-Freya, Adam no corran.- Dice Bjorn detrás de nuestros dos hijos.- Mi amor no paran.- Dice cansado sentándose a mi lado.
Miro desde lejos como mis hijos corren por el jardín de nuestra casa, hemos aprovechado en salir hacer un pequeño picnic ya que hoy salió un hermoso día.
-Cariño vete acostumbrando que viene otro en camino y me da a mi que va ser más rebelde que estos dos.- Digo riéndome y tocándome la gran panza de siete meses que tengo.
-Tengo muchas ganas de ver a Dustin en mis brazos.- Me río con su carita enamorada de mi barriga.
-Parece que estás más enamorado de mi barriga de embarazada que de mi.- Lo beso en los labios.
Han pasado unos cuantos años desde que nos encontramos, volvimos a casarnos en una escapada loca y en el viaje de novios procreamos a Freya. Siempre se negó en utilizar métodos para no quedarme embarazada, dice que quiere tener una gran familia conmigo, pero yo creo que con dos y uno que viene en camino me planto ya, quiero dejar descansar mi cuerpo.
Freya tiene tres años y Adam tiene seis, desde que supo que iba a ser hermano mayor, es muy sobreprotector con sus hermanos. Decidimos mudarnos a Noruega, ya que la empresa de Bjorn está aquí ahora mismo, mis padres al principio fueron un poco reticentes, no podían creer que este dios nordico viajo por el tiempo para volverse a reencontrar conmigo y hacerme feliz. Creo que mi padre no lo mató por los pelos, porque ganas no le faltaba, ahora se llevan bien, Bjorn se ganó su confianza con sudor y lágrimas.
Casandra y mi hermana empezaron una relación, quien me iva a decir que mi hermana y mi amiga les gustaba el mismo sexo, al conocerse mi hermana decidio salir del armario y se dio cuenta que mis padres la aceptaron tal cual como hera. Las palabras textuales de mis padres fueron, “Siempre serás nuestra hija sea lo que seas”, eso nos hizo llorar a todos y como siempre la familia siguió muy unida.
Hablando de la empresa, les conté a Rocío y Vicente mi condición, lo entendieron perfectamente, aunque me dijeron que no les gustaba que dejara la empresa, pero también entendieron que Adam debía crecer con los dos unidos, para darle los valores que necesitará. Vienen al menos una vez cada tres o cuatro meses a ver a mi pequeño, él siempre los consideró sus abuelos, aunque no tuvieran nada en común.
Matias montó un escándalo cuando supo por que me iba, me dijo que no era profesional, lo había dejado en la estacada y si todo se iba a pique seria culpa mia. Se que le molesto que rehice mi vida, pero igual que él tuvo derecho hacerlo, yo también tenía ese derecho.
Con Yolanda, por fin le pegue la guantá que se merecia, despues de intentar tirarle los trastos a Bjorn, una cosa fue con Matias, al fin de cuentas no valía un cero a la izquierda, pero a vikingo que nadie me lo toque.
De Axe solo supimos que el que termino casandose con Brenda fue el, ya que Bjorn desapareció y lo busco por todos los lados, al ver que él no volvería ni solo ni conmigo, lo único que hizo fue dejar una carta para sus futuros herederos, pidió perdón por todos sus errores antes de morir.
-Cariño deberíamos entrar, está empezando hacer frío.
-Si entremos.- Bjorn me ayuda a levantarme del cesped.- ¡Niños vamos!
Cojo a Freya de las manos y con la otra me sujetó mi gran panza. Bjorn coje a Adam en brazos y lo colma de amor.
Hoy por hoy no me arrepiento de todo lo que he vivido, porque gracias a eso conocí a mi destino, y aunque nos separamos millones de veces, el destino nos volvió a juntar, porque al fin y al cabo solo somos nosotros, tú y yo, y nuestro destino siempre estará unido.