Volví a casa para poder ponerme algo encima, me puse mi camisa blanca, mi pantalón negro, mi chaqueta roja, me puse mis guantes y colgué mis espadas, decidí salir para poder entrenar un poco, me sentía algo corto de entrenamiento. En el bosque podía entrenar y pensar al mismo tiempo, en un árbol potenciado con el poder terra pude entrenar a gusto un poco, no usé mis espadas para tener mejores resultados, intentaba controlar la fuerza física que necesitaba para darle más poder a mi magia, últimamente no había podido entrenar usando magia pero en ese momento mi magia era lo menos que necesitaba entrenar, intenté usar solo mis puños así como lo hacía antes, la fuerza física debería llegar, Alexander era un humano y pudo lograrlo entonces yo debía hacerlo también.
Después de una hora de entrenar y con mis manos bastante lastimadas pude al fin romper el árbol donde estaba entrenando.
-Has mejorado bastante Mildway. - dijo esa maldita voz odiosa desde un árbol.
- ¿Qué haces aquí Kokone? deberías estar con la señorita Allice
-Salió junto con Annie y el señor Cleever, llevo aquí casi una hora viéndote
-Jajajajaja- Reí sin controlarme- Espero no seas un acosador o peor, que te estés enamorando de mí. - dije riendo y burlándome.
-Jajajajaja que gracioso Mildway, para tu mala suerte solo me importa Allice.
-Ya lo sé Kokone solo quería probar tu sentido del humor. - aunque me molestó lo de Allice le tenía celos por eso.
-Y bien, al ver tu mejoría quisiera probar tu destreza ahora, bueno, eso si no estás cansado o temes que te pateé el trasero de nuevo.
-Que gracioso eres, pero esta vez no te será tan fácil vencerme, esta vez no tendré por qué contenerme. - Envainé mis espadas para poder pelear.
-Eres muy tonto a veces- dijo y saltó del árbol. - Es más no usaré la espada Cleever.
-Vamos no me tengas consideración por favor quiero probar mi fuerza ahora y yo seré quién te pateé el trasero esta vez-dije sonriendo y burlándome.
-Como quieras Mildway. - en ese momento usó magia y apareció la espada Cleever en sus manos.- Vamos entonces, usaré todo mi poder así que prepárate.- Su espada empezó a desprender esa fuerza color azul que había visto la primera vez.
-Bien mi turno- usé dos hechizos al mismo tiempo terra e igni, mis espadas desprendían magia de fuego y eran resistentes, usé energía física y automáticamente mis espadas se volvieron extremadamente fuertes. - No voy a contenerme.
Nos lanzamos el uno hacía el otro, en el momento que nuestras espadas chocaron, todos los árboles se movieron bruscamente y el suelo se empezó a romper por nuestro poder.
-Has mejorado mucho Mildway- dijo Alexander
-Tú igual Kokone- atacamos con golpes salvajes, nuestras espadas chocaban una y otra vez en una danza letal, con cada golpe de nuestras espadas fue como si entendiéramos un poco más del otro, admito que fue impresionante luchar contra él de esa manera ya que teníamos un nivel igual, no me di por vencido y cuando descuidó su guardia usé el hechizo Ventus y lo arrojé contra un árbol, pero por una fuerza de su espada yo también salí disparado contra otro árbol.
-Kokone esto es emocionante, nunca imaginé tener una pelea así con nadie-Me levanté y apreté mis espadas-si no te has cansado dime ¿Seguimos?
Alexander se levantó y sonriendo dijo -Adelante Mildway que esto es mejor que la primera vez. - Nos lanzamos de nuevo el uno contra el otro empezamos de nuevo a chocar nuestras espadas a una velocidad increíble, los árboles alrededor habían quedado bastante dañados por la fuerza y el poder de nuestras espadas, ninguno de los dos había reducido el ritmo, pero era seguro que ambos habíamos gastado bastante energía.
Seguimos luchando por varias horas recibiendo y haciendo daño al otro, ambos jadeábamos estábamos exhaustos.
-Kokone esta ha sido la mejor pelea que he tenido.
-Lo mismo digo Mildway veo que en nuestro primer enfrentamiento te contuviste bastante, ya te has hecho un guerrero digno de proteger a Annie.
-Supongo eso es un alago viniendo de ti Kokone ahora puedo ver que sólo nos entendemos peleando, pero no olvides que voy a superarte desde el día que me ganaste eres mi rival y no pienso quedarme atrás Kokone- sonreí y guardé mis espadas. Alexander me miró sorprendido.
- ¿Te has cansado Mildway? - dijo decepcionado.
-No Kokone al contrario quiero seguir, pero no tendremos más resultados, hemos estado luchando todo el día y si seguimos así nuestros poderes pueden dañar a la ciudad o atraer a algunas bestias.