El destino de una loba

Capítulo 23

NARRA KAIL

 

Un tiempo atrás 

 

Mi nombre es Kail brash, soy un rogue, desde hace bastante tiempo he deambulando por los bosque, ciudades intentando huir de todo, mi madre, pertenecía a una Manada pero fue desterrada, vivió mucho tiempo sola en una cabaña al norte de un pequeño pueblo abandonado, su única amiga y compañía María la ayudó en el parto pero... no sobrevivió, ahora vivo con mi tía María, ella me cuido y crió como si fuera su hijo, siempre me dijo la verdad ni intento remplazar a mi madre, sólo me ayudaba y me cuidaba. 

Un día sentí como todo mi cuerpo dolía, a gritos llame a María en busca de ayuda al ella ir revisarme sus ojos se llenaron de lágrimas y entre gritos salió corriendo aterrorizada de mi habitación, no entendía que sucedía, Lo veía todo negro pero sentías mis manos cálidas, al igual que mi pecho y algunas partes de mi cara, una voz en mi cabeza empezó a hacerse presente 

—Hola pequeñín 

—quien eres? 

—tengo muchos nombres, no me importa como me llames. 

—muchos nombres?, yo sólo tengo uno, me llamo Kail. 

—……Kail, me tomo un tiempo encontrarte.

—me estabas buscando?

—si, eres parte de mi como yo de ti.

—no te entiendo

—no te preocupes, con el tiempo entenderás. 

—ummm.. creo que está bien ¿Por qué estás en mi mente? 

—…por que soy tu mejor amigo. 

—eres mi amigo? Yeeiii eres mi primer amigo«dije tan feliz en ese momento»

— si……

—¿Cómo debo llamarte?

—Llámame como tu quieras me da igual «dice gestándose importancia» 

—……ummm ya se, mi tia suele decir que cuando mi mamá estaba escojiendo mi nombre también le gustó el nombre de esteban, te llamaré así, serás Esteban. 

—……… muy bien. 

— ya lose, como eres mi primer amigo, te presentaré a mi tía, ella es muy dulce y agradable. 

— no creo que sea necesario 

Una luz me devolvió la vista y con mis manos intente tapar la, coloque mis manos sobre mis ojos para tapar la luz pero sentí algo cálido que caía desde mis manos a mi cara abrí mis ojos y vi algo rojo que escurria entre mis manos, esto mismo se encontraba en mi ropa y mi cara.

—¿Tía? ¿Tía?¿TIA? 

Empecé a buscarla por todas partes, no están en la cocina ni en su habitación, corrí rápidamente pero una mano en mi tobillo me hizo caer, me golpee la nariz y esta empezó a sangrar. 

—mi..mi niño. 

Su voz, estaba rota, tenía ese líquido rojo por todo su cuerpo y salía más de ella, su mano aún sujetaba mi tobillo. 

—es... bueno ver que has vuelto, recuerdo ~cof~ «escupió esa sustancia roja» debes ser fuerte, esto no fue tu culpa. 

Sus ojos perdieron su brillo y su mano soltó mi tobillo, me acerqué a ella lentamente con mi nariz aún sangrando, el líquido era exactamente igual y sabía que ver tanta cantidad no es bueno mi tía me había dicho antes que la sangre corre por todo nuestro cuerpo, transporta todo lo bueno de lo que comemos para ayudarnos a crecer, la moví varias veces 

—¿Esta a bien tia María?

No contestaba y parecía dormida, pero su cuerpo estaba frío y sin importar cuanto lo moviera no despertaba. 

Corrí a la puerta principal, estaba a punto salir de la casa para ir a buscar a alguien pero Esteban me se tuvo hablando me en mi cabecita. 

—¿Adónde vas? 

— tengo que encontrar ayuda

—no lo hagas.

—¿Por qué? 

—¿No esta mejor así?, esa mujer era muy ruidosa 

—NO, la tía María es muy agradable y linda.

Corrí tan rápido como mis cortas piernas me dejaban mientras una fuerza extraña intentaba controlarme.

—deja de resistirte niño. 

—NO, debo ayudar a María. 

 mi cuerpo se sentía pesado, poco a poco estaba cerrando mis ojos, llegue a una carretera donde ya estaba muy cansado y lo último que vi fue una luz brillante y a dos personas acercandose. 

Desperté en un cuarto blanco, mi cuarto era más bonito, tenía paredes azules y aviones que dibujo María en las paredes, mi cama era más cómoda que está aunque un poco más pequeña, vi a un hombre entrar en el cuarto, tenía una bata blanca y un rato aparato al rededor de su cuello, no se parecía en nada a los collares que utilizaba María. 

—Hola pequeño« dijo sentándose en la cama al lado de mi» ¿Cómo estás? 

— muy bien, «dije alegre» ¿Sabes donde está mi tía María? 

— no, pero si nos das su número podemos llamarla 

—«nege con mi cabeza» la tía María no tiene teléfono, dije que no le gustan y le parecen innecesarios. 

—está bien, sabes como llegar a tu casa? 

— si, una vez salí con María a un pueblo para conseguir comida, me enseñó como volver.«dije orgulloso de saber como regresar a casa, me había costado mucho aprender el camino» 

— necesitamos que nos lleves, ¿Está bien? 

— si, también mi tía necesita ayuda, estaba en el suelo durmiendo y no se levantaba. 

—……… nosotros la ayudaremos

—si 

Después de cambiarme con la ropa que me dio una señorita, me dijo que era de su hijo y que no importaba se me la quedaba, fui con varias personas todo el camino hasta casa y cuando llegamos corrí rápidamente donde estaba mi tía, aún seguía en el suelo, ya a iban tres días que estaba allí sin moverse, la toque nuevamente intentando despertarla. 

—tía, traje a algunas personas, no te enojes, es para poder ayudarte. 

Una mujer me tomo del brazo y me abrazo, estaba llorando mientras me tenía en sus brazos. 

—¿Señorita? 

—todo estará bien pequeño, todos estará bien. 

Repetía varias veces mientras me abrazaba, un hombre tras de ella tenía una caja negra en su mano mientras le hablaba 

—aquí Policía Fernández, manden más refuerzos, quiero reportar un asesinato.  «me miró» pequeño¿ Dónde están tus padres? 

— la tía María me dijo que mi madre me quiso muchísimo y que ahora me cuida desde el cielo. 

—… y tu papi? 

— no lose, mi tía nunca me dijo. 



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En el texto hay: hay magia, hay amor y aventura, hay desamor

Editado: 12.07.2020

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