Golpe de emociones

¿Quiénes somos?... ¿qué somos?, ¿para dónde vamos?, ¿qué es lo que buscamos?, ¿por qué vivir?, ¿por qué preguntarnos si de verdad estamos viviendo cuando a diario te sientes morir?, ¿por qué sientes que te mueves en dirección contraria a las manecillas del reloj?, ¿por qué a veces uno siente que hasta ahora su vida ha sido un juego sin sentido en un tablero de ajedrez?, ¿la vida ha sabido jugar muy bien, o no hemos sabido mover las piezas de nuestra vida?  

Se supone que la historia de la humanidad debe darnos respuestas a algunas de las tantas preguntas que resuenan en nuestra mente como un eco, pero ¿quién nos asegura que la historia tiene razón?, ¿quién nos asegura que la información que se ha transferido de generación en generación durante años y años es acertada?, ¿por qué no creer en la posibilidad de que hemos estado caminando en dirección contraria a lo que realmente fue y será?, ¿por qué no creer en la posibilidad de que la historia puede ser tan fácilmente alterada como el pronóstico del tiempo?, ¿por qué no creer que los gritos de auxilio que escuchamos en nuestro interior pueden provenir precisamente de una moribunda realidad que lucha por sobrevivir?        

El sentimiento de vacío ha caminado contigo por tanto tiempo que con él, aprendes a simularlo, a disfrazarlo, a esconderlo, pero no a ahogarlo, con el paso del tiempo, sientes que él te comienza a ahogar a ti. Involuntariamente cuando te encuentras en compañía de otras personas sigues siendo tú, o el que se supone que eres tú, pero apenas y caminas solo, y por desgracia decides nadar en las aguas turbulentas de duda e indecisión, todo tu mayormente yo se va, la emoción se va, y no sabes si quedas tú o sales disparado a un lugar que no es el tuyo, o quizás te rescatan del que no lo es.

Tus amigos no lo entienden, tu familia no lo entiende e incluso tú mismo no lo entiendes; no puedes expresar lo que sientes, no puedes expresar lo que piensas, no puedes enviar estas palabras a los oídos de las personas cercanas a tu alrededor porque enseguida lo vinculan con un inminente suicidio, cuando en realidad lo que más quieres es vivir, solo que no eres capaz de hacerlo en el lugar en donde estás ahora, mil y un millón de veces no serás tanto tú, sino el lugar en donde estás.

Las personas se mueven de un lugar a otro, tan apresuradas que muchas veces no puedes evitar preguntarte si alguna vez detienen su mundo tanto como tú, si alguna ve frenan en seco, se paran, se sientan, y observan, tan solo observan, a lo que pasa dentro y fuera de sí; me pregunto si alguna vez lo hacen, o somos los únicos locos extraños en este mundo lleno de locura; locos extraños en un mundo de locura, que irónico.  

No sé quiénes somos, no sé a dónde vamos, solo sé que somos un pedazo de nada en un completo todo, solo sé que cada uno se mueve alrededor de su propio mundo, sé que muchas veces el mundo de uno chocará con el de otro y una demolición de ideas huirá en busca de refugio a los mundos de otros, alterando ideologías de antaño, o fortaleciendo las nuevas.