El Destino de Moon

27. Baile

Cuando Alumiar la transformo en lo que era ahora la llevó devuelta a casa. Le enseño como ocultar los colmillos para que no anduviera con ellos al aire mostrándolo todo.

Su cuerpo había cambiado notablemente. Su cabello que una vez fue un afro corto ahora era largo hasta las rodillas de color negro intenso y rizado completamente, sus orejas se volvieron puntiagudas al igual que su lengua.

Sus senos y trasero aumentaron un poco más, sus uñas largas finas y filosas que podía cortar en dos el cuello de una persona. Su piel se volvió un poquito más ocurra, también contaba la misma habilidad que Alumiar, el hielo.

Los dos únicos Vampiros que tenían dicha habilidad aparte de su padre.

Era como la versión negra de Elsa. Así se sentía.

Durante esta semana le ha enseñado a cómo controlarlo y usarlo.

Aparte de que en estos días parecía estar en una película en donde la vida de la protagonista cambiaba drásticamente.

Rob su ex, lo encontró en su casa teniendo sexo con Aurelia la misma noche en que fue convertida en vampira.

Lo supo porque después de que Alumiar la dejara en su casa tomo un taxi para ir a su casa y terminar con él porque no podrían seguir juntos porque su vida estaba unida a alguien más.

Por un momento se sintió algo mal por él porque terminarían, pensaba que él estaba muy enamorado de ella como siempre profetizaba. Fue una ingenua, Vely tenía razón, solo la estaba utilizando.

Era el objeto de satisfacción cuando Aurelia no podía hacerlo, no la consideraba su "novia" sino, su objeto sexual para desquitarse cuando ella estaba en clases o con su familia.

La sala de su casa daba al jardín en donde había una puerta corrediza, ahí fue cuando lo descubrió en su acto magastivo.

Entró sentándose en el mueble esperando a que terminaran para no interrumpirlos. Se llevaron un susto de mierda cuando se giraron viéndola ahí sentada tranquilamente, el trato de hablar con ella y disculparse, pero Aurelia le dijo que le agradecía por atender a su novio cuando ella no podía, había hecho un buen servicio, que como negra lo había hecho bien hasta ahora.

Al final Rob se rio mostrando sus verdaderos colores.

Lo único que dijo fue, "el karma es una perra" y se retiró.

En ese momento oculto su cabello y orejas en un gorro que era de su hermana. Uso ropa ancha para ocultar su nuevo cuerpo.

Al día siguiente no fue a la escuela ni al trabajo porque tuvo que mudarse al castillo junto con su mejor amiga y su hermana a quien le dijo la verdad.

Empezó a rogar a los dioses para que la eligieran a ella también para ser una Vampira como su hermana porque no podría ser convertida si no tiene Lovfor, terminaría como una defectuosa.

Briela era ahora su fiel servidora, le cayó muy bien.

Alumiar le asigno un chofer personal para que la llevara a donde sea que quisiera ir y el anillo para hacer el portal.

Pero lo mejor de todo era que ¡Ya no tenía deudas! A la vieja que siempre las seguía a ella y Vely por la renta de un mini local que alquilaron para poner una cafetería la cual fracaso y la causante de tantas deudas, tampoco le debían al banco.

Él era como su auténtica hada madrina personal, salvo su cuello sacándola del hoyo en donde estaba enterrada por las deudas y humillaciones por todo el mundo.

Cuando regreso finalmente a la universidad una vez instalada en su nuevo hogar fue un total caos.

Todos la miraban estupefacto por su repentino cambio de look. Mostraba su larga cabellera rizada, sus curvas, ¡Su mochila! Ya no tenía que llevar sus libros y cuadernos en manos y ropa nueva.

No la dejaban tranquila haciendo miles de preguntas por la persona que la había llevado a la universidad. Resultaba que Brooker, su chofer, contaba con un club de admiradoras. No las podía culpar, era un Vampiro muy apuesto.

Un largo, sedoso y brillante cabello color gris, ojos rojos grandes y unos labios del mismo color de la sangre a igual que su Alumiar, con tres lunares en la mejilla. Alto, fuerte y una sonrisa que sacaba más de un suspiro a todo ser viviente.

Como lo había sugerido Alumiar, ocultaba sus orejas con su gran maraña de cabello o con algún gorro que combinara con su atuendo del día.

Rob se había acercado tratando de hablar con ella pidiendo disculpas. Su cambio de apariencia le había puesto en el número uno de popularidad al tal nivel que todos querían estar cerca de ella. Al ver eso quiso tratar de ser el chico "afortunado" y volver hacer novios en serio, pero... seria el chico "cena" si no la dejaba tranquila.

Hoy era viernes e iría a la pijamada que Moon la había invitado junto a Vely.

Nunca pensó que una de las grandes bailarina de la ciudad resultaría ser una princesa de un mundo místico e hija de una diosa, que todo el mundo sobrenatural estuviera dividió porque una gran parte la quería muerta y otra viva por ser malditamente fuerte.

Aunque Alumiar le menciono que aun sus poderes no surgían.

— ¿Lista?—pregunta Vely.

Se giró para verla con su pijama de unicornio puesto y un peluche entre sus manos igual.

Estaba muy colorida.

— ¿Acaso vamos a un carnaval?—pregunta alzando una ceja.

— ¿Por qué ahora eres fielmente al rojo y negro crees que todos seremos iguales?—Responde rodando los ojos—no olvides que cuando eras humana eras igual que yo...

—Como sea...—dice rodando los ojos también caminando hacia la salida— vámonos.

En el pasillo se encontró a Alumiar junto con Briela hablando sobre los que aún seguían causando problemas junto con su primo Vladimir. Ese hombre estaba causando estragos en el mundo sobrenatural, los del lado bueno querían su cabeza ya, hasta había una recompensa para el que lo entregara vivo o muerto.

— ¿Ya se irán?—pregunta Alumiar al verlas salir de su habitación.

—Nel perro— responde Vely negando con la cabeza— vamos a jugar al gallo frente al castillo...




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