Al dia seguiente, Moe Soua regreso a su madriguera donde fue recibida por su madre quien la abrazo preocupada.
Fue interrogada por su ubicación, pero se nego a dar respuesta y trato de cambiar de tema.
Sae Leo habia regresado al mar y habian quedado de verse otra vez en la orilla.
Realmente no sabe como deberia sentirse o si estaba bien el como se sentia junto a él. Por ahora, mantendria a su compañero en secreto...
...
Incluso despues de verse por meses, Moe Soua se sentía como la primera vez que lo conoció. Sabe que su extraña relacion entre una bestia marina y una terrestre podia parecer muy rara de ver, pero su sentir es verdadero.
Aun recuerdo una noche magica que tuvieron, una en que ambos se entregaron y terminaron siendo cubridos por la noche y el deseo.
Pero no sabia si esa noche les iba a traer consecuencias, tenia miedo de que algo creciera en su interior, si eso llegase a pasar no sabria como reaccionarian sus padres.
"¡Moe Soua!" El grito de su madre llamo la atencion de la joven sacandola de sus inquietudes.
Ella miro a su madre y penso por un momento en decirle y buscar su apoyo, pero sentia que no debia hacerlo y que no iba a ser muy bien recibida esa noticia.
"¡Ven, rapido!" Su madre se acerco a Moe Soua con una media sonrisa en su rostro.
"Querida, acompañame porfavor. Tu padre quiere hablar contigo" Moe Soua asintio y fue detras de su madre.
La guio hasta donde eran las praderas, ahí estaba su padre dandoles la espalda. Parecia mirar hacia donde estaba el lejano mar, su estado de animo era dificil de deducir aunque por su posición parecia estar de buen humor.
"Cariño, aqui esta" Su padre volteo a mirar a Moe Soua y la invito a sentarse a su lado.
Ella se acerco mientras veia a su madre irse de vuelta a la madriguera.
Al estar sentada al lado de su padre observo la mirada del mismo, parecia distante... comos si intuyera algo.
"Suced-" Sus palabras fueron cortadas por las de su progenitor quien le hablo de forma algo seca "Dime Moe Soua, ¿por qué?"
La coneja guardo sinlencio sin saber a lo que se referia. Con ambito de saberlo, preguntó "¿Por qué, que?" Su padre la miro, esta vez sus ojos reflejaban decepción, incluso su postura cambio.
El trago saliva antes de contestarle "¿Por qué decidiste involucrarte con un tritón, hija?" La chica se sorprendio y su rostro cambio de tono al escuchar lo que dijo su padre.
"Sabes que no son de fiar, no debiste hacerlo" Moe Soua se levanto y miro a su padre. Con su secreto en evidencia no podia negarlo, no sabia como lo descubrio.
"Padre... dejame explicar todo" Su voz se volvia un hilo mientras la mirada de su padre la atravesaba juzgandola.
"¿Explicar qué?" Su padre se levanto y se acerco a ella. No parecia estar contento "¿Explicarme como tu y ese triton tuvieron relaciones?, ¿Explicarme el por qué me mentiste?, ¿Explicarme si es que tienes crias en tu vientre?"
Moe Soua quedo abrumada por aquellas preguntas y bajo la mirada "Padre, él no es como piensas"
Lo miro buscando algun tipo de compasión, sin embargo no la hubo. Él solo suspiro y se dio la vuelta caminando hacia la madriguera, antes de irse volteo a ver a su hija y le hablo de una forma que parecida estar dolido "Eres mi hija, pero mi deber es no arriesgar a ningun miembro de la madriguera solo por uno" regreso la vista al camino "Espero algún dia lo entiendas y si lo llegas a hacer, eres bienvenida a regresar a la madriguera" Luego, simplemente se fue de ahi dejando a Moe Soua con el corazon apuñalado por su propio padre.
Termino por derrumbarse en el suelo mientras inconscientemente lagrimas salian de sus ojos, no sabia que hacer, sabia que ahora no es bienvenida a su hogar a menos que deje su amor por aquel tritón.
Pensando en él como su unico apoyo, se dirigio a la costa donde se habian conocido. Parecia ser un viaje lento debido a que algunas veces sus piernas la traicionaban y terminaba de nuevo en el suelo.
Finalmente llego a la costa donde se encontro con él, parecia estar esperandola.
Voleto y en su rostro parecia haber dolor, él solo se dirigio a donde Moe Soua.
"Hola" Saludo con una voz quebrada.
Moe Soua lo miro algo triste y devolvio el saludo. Al verla, no pudo evitar sacar una media sonria y soltar un comentario "Parece que sucedio lo mismo" Sin realmente saberlo, Moe Soua asintio.
Ambos se tranquilizaron el uno al otro. Despues de un rato, comenzaron a caminar hasta llegar al lugar donde habian acampado por primera vez.
Ahí, se recostaron y se perdieron en los brazos del otro buscando consuelo, no tenian algun hogar al cual volver.
Ese dia pasaron la noche ahi, misma noche donde Sae Leo se entero que seria padre.
