Capítulo 4

ENTRENAMIENTO.

 3 años después

3 años han pasado desde que pude ver a los divinos, he tenido pesadillas, he escuchado personas hablar en mis sueños, personas decir que no podré sobrevivir que mi madre tiene que dejarme ir.  muchas preguntas he tenido desde aquel momento, en estos 3 años investigué sobre esos seres divinos, Y ellos siempre se habían manifestado desde el principio, las diferentes culturas lo conocieron como dioses , pero solo personas específicas podían verlos y recibir sus dones.

hoy es 18 de agosto del 2023, hora matutina y todo está normal. nada extraño ha pasado y los seres divinos no han vuelto aparecer. Mientras me intentaba olvidar de todo lo sucedido y seguir con mi vida aburrida y corriente, decidí dar un paseo por el parque, visitar a mi familia, hasta llegué  ir a la iglesia. Pasando las horas, la noche había llegado, decidí subir al techo y contemplar las estrellas ya que nunca las miraba. mientras miraba el cielo pude observar la hermosa belleza de la luna, belleza hermosa que todos deben contemplar. 

Mientras contemplaba la luna y todo su firmamento, mi cuerpo sentía una presencia maligna, presencia que solo la había sentido con los dos demonios, mientras estaba intentando tomar la calma de mis emociones y no dejarme llevar del miedo, escucho a un niño  gritar.

De inmediato empiezo a buscar al niño desde el techo, a lo lejos veo a un niño de 5 años  correr pero sin que nadie lo persiga, de inmediato salgo al encuentro del niño. me siento asustado pero no puedo cometer el error de dudar al socorro de alguien y menos de un niño indefenso. El niño al ver que salgo a su encuentro y cada vez siento la presencia más fuerte, pero aun asi me acerco más al niño para protegerlo, me acerco al niño y lo veo con sus ropas ensangrentadas, lo tomo en mis brazos y salgo corriendo sin mirar atrás.

La presencia es mayor y el niño parece inconsciente. niño estas bien? ---pregunto

-con voz tierna me responde-- gracias por todo señor y quedó en silencio.       

me digo, debe de estar muy asustado y agotado por todo lo que había pasado, pero yo aún estaba  asustado por causa de la gran presencia de maldad que no había desaparecido. entró a casa con el niño en mis brazos, corro a mi habitación para esconderse con el  pequeño.

El niño se lanza de mis brazos y se esconde en la parte más oscura de la habitación, mientras cerraba la habitación con todos mis seguros ,escuche al pequeño decir algunas cosas, le pregunté: ¿qué dices? pero aun seguía balbuceando. mientras el pequeño estaba agachado con el rostro a la pared, me acerque al niño para escuchar que decía. pero  repetía con voz suave una y otra vez lo mismo---- tengo hambre y te comere-- tengo hambre y te comeré. ¿Que dices pequeño?-- mientras me acercaba, al momento de tocar su espalda su cabeza giro hacia donde me encontraba, sus ojos se salieron de su lugar, su sonrisa llegaba hasta sus orejas y sus dientes largos y filosos salian de su boca. Mientras me gritaba con una voz gruesa,áspera y malvada, mi corazón se congeló, mi cuerpo se quedó impactado y y por poco desecha  mis pantalones. yo todo ingenuo protegiendo al niño, cerrando todo para que nadie entre y sin darme cuenta me estaba sirviendo en bandeja de plata a un demonio.

mientras buscaba una solución , su cuerpo empezaba a crecer, y los ojos le salían por doquier, su cola tenía una cara de serpiente y en su cabeza 2 cuernos como de toro. tenía dos opciones: tomar mi guitarra y pelear contra el demonio, oh lanzar la guitarra y romper el cristal  del balcón y lanzarme.

sentía como casi moría pero pude sobrevivir, las ramas rasparon todo mi  cuerpo pero me ayudaron a no golpear más fuerte.

Al lanzarme de la habitación pude caer en un arbusto que amortiguó mi caída. pude correr unos pequeños metros antes de que el demonio se lance detrás de mí. Pero el demonio era más rápido que yo, decidí correr hasta el pequeño parque que estaba cerca de casa  y esconderme, pero mientras corría, recordaba todo lo que dijeron los divinos, !!ERES EL SUCESOR DE NUESTRO HERMANO MAYOR ¡¡. ¿y si este es mi entrenamiento?.

  Al recordar las palabras de los divinos, me trague mis miedo, me detuve y me di la vuelta para enfrentarme contra el demonio, pero sentí como el impacto de una cola me mandó a volar por los árboles del parque. Al momento de salir volando y golpearme con todos los árboles del parque, sentía como algo dentro de mí se había activado, mi mano que tenía el símbolo que me dejaron los divinos, empezó a brillar. mientras el demonio corría hacia mí, una luz bajó del cielo y me rodeó, activando dones y habilidades que nunca había visto ni sentido. El demonio se detuvo por la gran luz que descendía del cielo, en pocos segundos la luz se había marchado y pero transformando mis ropas  en una armadura dorada, en mi mano izquierda había dejado un escudo dorado con forma de estrella, con una en espada luminosa que hizo rugir al demonio. mientras el demonio rugió y rugió, yo me sentía confiado, me sentía valiente y confiado. El demonio me ataca pero mi cuerpo automáticamente se protegió con el escudo, ya no sentía patético ni cobarde, me sentía un guerrero.

La batalla comienza y el demonio lanza el primer ataque, con sus enormes brazos que había obtenido al crecer, golpeo mi escudo tan fuerte  que hizo que el impacto quebrara la tierra. LLEGÓ MI TURNO!-- le gritó al demonio, empuño la espada, y con toda fuerte lanzo mi primer ataque, ataque que cortó uno de sus enormes brazos, haciendo que el demonio retrocediera.Al momento del retroceso del demonio  levanto mi espada al cielo y gritando a fuerte voz , MIL ESPADAS DIVINAS!!!, en las nubes se formaron muchos puntos brillantes, y de esos puntos salieron muchas chispas con forma de espadas, que en cada corte consumían al demonio y lo desvanecen frente a mis ojos. 

La batalla terminó, me siento agotado,caigo de rodillas, mi armadura y la marca de la estrella desaparecen  para manifestarse como el símbolo de león dorado, símbolo que no entendía, pero que me llenaba de valor para pelear. estaba herido por causa del impacto con los árboles, estaba herido pero me sentía como un superhéroe. ya podía estar en paz pues la sensación de peligro había desaparecido y la opresión maligna había acabado, con unas pequeñas carcajadas reía mientras me quejaba por el dolor en mi cuerpo.