Estaba en el jardín contemplando la luna, casi era luna llena mis días favoritos, escuché pasos en el jardín y rápidamente volteé para ver quién era, para mi sorpresa era Maximillium, no me lo esperaba pero fue una gran oportunidad para hablar con él.
-Es una linda noche ¿no lo cree James?- dijo al acercarse
-Definitivamente que sí lo es señor, me gustan las noches con una luna llena y no falta mucho para eso. ¿Qué hace aquí señor? Justamente iba a ir a buscarlo
-Es una coincidencia James, me encontré con Annie y me dijo que usted estaba aquí, me preocupa Annie es una jovencita dura pero parece haber algo en usted que no le agrada, jamás la había visto así, pero dígame James en qué le puedo ayudar.
No tomé mucha importancia a lo de la pequeña Annie, supongo que es difícil para ella pero también lo era para mí, no soy niñero, Maximillium me intentaba quizás distraer al final solo pude preguntar lo primero que me vino a la mente.
-Señor Cleever, hoy la señorita Allice mencionó que su familia tiene una estirpe guerrera y por reojo pude notar una espada muy particular en su despacho y quería preguntarle sobre eso ¿Si usted tiene habilidades de un guerrero por qué me contrató? Y otra cosa que mencionó la señorita Annie recientemente fue de un sujeto llamado Alexander quisiera saber quién es y qué sabe de los alquimistas.
Noté en la cara de Maximillium cierto descontento pero su amabilidad era notable aunque estuviera molesto.
-Es verdad James mi familia es de una estirpe guerrera por desgracia la sangre no es como antes y no poseo las habilidades ni la fuerza para proteger a mis hijas, a parte que con todo el trabajo que tengo, no existe el tiempo suficiente para poder estar con ellas y protegerlas por eso lo busqué para protegerlas James, usted es un guerrero admirable- le noté honestidad en su rostro me sonrió y me dijo- Alexander Kokone es un guerrero muy respetado y honorable James, viajó por cuestiones familiares pero pronto regresará, Alexander ha sido como un hijo para mí y por eso le di el consentimiento de que se casara con mi hija Allice, pero desconozco si sabe algo de los alquimistas, usted es el único que queda vivo James debería hablar con Alexander cuando regrese.
Escuché todo pero había unas palabras que resonaban en mi cabeza como un millón de aves haciendo ruido en los árboles un poco antes del anochecer, las palabras que dijo Maximillium “Por eso le di el consentimiento de casarse con mi hija Allice” ¿Era verdad? Maldición qué podía hacer, Allice era una hermosa mujer y no me gustaba la idea de que ese idiota que me odia (si odia en verdad a los alquimistas) estuviera con ella, debía hacer algo al respecto.
-Bueno James si me disculpa me voy a dormir- Interrumpió Maximillium al verme tan pensativo.
-No espere aún tengo otra pregunta-dije rápidamente olvidándome de lo de Allice- ¿Por qué las Rivens Beasts son más fuertes aquí? Y dígame quién envía a las Rivens Beasts y a los Cold Hunters
Al ver ese interés solo dijo-James las bestias del mundo de abajo no son como las de aquí, allá están un poco “domesticadas” aquí son salvajes, esa es su naturaleza, créeme que por eso quiero que protejas a mis hijas, siendo honesto con usted ni siquiera yo sé quién las manda, tenemos la sospecha de que la familia Rivens es quien los controla pero...
-La familia Rivens es de donde ese científico loco vino verdad.- interrumpí a Maximillium.
-Sí James, pero la familia Kokone nos ha informado por medio de uno de sus miembros más notables que es imposible controlar a las bestias.
-La familia Kokone... Su contacto es Alexander ¿o me equivoco?
-Exacto James, supongo no sabes nada sobre la forma que tiene el país
-No Señor no sé nada sobre este mundo solo conocí el mundo de abajo.
-Pues ahora este país es dividido por familias como ya sabes nosotros la familia Cleever, la familia Rivens que se encuentra al sur de la ciudad de Deryville hay otras dos familias que han estado en paz con nosotros la familia Kokone que viven al norte y la familia Loine que gobiernan al oeste, las cuatro familias son de estirpes guerreras y protegen sus ciudades; y por cierto casi se me olvida- Extendió su mano y me dio un sobre- Esto es por lo del día de hoy James, cada día te pagaré por tus servicios.
-Gracias señor-tomé el sobre y lo guardé.
-Ahora sí James si me disculpas me iré a dormir, descansa y cuídate-añadió y se dio la vuelta para irse a sus aposentos.
-Descanse señor hasta mañana- Me quedé observando la luna, casi luna llena, tan familiar para mí, la noche era un momento hermoso y especial quizás arruinado en ese momento por Alexander el prometido de Allice. Supe que Maximillium es un guerrero igual que yo y que había algo más que no me ha dicho, algo muy oscuro que debía descubrir; la luna tan hermosa, abrazada por la luz del sol, un cálido abrazo que hacía que la noche fuera hermosa…Allice…su nombre estaba escrito en aquella luna casi llena y en mi cabeza también…Allice…tan hermosa…tan dulce…tan comprometida con ese idiota….la noche, la luna quién era yo y cómo llegué hasta aquel lugar...destino quizás, coincidencias. Muchas ideas habían en mi cabeza mientras observaba la luna fijamente…mi pasado… ¿quién era yo en realidad?