El peso de las palabras de Larth cayó sobre Axel como un saco lleno de piedras. En algún lugar que no conocía había un poder inmenso, el más grande jamás visto, esperándolo a él. Al pequeño Axel.
Larth esperaba que él… reclamara ese poder, y luego venciera la guerra en la que había muerto su antepasado hacía más de mil años atrás. Y al parecer ciertas personas que formaban parte de algo llamado «Resistencia» que vivían en cierto sitio llamado «Andistasi», en la nación de «Arcón», esperaban lo mismo. Personas y lugares que Axel no conocía y, sin embargo, ahí estaban. Esperando por él.
Tanto Larth como Reggie se habían quedado mirando a Axel. Larth parecía examinar la reacción del chico mientras que Reggie lo observaba de manera extraña, como si buscara en su amigo algo que no hubiera podido ver antes.
—Yo… no… —Comenzó Axel sin lograr decir nada más.
—Tú… si… —Respondió de Larth.
— ¿Es…él? —preguntó Reggie, que seguía examinando a su amigo.
—Parece que esto tomará más tiempo del que pensaba —dijo Larth.
Axel lo miró. Quizás para Larth la charla pareciera de lo más normal, pero el niño estaba seguro de no haber tenido una conversación más extraña en toda su vida.
—Pero… ¿Yo? —Se sintió tonto en cuanto terminó de hablar, pero no era capaz de formular una oración completa. Larth lo observó como si el pequeño le estuviera tomando el pelo.
— ¡Sí! ¡Tú! Tú eres el descendiente del gran Kediene, al igual que tu madre. «El poder se guardará por veinticinco generaciones». Eso fue lo que acordaron con Tasan Dos Mur. El tiempo necesario para que los Oscuros pierdan el rastro de tu sangre. Era imposible que el hijo de Kediene reclamara el poder, era muy pequeño. El niño y su madre debieron permanecer escondidos durante el resto de sus vidas. De hecho, el enemigo organizó campañas en su búsqueda, y no fueron pocos los pueblos devastados bajo la acusación de ayudarlos a esconderse. ¡Esa es la razón de la existencia de Cranoa! Cuando el poder salió del cuerpo de Kediene, parte de ese poder se utilizó para «cercar» este lugar. Por más que el resto del mundo desapareciera, Cranoa seguiría existiendo, inalcanzable para quien no supiera donde ni qué buscar.
— ¿Pero cómo es que nada de esto se sabe en Cranoa? —Reggie hizo una de las tantas preguntas que pasaban por la mente de Axel.
—El lugar se eligió con mucho cuidado. No había forma de que Kediene y Tasan Dos Mur supieran si los Oscuros llegarían a dominar Arcón antes que se pudiera lograr el cerco. Cranoa era una pequeña villa de campesinos ubicada en un lugar apartado del continente, en donde la guerra casi no había llegado. No tenía guerreros ni magos, por lo tanto no era probable que el enemigo pusiera sus ojos en ella. En un lugar así, los descendientes de Kediene estarían seguros.
Axel se imaginó a sus antiguos familiares escondidos debido al poder oscuro. Sin duda tener que vivir de esa manera debió ser difícil para la esposa y el hijo de Kediene. Deben de haber sentido miedo al saber que los Oscuros los buscaban y al mismo tiempo impotencia al saber que la guerra estaba perdida y la muerte de Kediene no había servido para nada. La imagen de sus antepasados lo llevó, de forma inevitable, a pensar una vez más en su madre.
— ¿Qué pasó con mi madre?
Larth suspiró.
—Nadie sabe si fue un error de Kediene y Tasan Dos Mur o, simplemente, son los límites del poder de la magia. Por desgracia, el cerco solo se puede mantener en pie cuando hay un solo descendiente de Kediene viviendo en Cranoa. Si hay más de una persona con su misma sangre la protección comienza a debilitarse. Marcia tuvo que abandonarte para que pudieras estar protegido, al igual que había hecho su madre cuando ella nació.
— ¡Eso es muy triste! —Protestó Reggie, indignada.
—Sin duda lo es. No estoy seguro si Kediene pensó en esto. Quizás si se hubiera dado cuenta de las consecuencias que su decisión tendría dentro de su propia familia no hubiera seguido con el plan.
—Y se habría equivocado —Axel empezaba a entender a Kediene—. Si no hubiera seguido con el plan, Cranoa no existiría. Fue un sacrificio necesario.
Larth sonrió complacido.
—Tu madre estará muy orgullosa de ti —dijo sin dejar de sonreír.
— ¿Cómo se enteró ella de todo esto? —Preguntó Reggie
— ¡De la misma manera que ustedes! Así como Axel desciende del gran Kediene, yo lo hago del Vidente Loco. Nuestras familias han estado ligadas desde hace cientos de años. Desde que nuestros antepasados se reunieron para forjar aquel plan, el destino de nuestras familias se unió. Tu sangre es la Heredera del Poder. La mía es la Guardiana de la Historia.
—Así que alguien de tu familia le contó a mi madre de todo esto —Reflexionó Axel en voz alta—. Y también le informó que debía abandonarme cuando nací.
Editado: 28.02.2019