— Ya vendrán pronto - Le garantizó Amelia a su amiga, quien pacientemente se sentó a desayunar con ella mientras tanto.
Los perritos de Amelia daban vueltas alrededor de ellas con la intención de convencerlas de invitarles comida, aunque Amelia le pidió a Alyssa que no les diese más de comer.
— Entonces... ¿Qué has hecho tú de tu vida? - Preguntó Alyssa - No supe mucho de ti después de que te fuiste del Instituto Millenium.
Amelia suspiró; ambas habían compartido un año y medio de estudios en el Instituto Millenium; Alyssa pagaba su cuota completa y Amelia estaba ahí gracias a la beca parcial. Se habían hecho amigas rápidamente pese a que no solían hablar mucho entre sí. Había varias otras amigas en común en aquél disperso círculo social en el que estaban.
Entre ellas estaba Natalia, otra que no acabó su preparatoria en el Millenium; Zia y Bella, las gemelas que posteriormente se cambiaron de escuela y estudiaron en la misma escuela que otra conocida de Amelia (una tal Niambi, fugitiva de Alba Dorada a como Amelia le llegó a explicar).
Y también estaba Fai. Él era el que más aguantó dentro del Instituto Millenium antes de cambiarse poco antes de acabar el quinto curso.
Fai era despreciable; tras intentar difundir las fotos íntimas de Alyssa (hecho que contribuyó a que ella se fuera hasta la Ciudad de México a estudiar) y de ser expulsado de (vaya sorpresa) Alba Dorada, había ido a parar donde Niambi para ser vigilado por ella. Según Amelia, Fai no solo fue quien más duró en el instituto Millenium, sino también a quien más mal le fue.
Entre los que se habían graduado en el Millenium, por otro lado, estaba el único exnovio de Amelia; un tal Julio, un chico humilde, honesto y emocionalmente frágil. Es decir, Amelia también podía ser emocionalmente frágil a veces, pero eso no le quitaba lo mordaz, frívola y potencialmente violenta con casi todo el mundo.
Es más, en una pared de casa de Amelia, estaba el bate de béisbol que su madre había roto con las manos durante el asedio a La Ciudad. Para ser una flacucha sin ganas de vivir, Amelia Hardeen era también sumamente peligrosa.
Alyssa no se sentía así en lo absoluto. Mientras que otras miembros de Alba Dorada habían llegado ahí para buscar justicia o impartirla, para pelear o para defender a los suyos, ella llegaría pidiendo refugio por dos meses y se ocultaría con la esperanza de que sus padres no consiguiesen arrebatarle la fortuna de su tío Dom.
Una persona tocó a la puerta mientras Amelia lavaba los trastes del desayuno. Amelia le dijo a su amiga que los hiciese pasar mientras ella se ponía algo más decente para irse al trabajo. Alyssa le abrió a un chico que probablemente era uno o dos años menor que ella y sin embargo, lucía bastante imponente.
— Mi nombre es Ezra Saucedo. Supongo que tú debes ser la sobrina de Dominico Pendragon.
Ya en la camioneta blindada que usó Ezra para ir a buscar a una de sus oficiales y su potencial nueva recluta, el chico (y jefe de agentes de Alba Dorada) le habló a Alyssa de las importantes contribuciones que hizo Dom Pendragon a las arcas de Alba Dorada. Amelia estaba sentada en la parte de atrás, vistiendo un uniforme negro y rojo (aparentemente, su uniforme de trabajo habitual).
— Mira, que él nos pagó por completo la nueva sede general en Xalapa y compró el terreno de Angelópolis donde tendremos la Ciudad Dorada.
— Disculpe pero... ¿Qué es la Ciudad Dorada? - Quiso saber Alyssa, intrigada por los mil y un planes que hizo su tío antes de ser asesinado.
— Será el más grande complejo de Alba Dorada - Explicó Ezra - Es decir, tenemos la Academia en el desierto de Chihuahua, la sede general en Xalapa, la Base Uno aquí en La Ciudad... pronto conseguiremos construir la Base Cinco en la Ciudad de México, pero la Ciudad Dorada... tu tío pensaba invitarte a estudiar allá en cuanto fuese terminada.
Alyssa desvió la mirada.
— ¿Cómo dicen que murió? - Quiso saber ella - El abogado no fue muy específico al respecto.
— Dom salió de firmar unos documentos en la torre que ahora será la sede de Alba Dorada en Xalapa. Él estaba con mis jefes y los dueños de las acciones de Alba Dorada; Nora Vera y Eleazar Salazar.
— Los amigos de Kai - Aclaró Amelia, recostada en su propio asiento.
— Sí, ellos estaban saliendo del edificio cuando asesinaron a Dom - Explicó Ezra - Un tiro limpio en la cabeza cuando estaba por subir a su carro y quedó tieso - Lamentó el jefe Saucedo - Fue extraño que lo asesinaran justo en ese momento. Quizá pensaban que aún no había firmado o algo por el estilo. Aún no atrapamos al culpable.
Alyssa tomó una decisión.
— Se supone que soy la heredera de Dominico Pendragon. O bueno, lo seré en un par de meses si mis padres no me quitan la herencia de mi tío.
— Algo así nos explicó Amelia cuando me contactó.
Ya casi llegaban a la casa de seguridad y Base Uno de Alba Dorada. Ezra dio la vuelta en una rotonda con una fuente de piedra en su centro. Alyssa siguió explicando que si la podían ayudar esos dos meses a mantenerse lejos del alcance de sus familiares hasta ser mayor de edad, asumiría sus responsabilidades como miembro de pleno derecho de Alba Dorada y como patrocinadora de la organización, tal y como hizo su tío antes que ella.
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Editado: 26.08.2021