Caminaba son rumbo, no sabia a donde ir con exactitud, sólo estaba concentrada en salir de los límites de la manada
—oye Eli
—Que quieres luz?
—no sabes a donde vamos verdad?
—tu que crees?, Nisiquiera estaba en la carta a donde debía de ir
—que tal si me dejas salir un poco cuando crucemos el límite de la manada?
—supongo que estará bien desde que no te dejes ver por nadie
—está bien.
Camine por Casi 3 horas hasta llegar a un pequeño lago que limitaba la manada, respire profundo y deje que luz saliera, ya me estaba acostumbrando al dolor de la transformación, corrí por un rato río abajo y cruzamos de un salto cuando la corriente era más suave, ¡Por fin fuera de esa manada!, corrimos alrededor con mucha alegría hasta que empezó a oscurecer, en nuestro trayecto entramos a una cueva y me volví a mi forma humana, saque de mi maleta unos jeans negros y una camiseta de manga larga azul cielo, me las coloque y me senté en el suelo
—que aremos Eli?
—no lo sé, sólo descansamos por ahora, mañana por la mañana seguiremos con la búsqueda *dije colocando la maleta como almohada y acordándome en el suelo*
— luz....
—dime?
—te arrepientes de ser mi loba
—claro que no*lo dijo sin vacilar ni un segundo* ¿por que?
—por que... no hace nada me conociste y ya estamos sin hogar en un bosque tras...
— la muerte de nuestros padres*dice luz a punto de llorar*
—si....* dije conteniendo mis lágrimas*
Todos los momentos felices con mi familia recorrieron mi mente y el dolor se implantó en mi corazón como si fuese un cuchillo, al final no pude resistirme más y lloré, como nunca antes había llorado hay en esa cueva sola y fría aferrada a mi cerré mis ojos y llorando me prometí matar a Los malnacidos que asesinaron a mis padres, me volvería más fuerte, quedándome dormida poco a poco.
A la mañana siguiente recogí mis cosas y me dispuse a seguir mi camino, seguí un sendero de rosas de diversos colores, ya ni siquiera sabía dónde estaba, nunca había visto un paisaje así, un montón de árboles siendo Enredados por Rosales, con rosas totalmente abiertas que en esta época no deberías estarlo un pequeño camino empedrado que no se donde llevaba, pero el increíble aroma a rosas inunda mis fosas nasales, tanto que no puedo distinguir muchos otros aromas, pero una voz me saco de mis pensamiento, provenía desde el fondo cruzando un arco de flores.
—adelante quería te he estado esperando por mucho tiempo
Y como si mi cuerpo no me perteneciera empecé a caminar hacia donde provenía aquella voz tan dulce, melódicos y un tanto reconocida