En la mañana, ninguno hablo. Todo era tan amargo... Pero una idea comentada por Sae Leo llamo la atencion de Moe Soua.
"Vamonos de aqui" Moe Soua lo miro.
Nunca habia tenido la idea de abandonar este lugar y dejar todo atras, sin embargo... ¿que es lo que podría perder al irse?...
Ambos comenzaron un viaje donde de forma esperada, el abdomen de Moe Soua dejo de ser el de antes y se convirtio en uno abultado de forma anormal dando a conocer su embarazo.
No sabia de cuantas crias era su embarazo y sinceramente le daba miedo saberlo. Considerando su ciclo de embarazo de su especie, no tardan mucho en nacer asi que eso le daba aun más miedo.
Despues de dias caminando y haciendo algunas paradas para descansar, la pareja llego a una pradera muy pequeña que estaba cerca del bosque, no muy lejos se observaban lagos y rios de agua fresca.
Para establecerse no duraron mucho, los dos trabajaron duro para construir una cabaña de madera hermosa, seria una mentira decir que no querian adornar su hogar.
Pronto, una cama grande, mesa y sillas, una cocina improvisada y alguna que otra estanteria estaban en la casa. Ademas, flores y plantas estaban en la casa dandole una vibra de paz a todo el lugar.
La chimenea no pudo faltar y frente a ella una especie de sillos hecha con piel de alguno que otro animal cazado por Sae Leo.
Su vida no parecia tan mala, incluso aquella que noche que Moe Soua trajo a sus crias al mundo. Si... sus gritos no pasaron desapercibidos por depredadores y presas que habitaban en el lugar, eran fuertes y se notaba el dolor en ellos.
Aunque podían hacerlo sola sin muchos inconvenientes mas que dolores fuertes, asi que le ordeno a Sae Leo salir a vigilar afuera cuidando que ningun depredador curioso se acerque.
A las pocas horas, sus gritos cesaron y fueron remplazados por tiernos sonidos bajos de las crias.
Moe Soua tenia a una en sus brazo calmandola. Cuando Sae Leo entro a la cabaña quedo encantado.
Eran en total seis hermosas crias de las cuales solo habia dos hibridos, una niña y un niño. Excepto por los dos hibridos, los cuatro que restaban eran dos tritones y dos conejas exactamente.
Sae Leo se acerco y tomo a uno de los hibridos. Nunca se espero ver a uno de sus hijos no estaba completamente preparado para verlos. Eran tan lindos, tantas emociones...
Tendrian su apellido ya que Moe Soua se negaba a darles el suyo.
...
Despues de cinco largos años, las crias habian crecido siendo infantes. Toda la familia tenia una convivencia armoniosa.
Moe Soua le habia enseñado a su hijo mas curiosos sobre el bosque y como recolectar lo que habia en el. Sus demas hijos aveces tenian temor de explorar y preferian quedarse en casa, aunque los entendia en cierta forma.
Los niñas habian visto a su padre cazar y digamos que los menos interesados en eso eran las dos conejas que eran completamente herbivoras.
A los hijos se les otorgo su nombre a los pocos dias de nacer. Sae Soua se le podría catalogar como la hija mayor, su especie era el de un conejo ikú al igual que su hermana menor Sae Fluor, Sae De y Sae Yan eran los unicos hibridos que habian nacidos y finalmente los tritones eran Sae Theo y Sae Kurt.
Aunque no todo podia ser completamente feliz... no todo el tiempo.
En la tarde, los pequeños jugaban cerca de un lago no tan lejos de la cabaña.
"¡Oye, no corras!" Sae Theo iba detras de Sae Yan tratando de alcanzarla.
"Alcanzame, niño" Sae Yan se burlaba de él.
Sae De estaba en el bosque con su madre y Sae Theo. Estaban aprendiendo a recolectar una planta especial llamada 'Hongo de Lucenia' que tenia propiedades eléctricas.
Todo paso tan rapido que en cuanto menos lo esperaban Moe Soua estaba en el piso luchando contra una mujer que parecia bastante feroz.
Moe Soua miro a ambos y grito desesperada "¡¡CORRAN!!" Ninguno dudo en seguir ordenes de su madre y salieron de ahi, Sae Theo se desvio por un momento llendo a buscar a su padre y dejando solo a Sae De que debido al miedo continuo corriendo por el bosque hasta que no tenia conciencia de donde estaba.
Se De no tenia idea de cuanto tiempo habia corrido antes de darse cuenta que no estaba su hermano junto a él "¿Hermano?" Bajo la velocidad y comenzo a mirar a todos lados asustado.
"Sal, no es divertido dejarme aqui" Su voz comenzo a temblar.
Sus pasos se relentizaban cada vez más y entre mas bajaba la velocidad, mas miedo tenia. No le gustaba estar aqui solo, nunca habia estado en esta parte del bosque.
Una rama rompiendose llamo su atencion y de forma casi instantánea se convirtio en un conejo de pelaje de blanco y negro. Al no saber que se aproximaba, se escondio en lo que parecia ser una antigua madriguera hecha en el tronco de un arbol.
