácilmente cualquier peligro.

Recuerdo que la primera vez que lo traje a este mundo fue a través de un hechizo de invocación que mi padre me enseñó cuando tenia seis años. En cuanto el ave apareció ante mi, mi padre advirtió que este animal no me sería de mucha ayuda en el futuro. Aun así, le di un nombre y decidí conservarlo. Desde entonces, este pequeño jamas me ha decepcionado.

"Bienvenido Black. Me alegro que te encuentres bien. Hiciste un buen trabajo".

"¡Arrg! Me honra con sus palabras, joven Rem. Sin duda he cumplido con lo que usted me pidió".

"Excelente. Dime, ¿como esta todo? ¿El pueblo sigue en pie? ¿Cuanta gente murió? ¿Cuanta sangre hubo? Quiero que me lo digas todo". Le pregunté a Black con cierta emoción e intriga.

En contexto, antes de abandonar el condenado pueblo esclavista, me aseguré de dejar a un pequeño espía vigilando la zona. Tenia cosas que hacer en mi castillo, pero quería saber lo que ocurriría en mi ausencia. Por ende, no se me ocurrió una mejor idea que invocar a una de mis criaturas mágicas y luego darle la orden de permanecer en ese pueblo durante tres días. Una vez que el tiempo se terminase, le especifique que volviera a mi castillo para informarme de todo lo sucedido.

Y que mejor para ese trabajo que este amiguito. Para ser una criatura que carece de habilidades ofensivas, lo compensa gratamente con sus habilidades de sigilo y espionaje. Sin dudas un compañero bastante útil.

"¡ARRG! Aparentemente todo salio bien, joven Rem". 

El ave expresó con alegría en su voz a mis preguntas.

...¿Enserio?.... Espera, ¿a que te refieres con que "todo salio bien"? ¿Bien en que hubo un completo caos? ¿A eso te refieres con que salio bien todo?

"¡Arrg! La joven a la que usted le otorgó el objeto, ha liberando a todos los habitantes que fueron apresados por esos collares ¡Arrg! ¡Cero muertes! Ninguno ha ido a parar al paraíso aun".

Black respondió atentamente, no sin antes emitir uno que otro sonido extraño de vez en cuando. No era algo que me molestaba, pero cuando era un niño si me parecía algo curioso escuchar ese tipo de Tic verbal.

De todos modos, me sorprendió mucho oír las palabras de mi emplumado amigo. ¿Quien lo diría? No hubo desastre. No hubo fuego, no hubo muerte. Si es así, ¿¡cual es el chiste!?

Tome al cuervo con ambas manos y lo acerqué a mi rostro.

"¡Woah! Amo Rem, ¿Que...?".

"¡Vamos amigo, se que tienes algo! Se muy bien que al menos alguien debió de levantarse contra esa señorita. ¡No puede ser que todos en verdad hayan cooperado y entregado a todos sus esclavos pacíficamente!".

Conozco a los humanos. Muchos de ellos se dejan llevar por la avaricia, el placer y el poder. Son tan influenciables, violentos, egoístas, arrogantes y MUY NECIOS, ¿¡vas a decirme que nadie intentó oponerse!?. 

Me quede esperando la respuesta de mi pequeño informante volador, pero este negó, en un tono que solo podía describir como asombro y admiración.

"¡Arrg! ¡Negativo señor! La señorita Aneth ha sido muy benevolente y sumamente inteligente. Es cierto que mas de alguno intentó revelarse, pero ella fue capaz de idear una solución. Por cuestiones de seguridad, esa señorita obligó a todos los prisioneros a ponerse esos collares para evitar que la situación se saliera de control y así asegurar su cooperación. Una jugada astuta diría yo, ¡arrg!".