—Ahh Maxine puedo… podria...—empezaba a hablar Neville nerviosamente, pero sin terminar la frase. Maxine lo quedó mirando, esperando a que termine de hablar, pero no dejó de ocuparse de la maceta. En ese momento, para interrumpir aún más, una lechuza gris con una carta se posó en su mesa. Se acercó sin tocar la carta.
—Ummm, Pig... Ron está por allá —le indicó con la cabeza, mirando en dirección a la mesa de Harry.
La lechuza pareció entender a Maxine y se posó en la mesa de Ron. —Viste eso, Harry? ¿Cómo sabe el nombre de Pig?... Eso sí que es extraño —susurraba Ron a Harry, mostrándose sorprendido de que Maxine supiera el nombre de su lechuza. Maxine solo cruzó miradas de extrañeza con Harry y volvió a su mesa con un escalofrio.
La carta que portaba Pig estaba dirigida a "Ronald Weasley". Maxine evitó girarse para no ver las reacciones de los demás chicos y fingió demencia, centrando su atención en su trabajo con Neville.
—Umm, sí… ¿podrías quedarte conmigo a estudiar Herbología…? —decía Neville, retomando la conversación anterior, y Maxine lo miró con extrañeza—. Digo, cuando tengas tiempo...
—Hee… sí, pero seguro Granger sabe más. Además, es de Gryffindor, ¿por qué no le pides a ella, Neville?
—Ummm, no. Seguro no tiene tiempo —bajó la voz aún más, y Maxine tuvo que acercarse para escuchar—. Le gusta estudiar sola.
Asintió, sintiendo que su tiempo libre se agotaba lentamente. —¿Qué tal mañana? ¿No quieres acompañarme a la tarde? —decía Neville, mirando la mesa. Maxine seguía tratando de entender por qué.
—Ahh, sí…
—Verás… es que quiero estar más afilado en el tema, me siento un poco más confiado. El profesor Moody dijo que tengo potencial, que soy muy bueno en Herbología. —decía con una chispa de emoción en los ojos. También agregó que, como era ayudante del profesor Moody, este mismo profesor le recomendó que Maxine sería buena compañía si tenía que estudiar.
Oyó eso y se cerró el asunto, Barty haciendo de las suyas. Asintió ante la petición de Neville con un poco más de ganas; después de todo, Herbología era la pasión de Neville. Además, estaba libre los martes por la tarde. Aunque en algún momento debería inscribirse en alguna materia extracurricular. Neville era una compañía tranquila y agradable.
Aunque sabía que estar todo el tiempo rodeada o interactuando con gente la agotaría extremadamente, era mejor ahora estar con gente que sola y que aparezca ese fantasma horrible de Tom queriendo coquetear. Aunque para ella solo estaba manipulándola, seguramente para algo, jamás caería en sus tontas mentiras. Eso le dio un escalofrío.
Al terminar la clase, todos salían, y rápidamente Hyeong Jun vino a hacer un berrinche, agarrando el brazo de Maxine.
—¡Maxine! —dijo un Hyeong Jun enojado. —¡Te digo que no confíes en ese chico, él es malvado! Y te diré por qué... —decía señalando a Draco, que salía del salón sin saber que Moon hablaba de él.
—Puede parecer amable, pero no lo es. Lo que ves es una fachada. ¡No te puedes dejar engañar! —dijo mientras intentaba que Maxine se diera la vuelta y mirara a Draco.
—No hay nada bueno en él... —exclamó. Maxine asentía absorbiendo las palabras de su compañero.
—Ummm, ya sé que no se llevan bien, Hyeong, pero... —se reía, encontrando cierta diversión en la situación. Moon parecía infantil y adorable en ese momento, lo que la hizo soltar una risa más pronunciada. Por un instante, temió que él estuviera imitándola y lo observó con los ojos entrecerrados, pero pronto se dejó llevar por la risa.
Al encontrarse sumido en la ira, Hyeong Jun no se percató de que su estado de enojo le confería una peculiar dosis de adorabilidad a ojos de Maxine. La risa de ella resonó en el aire, lo que provocó que los ojos enfadados de Moon se abrieran aún más, y sin previo aviso, extendió su brazo para agarrarla firmemente por la muñeca. La mirada que le dirigió era intensamente seria.
—¡No te rías en mi cara! —exclamó un Hyeong Jun más enfadado, su tono denotaba una mezcla de frustración y enojo palpable. —¡Yo no estoy exagerando! — continuó, extendiendo dos dedos en dirección al pecho de Maxine como si quisiera subrayar sus palabras. —Estás siendo muy ingenua si crees que ese tipo es tu amigo. —declaró, frunciendo el ceño con determinación.
Ella se sonrojó ante la reacción de él.
—Ummm, está bien, Hyeong Jun, solo me reía porque parecías adorable...
Al escuchar esas palabras, Moon finalmente aflojó sus manos y la miró de otra manera. Sus ojos se ablandaron y sus mejillas también se colorearon ligeramente.
—¿Adorable? —dijo con una voz tímidamente sorprendida.
Asintió alegre al verlo enojado, aunque sabía que había otras ocasiones en las que el enojo de Moon podía ser realmente intimidante. Esta vez, sin embargo, parecía un enojo más común.
Al ver que Maxine no se reía de él, Hyeong Jun sonrió y se acercó más a ella.
—¿Estás segura de que era yo quien estaba siendo adorable y no tú? —le preguntó, tomando su muñeca con suavidad y apoyando su frente en la de ella.
—Oye, Moon, ¿qué haces? —se molestó amistosamente y lo empujó un poco, tocándose la frente. Ambos comenzaron a salir del salón.
—¿Me estás preguntando qué hago? ¿Qué crees que estoy haciendo? —dijo con una sonrisa tonta. —Solo estaba cuidando de mi mejor amiga.
—Owww, voy a vomitar de ternura —decía Maxine, fingiendo aguantar el vómito. Era demasiado para ella; nunca había tenido un amigo así. Ni siquiera Emi bromeaba de esa manera, recordándolo como un tipo bastante brusco en sus chistes y nada tierno, ni siquiera fingiendo. Sin duda, Moon era único en su especie. A pesar de la exageración, también se alegraba de que la considerara su mejor amiga y eso la hacía sentir más feliz.
Hyeong Jun rió levemente ante el comentario de Maxine, mostrando una felicidad evidente en su rostro.
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Editado: 18.02.2024