Día 478.1.

¿Cuánto tiempo más estaré aquí encerrada?

Cada vez más siento que las paredes se cierran y me sofocan. Hace mucho calor debido a la luz que pega justo en mi cara con intensidad. Tal parece que las paredes se calientan aún más y el calor aumenta. No soporto estar aquí.

Sin comida ni agua. Un día más encerrada y me volveré loca de verdad.

Milton no ha venido ni a preguntar cómo estoy.

Ha de estar ocupado.

Hace unos días pensé que sería el día que saldría de este lugar. Escuché disparos, gritos, pánico. No sé qué pasó realmente pero estoy segura que Daryl estuvo aquí, a menos que su voz haya sido producto de mi imaginación provocado por el calor.

Dormía, era lo único que podía hacer en esas circunstancias. De repente entró mucho humo en mi "habitación". Tosí desesperada y se escucharon unos disparos por todos lados. Intenté gritar, pero no logré articular ni una palabra.

Aún estaba atada a la silla.

Entonces, en ese momento lo escuché. Como si fuera un sueño que pensé jamas llegaría a suceder. Es increíble como funciona la mente. Olvidé todo lo que pasamos, lo que vivimos, lo que dijimos; pero nunca olvidé su voz. Como si estuviera impregnada en mi memoria, como si recordarla fuera una regla.

...

- ¡Por aquí! -gritó.

- ¿Da-ryl? -dije tosiendo.

- ¡Rápido! -dijo una voz desconocida. Más disparos.

...

Los escuché alejarse mientras trataba de gritar que volvieran.

Evidentemente no lo hicieron.

Lloré porque pensé que sería mi fin hasta que alguien me ayudó a escapar.

...

- Debes salir de aquí rápido -dijo mientras me desataba-. Tienes diez minutos antes de que noten que desaparecí -tosí unas cuantas veces más y lo miré con fatiga y jadeante.

- ¿Merle? -logré pronunciar a duras penas.

...

Estaba mareada, casada y herida.

Había mucho humo a nuestro alrededor. No podía ver nada. Habían disparos por todas partes. Merle me sostuvo por la cintura para ayudarme a correr, pero tropecé. Merle me ayudó a levantarme. Sin embargo, su ayuda no fue por mucho porque no sé en que momento me dejó sola, tan solo dijo "nos veremos de nuevo" y se marchó.

En ese momento como un fantasma apareció frente a mí, con su ballesta. En cualquier lugar reconocería esa figura. Cabello corto, alto, su chaleco sin mangas y su ballesta en las manos lista para disparar. Era él. Mi Daryl.

...

- ¿Daryl? -dije en voz baja-. ¡Daryl! -grité un poco más fuerte. Él no dijo nada.

...

Intenté correr hacia donde estaba él de pie. Sé que él me vio también. Sé que estaba tan impactado como yo. Dio unos cuantos pasos hasta que un hombre lo atacó por detrás. El humo me impidió la visibilidad hasta que lo perdí de vista y tuve que ir en dirección opuesta aprovechando la distracción.

Mareada, con hambre y con mi rostro tan hinchado que casi no podía ver y mucho menos en la oscuridad de la noche.

No volvía a ver a Daryl desde entonces.

Aún así el esfuerzo de Merle no sirvió de mucho, ya que fui atrapada de nuevo. No me pude defender debido a que estaba sin fuerzas para luchar.

Me regresaron al mismo lugar donde empecé.


 

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