Marco estaba hostigando a Rosa para que saliéramos en una cita doble; nosotras dos, y él con la chica que se sentaba al costado de Rosa, que hablaba mucho con ella.
Rosa lo miraba con duda a pesar de estar asfixiada. De pronto, ella le tomó las manos y lo miro con lástima.
— A Magaly no le interesa los chicos —dijo—. Ella me pregunta por alguien en especial —Rosa me miraba de reojo.
Marco estuvo toda la tarde preguntando como tenía suerte con las mujeres, cuál era el secreto para ser popular con ellas.