Estaba en ese momento de pie frente a Vladimir tenía su máscara puesta, todo acababa esa noche, sentía odio de verdad por él por todo lo que había hecho en las arenas, mis amigos, ese había sido mi hogar en su momento y los destruyó todo jamás se lo iba a perdonar. Estábamos de frente, no nos movíamos ninguno de los dos solo veíamos los ojos del otro, sus ojos negros me hacían pensar en muchas cosas y al mismo tiempo me daban ganas de arrancárselos. En un segundo esa tranquilidad desapareció en un instante nuestras espadas chocaron, esa espada negra que él poseía era muy fuerte, aunque yo no me daría por vencido solo por ver esa espada.
-Vaya James me alegra que sea así, eres rápido no eres un simple gusano.
-Ya te dije que te mataré maldito asesino. - en ese momento chocamos nuestras espadas una y otra y otra vez un simple corte de esa espada podía ser fatal así que no podía descuidarme ni un segundo.
Seguimos chocando espadas y haciendo cortes insignificantes en nuestros cuerpos solo un poco de sangre de mi mejilla, no sentía el dolor en ese momento; trataba de romper su máscara, aunque solo lograba cortarla levemente ya que era muy fuerte. Decidí usar toda esa fuerza que tenía sin importar las consecuencias.
-Sí james quiero ver a qué llega el poder de tu ira, tu rabia y tu dolor.
- ¡ERES UN MALDITO ASESINO Y TE MATARÉ! - liberé todo ese poder de golpe y me lancé contra él. Al chocar nuestras espadas pude lanzarlo contra la pared de la arena y cuando iba a clavarle mi espada en el corazón se movió un poco y solo le clavé el hombro a la pared, pero era suficiente para poder acabar con su vida en un segundo.
-James…-dijo una voz detrás de mí. Al voltear pude verlo era Darío.
-Darío… ¿Estás bien? - dije preocupado.
-Sí perdona, pero creo que yo me encargaré de esto…
-De acuerdo Darío. - le di la espada para asegurarme de que Vladimir no escapara.
Una estocada en el lugar justo para matar…
Estaba sangrando de mi brazo izquierdo…si no me hubiese movido en ese último segundo habría muerto por lo que Darío hizo…
-Darío… ¿por qué? - dije herido.
-James, pobre tonto. - Dijo Vladimir mientras se quitaba mi espada.- Darío decidió darme la destrucción de este lugar a cambio de poder.
-No, eso no es verdad…Darío…
-James seamos honestos, el poder es lo que me dará de comer como tú ahora puedes. - No dije nada solo me saqué su espada agaché la cabeza y me di la vuelta.
-Te lo encargo Darío me tengo que ir. - Dijo Vladimir y se fue.
- ¿Por qué Darío?- pregunté decepcionado
-Porque desde que te fuiste todos hablan de ti y de lo bien que te va y nos dejaste a todos aquí abajo, te ofrecimos amistad comida íbamos a ser una familia y te largaste por eso quiero poder para hacer de estas arenas un nuevo mundo.
-Y el clan Miston se sacrificó por tu ambición…
-Un sacrificio necesario James, ahora yo te mataré y conquistaré el mundo junto a Rivens. - no dije nada me quedé en silencio un momento.
-Vamos James di algo.
-Sacrificaste a tu familia… tus amigos y a este lugar que era nuestro hogar todo por... poder…-levanté mi mirada llena de lágrimas- ¡Eres el responsable de las muertes de todos!
-No me detendré ahora James ahora tengo poder más que el tuyo.
- ¡Eres un maldito mentiroso! ¡ERES COMO TODOS LOS HUMANOS! - Dije lleno de rabia e ira sin pensar y me lancé a atacarlo con mi mano derecha y mi espada. Al chocar nuestras espadas él pudo aguantar el golpe, de cierta manera no quería lastimarlo, aún tenía lágrimas en los ojos…
Seguí atacando y poco a poco cortaba un poco de su cuerpo hasta que pude atravesar su estómago con mi espada. Creí que lo había matado.
-Vaya James ahora te mostraré mi poder. - dijo y empezó a transformarse en un Cold Hunter, pero deformado usando el cuerpo de Darío. Sentía tanta rabia e ira que mi mirada era fría tenía lágrimas en los ojos, pero ya no quería hablar ni decir nada dejé que la rabia me controlara.
- ¿No tienes miedo James? - No dije nada y en un momento le corté un brazo, Darío gritó y chilló de dolor.
-Eso fue por Toby, maldito asesino mentiroso. - Atacó con su otro brazo pero en vez de impactarme yo corté su mano, volvió a gritar de dolor.
-Eso fue por Jeremy, tu mejor amigo…- Darío estaba furioso, pero me limité a no decir nada y cortar sus piernas, escuchaba que sufría pero era un sufrimiento que me causaba placer, mi humanidad ya no estaba en ese momento.
-Eso fue por tu hermano Nicholas y por Jason…- Darío estaba tirado en el suelo me acerqué a su cabeza y puse mi espada en su garganta.
-Si vas a matarme, mátame ya James. - dijo desesperado.
-No te lo mereces maldito traidor, pero lo que me hiciste no se compara con lo que le hiciste a tu familia, por eso mereces morir y sufrir en el infierno así que te veré allá maldita escoria sin valor- dije sin mostrar más que frialdad y le corté la garganta para escuchar cómo se ahogaba en su sangre…era cierto ese era mi verdadero yo, estaba riendo mientras Darío moría.