Tal vez no es algo que se da en todas las familias, pero en la mayoría de las familias numerosas, cada día tiene lugar una nueva batalla, a diario un miembro de la familia se levanta en armas en contra de otro miembro o de alguna situación en especial, no importa cual sea la causa de tal levantamiento, el punto es…que nunca faltan.
Siento que de alguna forma alguien está destinado a comandar la batalla, creo que obviamente no sabes que serás tú, a menos de que pongas demasiada atención a ello y lo analices.
Mi familia es numerosa, de manera que tristemente estoy obligado a ser parte de una guerra de puerta cerrada, yo me considero una persona pacifica, no entro en conflictos a menos de que sea extremadamente necesario, total que cuando percibo venir algún enfrentamiento, opto por colocarme mis auriculares y encerrarme en el caos de mi mente, ya tengo suficiente con el desastre que se forma en mi subconsciente como para formar parte de los de otros más.
De repente llega ese día en el que todo está muy tranquilo, hay mucha paz, abundante serenidad, y cuando vives en una familia como la mía, eso llega a asustarte; en fin, la batalla no empieza, todos se encuentran muy tranquilos encerrados en su mundo que apenas y ponen atención a lo que pasa a su alrededor, al principio lo dejas pasar, pero luego de ver que nomas no hay alboroto, pues ahora si ya estás asustado, entonces te pones de pie y comienzas a indagar para dar con la razón de tal atraso, la investigación prosigue y ¡oh sorpresa!, tu hermano tomó tus calcetines favoritos sin tu permiso, y es aquí cuando das con la razón de dicho atraso y te dices “ah caray soy yo”, a ti te toca dar inicio al combate, es por una causa tal vez muy estúpida, pero no importa, a ti te toca hacerla de pedo, pero ya que eres una persona pacifica, pues quieres armar el alboroto de tal forma que después de los tres primeros insultos, la contienda se desvíe de tu dirección, ósea que luego hagas a todos los demás participes de la lucha para luego tú poder ausentarte, y lo logras, haces tu desmadre y luego te vas, dejando a los otros con el caos que tú propiciaste, y aun no determino si llamarlo inteligencia…o cobardía.
Y luego están estos días en los que estás valiendo madres ¿por qué?, porque te encuentras tremendamente aburrido, no hayas que hacer, nada pone fin a tal aburrimiento, así que cuando ya agotaste las primeras opciones, pues tus pensamientos recaen en hacérsela de pedo a alguien de tu familia, pero tú sabes que no puedes joder así nomás, ¡no!, hay códigos que deben cumplirse, la persona necesita haber hecho algo o no haberlo hecho para poder proceder con el reclamo, entonces paseas tu mirada por todos los presentes y tristemente en ese momento, te das cuenta de que no han marcado la pauta para joderlos, te regresas a tomar asiento de nuevo, y el aburrimiento se ríe en tu cara, porque vas a tener que seguirlo soportando, más sin embargo tú no te resignas, tú tienes que hacerla de pedo, sí o sí, de alguna forma y otra, no vas a permitir que se burlen de ti, de manera que te levantas de nuevo y comienzas a caminar y a observar todo a tu alrededor, algo ahí dentro debe ser tu pase de salida, y estás seguro de que lo hay, tan solo debes abrir bien los ojos, y llegas a tu recamara, un boleto te cae del cielo, y sientes que el tren que te sacará de ahí viene a madres, tu hermano está en tu cama, con una bolsa de duros bañados en salsa roja, tu cama está vestida de blanco, pero a él parece valerle madres, pero en ese momento es bueno porque él será tu salvación, tú no puedes joderle por el simple hecho de que este comiendo ahí, pero sabes que algún momento va a manchar, tarde o temprano su capacidad motriz va a fallar por una milésima de segundo y la limpieza de tu cama lo va a resentir, así que te sientas a esperar pacientemente, y más temprano que tarde, sucede, un duro se le cae y la blancura de tu cama es atacada, en ese momento él levanta su mirada, te ve y tú lo ves con cara de “valiste madres, ya valiste madres”, y obtienes lo que tanto querías, se la haces de pedo. Te recomiendo tener mucho cuidado en estos casos, porque es muy probable que a ti no te tocará armar el alboroto, tú mamá no estaba y ya que armaste tu alboroto pusiste las cosas calientes y en tensión, ella llega, y en cuanto arriba, percibes una enorme tensión negativa, en ese momento tu subconsciente te grita “no te tocaba baboso”, la esencia del caos que tú armaste, aun seguía presente en el ambiente, y de repente llega esta señora, mujer empoderada y posicionada en la cúspide de la pirámide, con la mayor autoridad dentro de tu casa, solo puedo decir que dios se apiade de ti.
Te recomiendo que mates el aburrimiento de otra manera, pero aléjate de esto, pues alguien más está destinado a armar el desmadre, no le sumes más a ello.