14 de diciembre de 2016
Mi querido diario, hace un año que mamá te entregó a mi como obsequio de cumpleaños número quince y aunque no he usado tus páginas desde entonces ya te tengo un cariño especial. Creo que es hora de ponerte un nombre, ¿cómo debería llamarte?
¡Ya sé! Te bautizó desde hoy como Verónica, siempre quise tener una hermana y nombrarla, hoy te tengo a ti.
Nos vemos luego Verónica, deséale suerte a esta chiquilla que mañana por fin modelare a nombre de los diseños de mamá.
Lila