Bajé las escaleras y llegué al despacho de Maximillium, entré y Maximillium estaba sentado esperándome.
-James gracias por venir, por favor siéntate.- me senté en una silla que estaba ahí, era muy cómoda o yo estaba cansado.
-Señor Cleever el sujeto que se atrevió a venir aquí era Vladimir Rivens hermano de Peter Rivens, al parecer él controla a los Cold Hunters pero no estoy seguro de que sea él ya que tenía una máscara y no pude quitársela.
-Entiendo y dime ¿recordó algo de su pasado James?
-No Señor, solo vi unas imágenes, pero no sé si sean ciertas.
-¿Qué imágenes?
- Al parecer eran recuerdos de Vladimir sobre Peter y sobre mí, dijo que éramos amigos, pero yo no recuerdo a Vladimir.
-James, lo hice venir porque eso que vio pasó en verdad, quiero mostrarle algo. - fue a un librero y tomó un libro muy antiguo.- este libro es de mi tatarabuelo él escribió algo el día que fueron atacados por los alquimistas, por favor léalo.
Tomé el libro que contenía el siguiente texto:
"Han aparecido tres hombres se ven bastante extraños, nunca habían venido, al parecer tienen poderes mágicos, son alquimistas, no había ningún alquimista hace tiempo.
Los alquimistas atacaron la ciudad eran dos con poderes y uno sin ellos, destruyeron casi toda la aldea y mataron a mucha gente, los he oído hablarse y buscando algo debo enfrentarme a ellos.
Vencimos a un alquimista, pero los otros dos han escapado, enterraremos a este para que nunca salga."
Cuando terminé de leer pensé muchas cosas.
-Señor Cleever ¿yo soy ese alquimista verdad?
-Me temo que sí, según la leyenda en mi familia la espada Cleever ha protegido a esta ciudad y a sus habitantes durante mucho tiempo y si mi tatarabuelo no lo mató James fue porque vio lo mismo que yo, bondad en usted.
-No sé si la tenía en ese tiempo, pero prometí proteger esta familia y así será; Señor Cleever quisiera poder investigar más sobre esto quizás así encontremos a Vladimir.
-Sí James, también espero pronto sepamos dónde está. ¿Quiere decirme algo más?
-No Señor solo... ¿en verdad hice tanto mal?
-Usted James ya no es la persona de esa época, ahora sabe bien qué es lo mejor para todos.
-Sí, solo me resulta duro pensar en eso.
-James...- dijo una voz conocida- te lo dije ya, no importa qué pase tú eres bueno. - era Karla Kokone.
-Hola Karla ¿Qué haces aquí? -Pregunté a Karla.
-Vine porque mi padre me pidió vigilara a Alexander ya que está preocupado de que le cause problemas señor Cleever.- nos dijo
-Descuide Karla- dijo Maximillium - James también está aquí y cuidará de él.
-Sí, debo cuidarlo, al final es como un niño.
-Sí parece a veces...-dijo Karla.
-Señor Cleever nos retiramos, llevaré a Karla a ver a Alexander.
-Sí James, y si ve a Annie dígale que ya es hora de irnos.
-Sí señor. -salimos del despacho de Maximillium y vimos a Annie en la sala, nos acercamos a ella.
-Señorita Annie su padre quiere verla dice que deben irse.- Se levantó y vio a Karla.
-Gracias James, oye James por cierto cuando vuelva quiero que me ayudes a entrenar
-¿Entrenar?
-Sí James, he oído que esta chica es fuerte y yo no quiero quedarme atrás.
-De acuerdo señorita
-Además de que me veré mejor que ella...-Le dio la espalda a Karla y se fue.
-Annie no es amable ¿verdad James? - me dijo Karla.
- Tiene su forma de ser pero es muy buena.-le dije- en fin vamos a ver a Kokone.
Subimos las escaleras y Allice estaba saliendo del cuarto de Alexander.
-Señorita Allice ¿Cómo está Kokone?- le pregunté a Allice.
-Él está bien James, bajaré para traer un poco de agua y hola Karla- dijo con un tono molestó.
-Hola Allice tiene tiempo que no nos vemos.- sentí una fuerte tensión en el ambiente sus miradas eran de enojo.
-Bueno Karla, Kokone está bien acompáñame a buscar algo por favor- le dije a Karla y nos fuimos.
Salimos de la mansión y ella estaba feliz al parecer. Nunca entendí a las mujeres, son complicadas, pero quizás tengan buenas razones para serlo, los hombres somos menos complicados, aunque a veces nos comportamos como mujeres...