“Por mucho que la mentira avance, la verdad la alcanza un día”
Capítulo 1
Mi vida desde el nacer fue casi tomada como un rechazo por parte de mi madre, la cual al tenerme con tan solo dos años de edad decidió entregarme al cuidado de mi padre por correr a los brazos de alguien diferentes a los de mi progenitor.
Este, al ser padre de cabeza, se instaló en la casa de su madre, quien llevaba mis cuidados mientras él laboraba en tierra de sus patrones. Cada día era el mismo, casi como una monotonía: despertar, comer, dormir y permanecer con mi abuela toda la tarde, hasta el regreso de mi padre. Sin embargo, esto cambiaria.
“Mami” como todos solemos llamarla, actualmente realizaría un viaje y este tendría como destino Venezuela, pero por motivos de la decisión por parte de una de sus hijas es que me encuentro contando esta historia desde la pequeña de un apartamento.
Vanessa: Sabe que usted ya no se encuentra en condiciones de criar una niña pequeña y menos a tal país. Deje que Carlos tome la responsabilidad de ella como el padre que debe ser, a ver si así se ajuicia.
Mami: hay hija... sabes que él no tiene tiempo de cuidarla. Además, ella se entretendrá conmigo y aprende desde ya a como es la vida conmigo.
Vanessa: ¿Usted si es terca... porque mejor no deja la niña a mi cuidado mientras viaja?
Mami: ... ¿Estás segura?
Vanessa: prefiero esto a dejar que usted se la lleve a Venezuela.
Y así fue como por segunda vez fui enviada a un hogar diferente; sin embargo, este hogar fue temporal, ya que poco tiempo después fui enviada a la casa de una tía paterna con quien empezó mi vida.
Al tener mis tres años empezar a criarme donde Yenis la hermana de mi padre, quien también tenía a su cuidado el hijo de una de sus hermanas menores paternas.
Alex, el cual era su nombre, tenía una piel blanca pálida, redondos cachetes y una sonrisa perfecta para arreglarte un mal día. Nuestros días juntos eran divertidos, no era de las que me gustara mucho jugar con muñecas; era más de jugar con carros, a pelear u otro tipo de juego; sin embargo, esto acabo el día en que mis tías decidieron separarnos para relajar la carga de Mama Yenis, y si, así fue como la apode.
Desde entonces mi primo y yo solo nos veíamos cuando asistía a clases de preescolar de mi tía, ya que laboraba como docente. Nuestro horario había sido modificado por la asistencia a clases, por lo que en las tardes él era enviado a casa de Mama Yenis a pasar tiempo conmigo; aunque esto solo creo un tipo de relación un tanto diferente a la que se esperaba.
Un jueves por la tarde, luego de terminar los deberes escolares, propusimos jugar a las carreras, pero esta fue totalmente prohibida por la llegada de una tía a la casa, por lo que decidimos mejor ir a la habitación, ver Ben 10 como de costumbre.
Pero en un abrir y cerrar de ojos estaba besándome con mi primo debajo de la cama, supongo que esto se debió a su propuesta de escondernos cuando alguien entrara al cuarto para asustarlo.
Sin embargo, al mantener un contacto visual terminamos uniendo nuestros labios, pude sentir como esos delgados labios eran tan suaves a como parecían.
Alex:¿y si seguimos probando cosas?
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Editado: 17.04.2023