Su nariz se agito demostrando temor, afuera logro escuchar como hablaban sobre obtener este terreno.
¿A que se referian?, su padre y madre son los que viven aqui no ellos.
Curioso, asomo su cabeza y observo a dos machos hablando, parecian ser de una especie desconocida.
Uno tenia un par de alas color carmin y una cola del mismo tono, el otro solo tenia una cola que se balanceba de un lado a otro.
"Entonces, ¿que les diremos a los emperadores?" Dijo el que poseia solo una cola.
El de alas suspiro, sus alas se extendieron y comenzo a aletear elevandose en el aire "Mira, no pudieron haber ido lejos, vamos a buscarlos" Su compañero asintio y ambos miraron a un lado cuando escucharon el bostezo de una mujer acercandose.
"Y.... ¿hubo suerte?" Pregunto mientras estiraba sus hombros, ambos machos negaron.
"Bueno, supongo que tendremos que informar de esto a sus majestades ¿no?" El chico de la cola nego llamado la atencion de la mujer.
"Los buscaremos, si esto no funciona supongo que haremos lo tuyo" La mujer sonrio.
Sae De miro asombrado como el chico con una cola se elevaba sin necesidad de alas.
Los machos miraron a la mujer "¿Por qué no vienes?" Preguntaron ambos.
"Siendo sincera, prefiero caminar" Sin mas, desparecio de ahi tan rapido como llego. Los hombres se miraron y luego solo se encogieron de hombros para retirarse de ahi.
Al confirmar que el peligro fuera nulo, Sae De salio de esa madriguera mientras su nariz aun se movia reflejando sus emociones.
Aun en una forma de conejo, comenzo a irse de forma silenciosa para no llamar a ningún depredador que estuviera lo suficientemente cerca como para cazar.
No sabia a donde iba, pero tenia que regresar a casa y tener a su familia cerca...asi que solo se movia muy lento y a cada ruido se ocultaba. Estaba en desventaja, una muy clara, despues de todo era una cria aún y si cualquier depredador quisiera lo mataria. Incluso si se volviese un tritón seria inutil, aunque pudiera golpear con su cola.
En total, tardo mas de dos horas en encontrar su camino a casa y al hacerlo vio su hogar a la lejania en la pradera, esta vez no cuido si hacia ruido o no lo hacia.
Su cuerpo se movio dirigiendose a una gran velocidad a la cabaña, al llegar su forma cambio mostrando a un niño de pelo negro y blanco.
"¿Mami?" Grito desde fuera esperando a que su progenitora estuviera a salvo y en casa. Para su lamento no hubo respuesta.
Una extraña sensación de miedo se incrusto en él, a paso lento se acerco a la puerta.
"¿Papi?" Esta vez bajo el sonido de su voz, estaba enfrente de la puerta y al no recibir respuesta comenzo a abrirla logrando que rechine un poco.
Dentro estaba oscuro, las chimenea y todo lo que iluminaba el lugar estaba apago, la unica luz era la del sol que estaba por ponerse.
Camino por la cocina buscando a su familia.
"¿Hermanos?" Hablo en voz baja.
Nadie respondio...
Aunque despues de tiempo, escucho un ruido de afuera que le hizo pensar que era su familia.
Estaba apunto de salir con ellos, pero las voces que escucho le hizo agacharse.
"¿Encontraron algo?" Esa voz era la de la mujer que habia atacado a su madre. Luego le siguieron las voces de los dos hombres.
Temiendo que entraran a la casa, Sae De busco por la cocina un cuchillo para defenderse en caso de un ataque.
Aunque claro tambien trato de esconderse, su hacia pequeño en la esquina de la cocina, para amainorar su tamaño se volvio un pequeño conejo que se poso cerca del cuchillo.
"¡Mierda!" Escucho la voz de uno de los hombres.
"Si... Realmente espero que esto cuente como una mision completada" Hablo el otro con algo de panico notorio en su voz.
"¿Deberíamos de entrar otra vez?" La voz de la chica lo aterro, no estaba tan preparado mentalmente para atacar.
Además, sabia que se referian a entrar aqui y eso se vuelve un gran inconveniente.
Por suerte, la idea fue negada por uno de los hombres quien dijo ser mejor idea retirarse.
Despues de cinco minutos no escucho nada fuera de la cabaña, volvio a su forma humanoide y tomo el cuchillo.
Sabia que su familia no estaba en la cabaña por lo que decidio salir de esta.
Afuera, la luna apenas se elevaba y él miraba a todos lados asustado.
"¿Mami?" Hablo temeroso de que no hubiese respuesta.
"¿Papi?" Llamo a su padre esperando verlo...
Nada, no hubo nada mas que el ruido que el viento hacia al pasar por la pradera.
Aun con el corazón algo dolido seguia esperando a ver a alguien de su familia acercarse.
Sus ojos soltaron agua salda de miedo y tristeza.
"¿Mami?".... finalmente lo único que su voz solto fue un llamado a su progenitora, llamado que no tuvo respuesta.
Editado: 06.12.2024