De inmediato, Jimmy mira el pastel y luego ve el rostro de Lilian, y se ríe bastante. Cuando esta le dice:
— ¿Por qué te ríes así?
En seguida, Jefferson le dice a Lilian:
— Esa sonrisa de Jimmy es porque yo tengo razón. Y tú estabas de necia.
Jimmy le contesta a Lilian:
— Yo cumplo años mañana, no hoy.
— Yo pensé que cumplías los nueves de agosto.
— Son los diez.
— Bueno, bueno, esto es por adelantado, ¡coge el pastel!
— Gracias de todas maneras.
— De nada, es con todo mi cariño.
Jefferson les dice a los dos:
— Bueno, celebremos esos cumpleaños.
Jimmy lleva el pastel a una mesa y comparte con sus compañeros de trabajo. Cuando el dueño de Brookly motos entra al local, y los ve comiendo el pastel, y les dice:
— Buenos días muchachos.
Todos se sorprenden y saludan al jefe. Cuando este vuelve a ver el pastel, y les pregunta:
— ¿Quién es el cumpleañero?
De inmediato, Jimmy le responde a su jefe:
— Soy yo, pero en realidad mis cumpleaños son mañana diez de agosto.
— Felicitaciones de todas maneras.
— Gracias señor.
Lilian le expresa al jefe:
— En realidad, la culpable de la confusión de los días fui yo.
— Bueno, eso no importa, lo que importa en estos momentos, es que todos ustedes estén pendientes del negocio. Para que vendan más motos.
Jefferson le dice a su jefe:
— Señor Samier, no se preocupe, nosotros estamos vendiendo.
— Pues sigan vendiendo...
The Logo Company, Liam sale de la empresa muy contento y saca su teléfono, y llama a su amigo, y le dice cuando contesta:
— Hola Lucas.
— Hola Liam, ¿cómo te fue con mi padre?
— Por eso te llamaba, tu padre me dio el trabajo.
— Qué bueno amigo.
— Estoy muy contento, tanto que estoy muy motivado.
— Me alegra que estes contento.
— Si, tu padre me puso a prueba durante tres meses, y le voy a demostrar que yo puedo con el trabajo.
— Así se habla.
En ese instante, Liam y Lucas se despiden apoyándose mutuamente. Cuando Liam toma un taxi, y se va de ese lugar...
En el camino, Liam sigue con un ánimo y semblante de alegría por el empleo que consiguió, y mira en su teléfono el número de Samantha, e intenta llamarla, pero se arrepiente, y dice:
— Mejor no, mejor espero estar con el trabajo asegurado para invitarla a salir, si, eso es lo mejor.
El taxista mira a Liam, y luego le dice:
— ¿A dónde es que lo llevo?
— ¡A Queens!
— Ah, sí, sí, perdóneme, es que tengo la cabeza en otro lado.
— Tranquilo.
— Mi esposa está enferma y estaba pensando en ella.
— ¿Y por qué no está con ella?
— Ya la mamá la está cuidando.
— Ah.
— Además, yo soy el queda el sustento a la casa y no puedo quedarme sin trabajar.
— Entiendo...
Brookly Motos, Jimmy toca en la puerta de la oficina de su jefe. Cuando este dice:
— ¡Pase!
— Gracias jefe...
Jimmy entra a la oficina. Cuando Samier le pregunta:
— ¿Por qué no estas vendiendo motos como los demás?
Jimmy se sonríe un poco y le responde:
— Acabo de vender una, pero estoy aquí porque ya no hay clientes en el almacén, y quiero que me haga un favor.
— Te escucho.
— ¿Me puedo sentar?
— Adelante, siéntate.
— Gracias...
— ¿Para que soy bueno?
Jimmy se sienta y le expresa a su jefe:
— Señor, como usted sabe, y no por dármela de vendedor estrella ni nada por el estilo, pero yo llevo un registro muy bueno vendiendo motos.
— Así veo.
— Si. Y es por eso que le vengo a pedirle el favor de un préstamo.
— Te voy hacer una pregunta Jimmy.
— Dígame.
— ¿Tú crees en Dios?
— No, yo soy ateo. ¿Por qué la pregunta?
— Cuando venía para acá, me detuve en un semáforo. Y un muchacho me reconoció como dueño de esta empresa, y de inmediato me dijo que, si limpiaba los vidrios de mi carro, pero yo le dije que no, que el carro ya estaba limpio, luego me dijo que, si yo le daba trabajo aquí en Brookly Motos, y le dije que no. Porque ya tenía a todos mis trabajadores. Cuando él dice que lavaría todas las motos, y yo le digo que el dinero me alcanza para tres trabajadores que tengo. Y luego de eso, con mucha persistencia el muchacho me dice que con un trabajador mas no va hacer la diferencia. Y que Dios me multiplicaría si yo lo recibiera.
— ¿Y usted que le dijo?
— Que no creo en Dios. Y me fui apenas cambio el color del semáforo.
— Perdón señor, pero, ¿qué tiene que ver esa historia con el préstamo que le acabo de pedir?
— Todo.
— ¿Cómo así?
— No tuve dinero para contratar al joven del semáforo, ahora te voy hacer un préstamo a ti. Eres un buen trabajador, pero en estos momentos no tengo para prestarle a nadie.
Jimmy se levanta de la silla y le da las gracias al jefe por su sinceridad, y sale de la oficina enojado. Cuando Lilian le dice:
— ¿Por qué vienes así?
— Le pidi un préstamo al jefe y me lo negó.
— Tú sabes que el jefe es supremamente tacaño.
— Lo sé, pero tenía un poco de esperanza, porque estoy atrasado con el señor Jackson.
— ¿Él es el que te arrenda?
— Si.
— Pues yo te presto lo necesario para que pagues. Para que pagues ese arrendo.
Jimmy se alegra bastante y abraza a Lilian, diciéndole:
— Gracias, eres la mejor amiga que tengo.
— Pues, sí, yo soy la mejor, no lo niego.
Jefferson atiende dos clientes y de reojo mira a Jimmy y a Lilian abrazados, y luego sigue atendiendo a la pareja...
Barrio Queens, Liam está a punto de entrar al edificio. Cuando se detiene, y dice:
— Claro, tengo que decirle a Samantha.
De inmediato, Liam le marca a Samantha, y le expresa: