El Efecto Haylee x Baylee

Ella explotaría...

agosto 18, de 2013

La mujer miró a la otra hija de Hernan Ravenson.
Analizando cada palabra y movimiento que hacía.
Lo que le gustaba de Baylee Ravenson era que parecía ser muy transparente, así que era sencillo su lenguaje corporal, sin embargo, sabía perfectamente que tampoco se debía de confiar de ese tipo de actitudes; lo había comprobado ella misma veces antes, así que a veces se sorprendía que siguiera creyendo de esa manera en las personas que le parecían tan “reales” o “transparentes”.
—Baylee, te he llamado porque, he tenido a tu hermana aquí, y me ha contado algunas cosas un tanto interesantes. —Baylee sabía de las sesiones que debía de tomar Haylee por parte de la escuela; había sido un consejo de la maestra Alessa hacia sus padres; y es que ella también lo consideró; su hermana no estaba bien y no quería justificarla, pero sabía que en parte eso era por la perdida de su madre; y es que Baylee se había estado preguntando qué haría si su madre falleciera; Anastasia y Baylee, madre e hija, eran inseparables, eso es lo único que se podía decir de esta pareja, y por esta razón es que Baylee sabía lo difícil que esa situación pudo haber sido para su hermana y es que, Baylee sabía sobre la doble vida de su padre, sabía que Haylee y Elizabeth no habían tenido la misma suerte de pasar tiempo de calidad con Hernan, y por ello comprendía aún más lo que su hermana sentía; o al menos intentaba comprenderla; tampoco es como que Haylee se los pusiera fácil a todos en casa; llevaba dos meses viviendo con la familia Ravenson, con la otra familia de su padre, por ende era obvio que Haylee se comportara de la manera en la que se estaba mostrando.
—Si, lo supimos, llegó a casa gritándole a papá por haber permitido que le asignaran una psicóloga. —La terapeuta la miró atenta, al parecer Baylee si era de esos pacientes que solían decir las cosas sin pensárselo dos veces; esto lo confirmó cuando ella cerró los ojos fuertemente y apretó sus labios mientras sostenía sus manos entre sus piernas; había cometido el error de hablar de más sobre la reacción de su hermana sobre la noticia de que debería de asistir a terapia dentro de la escuela.
—No le diga a Haylee lo que dije, no le gusta que hablemos de ella con otras personas. —La terapeuta se sintió curiosa por ello, ¿porqué Haylee se molestaría si su padre, hermana y madrastra hablaran de ella?
—¿Por qué dices que…? —Baylee sabía lo curiosa que era la gente; por alguna extraña razón, Baylee notaba cuando una persona sentía un mínimo interés por lo que sea que ella hubiese dicho; y en ese momento supo que la terapeuta cuestionaría sobre aquello que había dicho y que le había dejado con la intriga.
—Haylee odia cuando las personas hablan de ella con otras personas ajenas a su familia; y también sé que se ha molestado porque le han cambiado de terapeuta; escuché que antes de venir a vivir a Moscú con nosotros, tenía un terapeuta con quien se sentía cómoda y que le conocía a la perfección, así que esto de tener una nueva persona a quien debe de poner en contexto de toda su vida le es difícil y aburrido.
Page Coleman sabía que para los pacientes que habían estado en sesiones con otros terapeutas siempre era difícil volver a confiar en una nueva persona.
Y ella debía, a partir de la confesión hecha por Baylee, de lograr que Haylee confiara en ella; sabía que estaba avanzando, al lograr que Haylee le dijera sobre cómo se sentía con respecto al engaño de su padre, su bienvenida en la casa de la segunda familia, su ingreso a una nueva escuela, entre algunas otras cosas que se deberían de considerar importantes para el expediente de la recién llegada a la familia Ravenson-Ferguson; Haylee.
—Claro, lo entiendo, pero Baylee, creo que eso no debería de preocuparte a ti, es asunto de Haylee y mío, yo me iré ganando esa confianza, pero ahora no estamos para hablar de nuestra relación, sino para hablar de la tuya con ella. Así que dime Baylee, ¿cómo ha sido tu relación con ella en el tiempo que llevan de estar juntas?
Baylee suspiró profundamente antes de comenzar a hablar, sabía que era difícil, pero también sabía que eso era importante para que la relación entre Haylee, sus padres y ella mejorara.
—Ha sido difícil, y muy complicada. —La terapeuta quiso interrumpir, pensando que Baylee no diría nada, sin embargo, Baylee estaba decidida a contarle como se sentía con respecto a todo esto, así que continuó; —Haylee estaba destrozada cuando llegó, solo que nadie se dio cuenta hasta que explotó; Haylee es buena, lo sé, pero claro que ha pasado por demasiadas cosas que han hecho que se formara un carácter nuevo y más fuerte, y que sea de esta manera, yo creo que ella solo necesita comprensión, de todos, aun más de nuestro padre.
—¿Cómo ves la relación de Hernan con Haylee? Al decir que necesita de la compresión de tu padre, ¿quieres decir que no le ha dado la suficiente atención que Haylee requiere para poder ayudarla?
Baylee no sabía que decir ante esas preguntas, Haylee tampoco le ponía las cosas tan fáciles, ni a ella, ni a sus padres, y ahora tampoco a la terapeuta.
—Papá y ella no se han dirigido una sola palabra desde el día que ella llegó, bueno al principio papá si insistía, pero mamá sugirió que debíamos de darle su espacio, y desde entonces ni ella, ni él se han dicho algo. 
—¿Y tú? ¿has intentado acercarte a ella? —Baylee asintió, se acomodo en el sillón que eligió para sostener esta charla y miró fijamente a la mujer delante de ella.
—Lo he hecho, pero siempre me evade, o finge que no estoy. A veces sus actitudes me duelen, pero intento comprenderla, todo ha sido muy rápido, todos los cambios por los que ha estado pasando. —Baylee sabía que para su hermana no era nada fácil tener que aceptar de pronto que tenía una hermana, y que su padre se había casado otra vez, mucho menos tener que aceptar que debía de vivir con ellos, después de su perdida.
—¿Hablas con respecto a lo de su madre? —Baylee asintió.
—Eso y sobre la doble vida que llevaba nuestro padre; pasar tiempo con ellas, con nosotros, todo eso le afectó a mi hermana, y era obvio de que en algún momento ella explotaría hacia nuestro padre. Lo ha hecho anoche, mientras discutían sobre el cambio de terapeuta. —La terapeuta tenía tantas dudas, y temía que por la duración de las sesiones requeridas no le diera tiempo desvelar todas, sin embargo, trataría de resolver lo más que pudiera.
—¿Tú sabías sobre la doble vida de Hernan Ravenson? —Baylee solo asintió.




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