OLOR

Sin saber hacia dónde va, Joel mira uno a uno los vehículos. Cuando ve uno con la llave puesta, pero con el dueño en el volante.
En ese instante, Joel abre la puerta del carro y toca al hombre en su cuello. Y comprueba que está muerto, y lo saca del vehículo, diciendo:
— Perdón, pero necesito transportarme.
En ese momento, Joel enciende el carro y se va de ese lugar esquivando a varios muertos en la calle…
En el camino, Joel mira el color anaranjado del cielo y luego se acuerda de los últimos momentos que vivió con sus familiares, y dice:
— Dios, muéstrame si esto es una misión, muéstrame el camino… ¿qué debo hacer?
Joel frena el carro frente al hotel Aitama, y ve varios muertos que obstruyen la vía. Y se baja del vehículo para correrlos hacia un lado.
Joel corre los cinco cadáveres hacia el lado izquierdo de la carretera. Y se devuelve, y se sube al carro. Cuando le da hambre, y dice:
— Este sería el peor momento para comer…
Joel enciende nuevamente el carro y se va de ese lugar, pero pasa unas calles, y entra corriendo al supermercado Dia. Y come de toda clase de galletas y frutas, hasta que cae en cuenta y se detiene, diciendo:
— ¿Por qué estoy comiendo así?... estoy desesperado…
En ese momento, Joel comienza a oler algo podrido, algo tremendamente mal y nauseabundo. Y sale del supermercado oliendo lo mismo en las calles, y dice:
— ¿La radiación huele así? ¿Sera que se vino un viento radiactivo?... o quizás, y lo más razonable… si, deben de ser los muertos.
Joel tapa su nariz y entra de nuevo al supermercado, y coge algunas cosas para comer en el camino.
En ese instante, Joel se sube al carro rápidamente. Y trata de irse lo más pronto de ese lugar, pero el auto no arranca, y dice:
— Por favor, ¡enciende!... ¡enciende!... no puede ser, siento que voy a vomitar con este olor…
Joel intenta encender de varias formas el vehículo, y trata de bajarse, pero el olor se vuelve aún más fuerte. Y vuelve a entrar al carro, diciendo:
— ¡Dios ayúdame!
En ese momento, Joel se desmalla dentro del carro…