El dios de los abandonados

abandonados

Me dicen el dios de la muerte, el guerrero más fuerte, el imbatible.

Me volví confiado y eso genero mi caída; no esperaba tal traición y no pude anticipar los movimientos de mi enemigos, mientras corro por mi vida cual animal herido no puedo dejar de pensar en los hechos que me llevaron a esta precaria situación, cargado a través del bosque por una frágil niña que apenas si puede con su propio peso, no puedo comprender porque no me abandona, ahora solo soy peso muerto.

Esta mañana era el rey del mundo, cada familia de la mafia me rendía pleitesía y la última familia que me opuso resistencia, perdió a su patriarca en mis manos y se rendían a mis pies; fue entonces que me ofrecieron a la más bella flor que he visto, un ángel de piel blanca y ojos azules como el océano, la hija favorita de la familia Vermon, la última en caer.

Por un momento me pareció un trofeo adecuado, que tonto fui, la pobre chica solo era carne de cañón, una trampa preparada tiempo atrás, cuando yo no les fuera útil, si, lo note poco después de que estallaran las bombas, solo fui usado, me hicieron creer que lo controlaba todo mientras me usaban para unificar una mafia y volverla aún más poderosa, podía escuchar sus voces en mi cabeza mientras mis oídos zumbaban.

Sus risas burlonas, malditos hipócritas, asquerosos traidores, espero que se aseguren que este bien muerto porque juro que los matare a todos.

Estaba emocionado esta mañana cuando Salí de la mansión, sé que parece un poco ridículo que alguien de mi estatus se emocione por conocer a una mujer, pero en este negocio todas las mujeres están podridas y con almas negras que solo adoran el dinero, el estatus y el poder; es por eso que sentí emoción cuando el señor Harlam me hablo de ella, la flor de la familia Vermon, una joven sencilla y pura que adoraba los estudios y siempre había estado alejada de la violencia y la mafia, debí sospecharlo en ese momento, una joven demasiado perfecta.

El maldito Harlam, un viejo mañoso con ínfulas de diplomático, la manzana más podrida del gobierno.

Mierda, de un momento a otro siento como me arrojan al agua, la corriente me arrastra rápidamente, pero aun puedo sentir una frágil figura junto a mi tratando de mantener mi cabeza a flote.

Maldita mujer, déjame hundirme de una vez, soy un hombre derrotado un dios caído, ya no tengo por qué vivir.

En mi letargo puedo escuchar su vos.

-Maldita sea- grito la chica mientras empujaba al enorme hombre por las turbulentas aguas del rio- no te des por vencido maldito idiota, no cuando estamos tan cerca de escapar-

Su vos pareció regresarme por un instante las fuerzas y pude mantener mi cabeza a flote mientras la feroz corriente nos arrastraba, no sé cuándo ocurrió pero al final perdí el conocimiento por las heridas y me hundí en las frías aguas de la desesperación y sentí como mi alma era arrastrada a los infiernos, solo puedo pensar en los decepcionado que estaría mi predecesor cuando lo encuentre en las fosas más profundas de ese decadente y oscuro lugar.

Maldita seaaaaaaaaa-rugio la pequeña joven cuando logro arrastrar el pesado cuerpo del hombre fuera del agua.

Deberíamos estar lo suficientemente lejos- pensó la joven para sus adentros mientras rebuscaba a su alrededor algo con lo que calentarse pues se sentía al borde de la hipotermia, se dejó caer pesadamente en la arena mientras cerraba sus ya cansados ojos y se dejaba abrasar por sus pensamientos y el sueño.

Recordó como era feliz con su familia, hasta que la mafia los ataco por cuentas pendientes, sus padres asesinados, su pequeño hermano desaparecido y ella una pequeña de 10 años llevada a rastras a una mansión para convertirse en una esclava y saldar una deuda que ni siquiera le pertenecía a su familia. El padre de su padre el líder de una familia de bajo rango quería que su hijo se hiciera cargo del negocio, cuando este lo rechazo y escapo con su esposa y sus hijos pues ese mundo solo traía desolación y miseria, fue vendido a una familia de alto poder y en cuanto lo localizaron acabaron con la pequeña familia.

Ella sufrió múltiples maltratos y fue tomada como una pequeña esclava de la familia hasta tres años después cuando un viejo con una sonrisa diabólica se presentó en la casa, el viejo tenía un plan y ella seria parte de eso, desde ese día fue tratada como una hija ilegítima y preparada para convertirse en carne de cañón de un plan macabro.

Cuando el día llego sus ojos se llenaron de emoción, al fin le permitirían dejar la tristeza del mundo atrás le prometieron que si seguía todas las ordenes, al finalizar podría irse y le dirían donde estaba su pequeño hermano, no quería poder ni riquezas, solo ansiaba poder sentir una vez más el calor de un hogar y abrazar a su pequeño hermano.

Su ilusión se acabó cuando el conductor que la llevaba como un cerdo al matadero, le dijo que este día ella se uniría a sus padres, y que podría olvidar todo el sufrimiento, algo en su cabeza se rompió, ella que solo anhelaba paz y encontrar a alguien querido estaba siendo traicionada.

Era como un zombi que solo se movía sin ninguna voluntad, un espectro que lloraba tristemente por los condenados, una olvidada, ella era ahora una abandonada de la que nada ni nadie se apiadaba.



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En el texto hay: fantasia, mafia, primer amor

Editado: 14.04.2022

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