Cristian.
~Dos años después~
¿Cómo se puede superar la muerte de un ser querido tan rápido?
La respuesta aún era nula, solo sabía que el tiempo me ayudaría a sanar esta herida que dejó la partida de mi hermano.
Estaba tan entretenido en mis propios pensamientos hasta que escuche que alguien había llegado a la casa y luego de unos segundos esta persona me llamó, era mamá.
-Cristian, baja que tenemos que hablar- Era mi madre, su voz se escuchaba extraña, como si estuviera nerviosa.
-¿Qué sucede?-
-Te vamos a mandar a la preparatoria y te vas a ir de nuestra casa, necesitamos espacio después de lo que sucedió con tu hermano- Lo soltó sin más, sin nada de travas.
- Pero, ¿Por qué quieren que me vaya?- No supe como actuar, tenía miedo de mi futuro.
-Ve a preparar tus maletas, te daremos una tarjeta y te vamos a transferir una cantidad para que logres sobrevivir, no nos busques nunca más-
- ¿Acaso ustedes no me quieren?-
-Estas en lo correcto Cristian, fuiste un error en nuestra familia, simplemente no te queremos volver a ver, ¿Entendiste?-
Sin más preguntas me fui destrozado a preparar mis maletas, era claro que no me quieren y harán todo lo posible para que me aleje de ellos, para que los deje tranquilos.
-Un chofer de la preparatoria Los Ángeles te vendrá a recoger y te va a llevar a donde te vas a quedar todo este tiempo, olvídate de nosotros- Esta vez fue mi padre el que dijo tales palabras, se notaba el desprecio y el odio en sus palabras.
Pero lo que aun no entendía era el porqué de su odio, su desprecio y sus acciones hacia mí, no era justo.
-Hasta nunca Cristian, cuidate y recuerda cambiar tus gustos, por eso nadie te soporta-
Sin más lanzaron mi maleta a la calle, donde ya estaba el chofer de la preparatoria esperándome, era una camioneta negra muy bonita.
El señor tomó mis maletas y las metió en el maletero, me abrió la puerta trasera para que me sentara y así lograremos llegar a un nuevo lugar, al lugar donde viviría el resto de mi vida ya que mis padres no me querían y utilizaban la excusa del estudio para alejarme mas y mas de ellos.
El viaje fue largo y agotador, también fue muy triste después de lo que sucedió esta mañana, después de confirmar que mis padres no me querían y estaba seguro que el motivo es por mi orientación sexual, porque no les daré un primogénito y tampoco tendré una familia como la que ellos querían que yo tuviera.
No me di cuenta de que me había dormido hasta que llegamos a la preparatoria y el señor me despertó para no perderme el recorrido ya que este sería mi próximo hogar.
Fuera de esta habia un gran porton blanco con dos gansos, uno a cada lado del porton decorandolo, el camino teni piedras grandes de color blanco en cada esquia de este, tenia un gran fuente de agua y en el fondo estaban los dormitorios, al lado de lo que suponia er el lugar donde recibimos las clases adecuadas a la carrera que cada uno estudiaria.
Yo me decidí por estudiar Psicología, ya que era una carrera que me apasionaba y quería ayudar a las personas que más lo necesiten, quiero salvar a las personas de cometer un gran error a futuro por sus problemas.
-Joven, ya llegamos, lo guiaré a la dirección para que los maestros lo guíen a su habitación y le asignen un estudiante como guía-
-Muchas gracias señor-
No terminé de decir esto y comenzamos a caminar hacia la dirección de la preparatoria.
Esta era enorme por dentro, tenía muchos salones y miles de estudiantes, a pesar de que no estuve de acuerdo con mis padres al abandonarme y dejarme en este lugar, me empezó a gustar, me sentía en un ambiente seguro y eso me gustaba mucho..
-Señor Foster, bienvenido- Me recibió una señora con una gran sonrisa, tenía el cabello gris y un poco blanco, media como 1.69 cm y tenia unos hermosos ojos color celeste, me recordaban al celeste del cielo, un celeste que te da paz y que te relaja.
-Mi nombre es Amber Blackhill y seré tu tutora durante los próximos años, espero que nos llevemos muy bien-
-Mucho gusto, soy Cristian Foster- Le tendí la mano para un apretón pero en vez de eso recibí un abrazo fuerte por parte de ella.
-Como el señor Bunster te menciono te vamos a asignar un guia de segundo año para que te familiarices más en la preparatoria, vas a dormir en la habitación 124 y por ser el nuevo dormirás sin ningún acompañante hasta el próximo curso, tu guía te mostrará tu habitación-
Me dijo esto y pronunció algunas palabras en su teléfono, al instante un chico pelinegro, ojos azules y una hermosa sonrisa, se presentó en la dirección.
Sin duda él era hermoso, creo que me enamoré a primera vista.
-¿Qué sucede Am?-
-Guia al nuevo estudiante a su habitacion, tambien dale un recorrido por todo el instituto y se su acompañante durante los próximos días-
El pelinegro no había notado mi presencia, pero cuando lo hizo me miró y sus ojos tenían un brillo único, un brillo que te lo podría ocasionar una persona sumamente importante en tu vida, el amor de tu vida.
Conectamos nuestras maduradas y se sintió como un abrazo cálido, duramos así durante vario tiempo hasta que la directora nos dijo que ya nos podíamos retirar.
Sin duda esto es un mundo totalmente extraño para mi pero en verdad quería vivir aquí, quiero que este sea mi comienzo y tal vez mi final….