6 de Octubre de 2016
En la casa de Estefanía hay una alberca enorme, todos estaban en sus trajes de baño. Presumiendo sus tonificados cuerpos, me sentí tan avergonzada que no me atreví a mostrar la flacidez de mi abdomen. Mis amigas me animaron para lucir mi bikini diciendo que con mi cuerpo es bonito y todo se me ve espectacular. Ignore sus ánimos y nade con mi ancha blusa. Salí de esa fiesta con una idea en mente, disminuir aún más mis porciones de comida y hacer mucho ejercicio.